Capítulo 21

3 0 0
                                    

— ¿Y si me pregunta algo? — me pregunta Joseph — es una cena con mi padre, no con la reina de Inglaterra — le digo a Joseph — estoy nerviosísimo — me dice, y se le nota bastante — ya lo veo, pero relájate — le digo, nos dirigimos al salón, y hay dos sitios libres, pero separados, uno al lado de mi padre y otro al lado de mi hermana — me coge Sawyer del pantalón y le dice que me vaya a donde está él, con mi hermana, lo miro y asiente Joseph, diciendo que no pasa nada, que vaya con mi hermana.
Solo se oyen risas, acusaciones de broma y mucho alcohol, ponemos la tele para las campanadas, vamos a la cocina a traer las cosas y está Joseph — ¿cómo te ha ido? — le pregunto a Joseph — ha ido bastante bien, no era para tanto, tenias razón, y me besa, entra mi hermana y nos mira embobada — me encantais, sois perfectos, y a la vez imperfectos, orden y desorden, y nos miramos y sonreímos a la vez — voy a llevar esto al salón — y me besa Joseph, lo miro y me mira mi hermana — estas pilladisima — me dice, y no puedo evitar sonreír — pues si, la verdad, me tiene loca, me encanta llegar de la Uni y verlo, de ver que llega antes que yo y que está allí, me encanta salir a correr y saber que cuando termino de correr, está dormido, y verlo me da mucha tranquilidad, una tranquilidad que llevo mucho tiempo buscando y que se me ha aparecido de repente y mi hermana se queda flipando — venga, que ya empieza — nos dice Sawyer, y vamos con las cosas que faltan, llegan las campanadas y nos felicitamos el año nuevo — feliz año nuevo — le digo a Joseph — feliz 2017 Car — y nos besamos, nos quedamos una hora allí, nos hace más unas cuentas fotos y más tarde nos vamos Joseph y yo, hemos quedado con mis amigas y sus novios. Vamos andando y le digo que es cada cosa, Madrir esta  viva, es finde año, y la gente está como loca, feliz, cantando, bebiendo... Echo demasiado de menos esta ciudad, toda mi vida la he visto y la extraño, vemos a mía amigas en la puerta esperándonos, en cuanto que nos ven se quedan en silencio — ¿¿¡¡este es Joseph, amiga??!! — y no puedo evitar reírme — ¿tú siempre tan sutil, no Tatia? — y le doy un abrazo — es que para no flipar, sabes — y la que habla es Anna — pues para  esto me voy a la gran manzana — me dice Rachel — oye, que estamos aquí, no somos sillas eh — dice David, el novio de Tatia — bueno, y también estas tú — le dice a su novio, y le da un beso — estas genial Car — me dice Matt, el novio de Rachel — y le mira Rachel, con mirada de advertencia — vamos, no me mires así, soy como tú — y le da un beso a Rachel — bueno, ¿vamos a entrar no? — les digo, y entramos en la discoteca.
Nos pedimos bebidas y bailamos, hay un futbolín, un painball, vatios sofás y  dos reservados, bailamos, y otras veces nos sentamos a beber y a hablar, tengo ganas de bailar, así que saco a Joseph a bailar y empezamos a bailar, estamos bastante tiempo y tiene que ir al baño así que coge a Tatia y le releva el turno, nos ponemos a bailar las dos y noto unas manos en mis caderas, las agarro, me doy la vuelta y veo qu es un tío que está borracho perdido — venga, no pares, — me dice, con un pestazo a alcohol que no se puede aguantar, así que le doy una patada en la entrepierna y le pego una hostia en la cara, y él me da un bofetón, pero llega Joseph y le da un puñetazo en la cara, otro en la barriga, y en ese momento llega el portero, lo coge de la camiseta y lo echa del local, veo a Joseph y le beso, la noche tramcurre con normalidad. Llegan las ocho de la mañana y nos vamos todos a desayunar a una cafetería, llegamos reventados a la casa y dormimos, hasta las ocho de la tarde, la casa está sola y comemos algo, más tarde nos ponemos Netflix y seguimos descansando. Llegan mis padres del físio y hablamos con ellos, dicen que mi padre no está tan mal, que será largo, pero no tanto como nos creíamos, nos vamos Joseph y yo a la habitación para que mis padres estén los dos solos, y que estamos nosotros igual. Al final me quedo dormida apoyada en Joseph, y veo que él se apoya en mi cabeza y nos volvemos a dormir.
A la mañana siguiente, porque hemos dormido hasta las ocho de la mañana, nos levantamos y desayunamos con mis padres, Elijah sigue durmiendo y mi hermana y Steve se han ido para su casa, decido salir a correr y Joseph se quiere venir conmigo, pero no me gusta que salga conmigo a correr gente, me gusta sola, para organizarme.
Más tarde llego a la casa y veo que Joseph ha acompañado a mi madre a hacer la compra, mi padre está en el sillón, así que, con la toalla enrollada en el pelo y el albornoz me siento al lado de él, apoyada en su hombro — te he echado mucho de menos — le digo a mi padre, que me echa el brazo por el hombro — lo sé — y me da un beso en la frente — y lo siento — me dice mi padre entre lágrimas, y no puedo evitar consolarlo — no fue culpa tuya, fue de ese cabron que iba en el coche, es que si me lo encontrase, no respondo de lo que pueda hacer ¿cómo no te puedes enfadar papá? — le pregunto — creo que, el que nos haya hecho esto, se arrepiente, mira, he estado estos nueve mesese, es como si hubiese vuelto a nacer, podría haber sido peor  cariño, pero he vuelto a nacer, se me ha dado una segunda oportunidad, no puedes estar odiando a una persona para siempre, guardar un rencor muy grande, yo lo he hecho, prueba a ver, porque si sigues odiando, si odiamos a alguien durante tanto tiempo, nos pudriremos, y eso no lo quiero para nadie, ni para ti, y en ese momento, encuentro calma con mi padre, una calma que hacia nueve meses que no sentía, y como dice él, mi padre ha vuelto a nacer, y a ver de distinta manera la vida a como la vemos nosotros, de forma sincera.

Irregular Donde viven las historias. Descúbrelo ahora