Queda mañana para que esté lista la fiesta sorpresa de Spencer, lleva estas dos semanas mejor que los días que se quedó al principio. Más trade confirmo quien si puede venir y ya hay que ir a recoger la tarta por la mañana — ¿quieres relajarte? Todo va a ir bien, ya lo verás — me intenta calmar Joseph, pero no puedo, estoy que me subo por las paredes.
Ya es miércoles, y es el cumpleaños de Spencer, le llevamos el desayuno a la cama y se va al gimnasio, mientras que Joseph y yo nos vamos a las clases y ha hacer tiempo.
Sus padres, amigos, y sus compañeros de clase, me manda un mensaje diciendo que ya viene de camino, abre la puerta y gritamos todos — ¡¡¡SORPRESA!!! — y se queda cortada — pero, ¿qué es esto? — pregunta Spencer — pues había pensado que para animarte un poco, pues te gustaría que estuviésemos todos aquí celebrándolo contigo — le digo, y me abraza con mucha fuerza — gracias — me susurra al oído — de nada — le respondo — menos mal que he venido duchada y arreglada — y todos nos reímos con ella.
Nos lo pasamos genial, le regalamos bastantes cosas: una moto, un viaje a Pekín, maquillaje, una cámara de video... Sus primos le han hecho un powert point con fotos y no ha podido evitar llorar de la emoción, los padres se han ido, y quedamos los compañeros, así que decidimos poner más alta la música y jugar a todo lo que se nos va ocurriendo — bueno, ya sabéis a lo que vamos a jugar ¿no? — y empezamos a gritar todo —!!! verdad o atrevimiento!!! — uuff, no se yo eh, la última vez acabamos mal Caroline — me dice Spencer, pero le digo que se relaje, que no va a pasar nada. Empezamos con lo de siempre, si te has liado o no, con quien... Me mira Megan, la que fue una zorra, pero no voy a permitir que me vuelva a pasar lo de la otra vez — Car, ¿verdad o atrevimiento? — me desafía, pero mantengo firme la mirada, Joseph me da un apretón en el muslo, diciéndome que yo puedo — atrevimiento — a que no t atreves a besar a Max — y ahora todo el mundo nos mira a él y a mi — de eso nada — dice Joseph, pero lo miro y le digo que no se preocupe, y veo que se relaja Joseph — Max, no flipes, eh — cojo y lo beso, es un buen beso, corto, pero bien, estoy acostumbrada a besarme con Joseph, obviamente, pero bueno, y todos vitorean — Joseph, a que no besarme — y ahora soy yo la que no quiere — de eso nada — y me mira y me susurra Joseph — será rápido, tranquila — me dice Joseph, e intento relajarme, pero es inútil, veo que Joseph le va a dar un pico, pero es Megan cuando de repente lo coge de la cara y le besa con tanta fuerza, para que lo vea, y no puedo evitar abalanzarme a ella y tirarla al suelo: la gente empieza a hacer un corrillo para ver cómo nos peleamos, pero llegan Joseph y Spence nos separan — sueltame Joseph, la mato, la voy a matar. Me lleva a mi cuarto y hay dos enrrollándose — vosotros, fuera — les dice a los otros, que salen casi en calzoncillos, bragas y sujetador, me sienta en mi cuarto e intenta tranquilizarme — te juro que — pero me interrumpe Joseph — la matas, lo sé, como sino te hubiéramos escuchado todos y me callo — esto no es propio de mi — le digo a Joseph— lo sé, pero has defendido lo tuyo, te has defendido... No ha estado mal la verdad — y le sonrío — me recuerda a la fiesta de tu fraternidad, cuando pasó lo de Spencer y lo mío — y asiente Joseph — la verdad, ha pasado tanto tiempo... — sigo recordando — recuerdo que te consolé, te posé mi mano en tu mejilla, como, justamente, hago ahora, lo miro a esos ojos verdes que tiene, y me abalanzo sobre él. Caemos al suelo y lo beso, estoy encima suya, le arranco la camiseta y se le caen todos los botones, toco todo su tirso con la mano mientras que él me baja la cremallera del vestido y me lo quita, al igual que yo la cremallera h la hevilla de los pantalones, me quita el sujetador, pero me levanta y nos metemos en el baño, — llevas — le pregunto, y él asiente — se lo pone y me penetra, suelto un gemido pero me tapa la boca para que no nos oigan, me nota que estoy mojada y hace un comentario, y ahora soy yo la que le tengo que tapar la boca para que no le oigan a él, me muerde suave, y no puedo evitar quitarle la mano h besarlo, baja la boca y ahora me muerde la barbilla, así que le digo que no pare, y no lo hace — deberiamos volver — me dice Joseph — pero si aún no ha acabado la fiesta — le digo, y él se ríe — me refería a la de Spencer — y me callo en ese momento — peinate un poco — le digo, pero Joseph se ríe — más bien necesitaría una camisa, me la has arrancado, literalmente — lo miro sonriendo — sino te quedase tan bien, no ocurrirían estas cosas — le digo chula , pero él me ataca — lo mismo te digo de tu vestido — y no puedo evitar reírme. Llegamos y encendemos el pastel, Spencer sopla las velas y todos aplaudimos, la gente se va yendo y solo quedamos los tres, recogemos la basura de la fiesta, suena el teléfono fijo y resulta que es la policía, la que investiga quién provocó el accidente que tuvimos mi padre y yo — resulta que al parecer había una cámara en el túnel, hemos podido identificar la matrícula del coche — me la describe y resulta que es la del coche de Joseph, me quedo perpleja, suelto el teléfono y se me cae al suelo, lo oye Joseph y se acerca a ayudarme — ¿oye que pasa? — me giro, estoy furiosa y a la vez llorando — ¿¿¿¡¡¡quieres saber qué me pasa??? !!! Bien, resulta que me acaba de llamar la policía, y ha identificado la matricula del coche que provocó que mi padre estuviese en coma, pues resulta que es tú matricula — le digo gritando y parece que no lo niega en absoluto — si, es verdad, pero te lo pudo explicar, iba a llamar a la ambulancia y — abro aún más los ojos — ¿¿¿¡¡¡que no nos ayudaste a ninguno de nosotros???!!! — y agacha la cabeza, se sienta — déjame que te lo explique — y lo echo de casa — fuera de aquí, no te quiero ni ver. Joder, he vivido los peores seis puntos meses de este año como una mierda, y tú sabiéndolo, estando mi padre como estaba, no quiero ni verte — le grito a Joseph, — no, no no, eh, yo no sabía que érais vosotros — se defiende, pero yo le ataco — ah, no, ¿y cuando te conté lo del accidente, no lo sabías, no? Mira, no quiero ni verte, fuera — le digo a Joseph que me mira destrozado — ¡¡¡¡¡largoooo!!!!! — Joseph coge algo de ropa, neceser, cargador, la cazadora y se va. Me voy a mi cuarto, cierto de un portazo, pero me deslizo por la puerta y me siento, lloro, no puedo parar de llorar, y me quedo dormida en el suelo, acurrucada. Entra Spencer y me ayuda a ponerme el pijama — no quiero volver a verle — le digo, siguiendo llorando — creo que tendría que tener una buena razón, mira, os he visto y, no creo que te quisiera hacer daño, habla con él, enserio — me insiste Spencer, abrazándome — no hay razón que valga, pudo ayudarme y no lo hizo, estoy harta, no quiero saber nada más de él.
Y así, estos cinco meses, han sido los mejores, pero se han vuelto negros, oscuros, como una agujero negro, pero lo peor, es que he caído en ese agujero, del que no he conseguido salir, y del que espero poder salir.FIN
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Irregular
Novela JuvenilCar y Spencer, son mejores amigas, pero ninguna de ellas se espera la sorpresa que les depara : Joseph un chico totalmente diferente a los demás y con lo que hará que te cuestiones hasta lo más obvio y profundo de ti mismo. Inspirada en otras novel...