William evade su mirada de mí lo observo esperando su respuesta lo noto un poco tenso y no sé por qué.
─Aún sigo esperando tu respuesta William, ¿por qué sigues con ella? ¿Acaso la amas?. ─
─Es complicado Ginebra, y no no la amo jamás lo he hecho. ─responde clavando su mirada en mi
─Está bien si no quieres hablar lo entiendo, pero se supone que es a lo que hemos venido, si no te sientes cómodo te puedes marchar. Mañana temprano tengo turno en la clínica. ─sentencio y me pongo de pie, el vestido es un poco incómodo William sólo me observa esta pensativo, luce tan tan atractivo con ese traje negro, el cabello lo trae un poco desordenado, la manera en la cuál está sentado en mi sillón lo hace lucir muy bien.
Mi cuerpo reacciona a su cercanía, camino hasta el gran ventanal quitándome cualquier pensamiento impuro, observo el paisaje esta noche es muy fría. Miro las nubes, al parecer lloverá y me alegra ya que son mis días favoritos pienso en mis adentros, cuando pequeñas gotas comienzan a chocar contra el cristal. Me encuentro ida en mis pensamientos cuando William pasa sus brazos por mi cintura, recarga su barbilla en mi hombro.
─Te amo Ginebra y espero y algún día me puedas perdonar, fui un imbécil contigo, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y ahora mismo hijos. ─expresa dejando un beso en mi mejilla causando miles de sensaciones en mi vientre, se han removido los sentimientos que oculte estos años, mirarlo de nuevo ha puesto mi mundo de cabeza y que él quiera estar cerca de los gemelos me la pone muy difícil.
─No me hagas esto William, no digas cosas que no vas a cumplir además yo ya no puedo corresponder tus sentimientos, ya a llegado alguien a mi vida. ─le digo cerrando los ojos, me permito sentir su calor lo he anhelado tanto que duele.
─No me digas eso Ginebra, no soporto la idea de saber que alguien más tiene tu completa atención me mata de solo pensarlo, sé que suena enfermo pero no soporto la idea de pensar a alguien más tocando tu cuerpo. Quiero ser el amor de tu vida yo no te he dejado de amar, te he extrañado como un demente.
─No me digas esto William ya es muy tarde para arreglar algo entre nosotros, cada quien ha tomado su camino. ─continúo mirando hacía el exterior.
─El día del accidente me enteré de la verdad de mis hijos que en ese entonces no lo sabía que son míos, te mandé a investigar quería saber dónde estabas para ir a buscarte. Estaba desesperado Ginebra me sentía perdido sin ti, cuando el investigador me entrego la evidencia que fue recabando y la leí, sentí morir. Jamás me pasó por la mente que Milena y Liam fueran mis hijos, estaba metido tanto en mi mundo que me deje invadir por la ira, destruí todo a mi paso solo quería morir.
Esa tarde salí de la mansión necesitaba más alcohol por qué ya había acabado con el que había en casa, me sentía sólo, perdido, la gran mansión me ahogaba todo me recordaba a ti. Las veces que te hice mía y más dolía, iba conduciendo muy borracho casi no distinguía bien la carretera ya que la noche iba cayendo. Antes de llegar al cruce los frenos del coche no funcionaron, de pronto todo se volvió negro y no recuerdo más. ─me estremece la idea de imaginar el accidente.
─En cuánto supe de tu accidente tomamos un vuelo de inmediato a Milán, yo ya me había enterado en la clínica por las noticias pero no quería creer, así que fui a la casa y Kian ya me estaba esperando para corroborar lo que ya era evidente en ese momento. Estabas en los noticieros, a ti te estaban interviniendo cuando llegamos a Milán, fueron las horas más largas de mi vida. No te miento sentí desfallecer William, los médicos no daban esperanza sólo esperar a que tú lucharas por vivir. No podías irte sin antes yo haberte confesado que teníamos dos lindos hijos, cada día me culpe de haberte ocultado la verdad. Afortunadamente estás aquí y ya conoces a nuestros pequeños, te juro que yo no quería ir a la mansión a invadir tu espacio personal pero Myke envío todas mis pertenencias allá y compro las cunas para los gemelos. ─
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Sentimientos Ocultos
Roman d'amourElla es Ginebra Bianchi dulce, pura, inocente y hermosa. Enfermera de profesión, chica de piel blanca y tersa con unos ojos azules que son capaz de volver loco a cualquiera, su inocencia la hace diferente a todas. Huérfana de padres, abandonada al n...