En cuanto termino, salgo con la toalla enrollada al cuerpo, me he oreado el pelo, pero aún lo llevo húmedo y a la vez rizado, al lado izquierdo la raya. Me detengo al ver que no está Joseph en el salón, así que voy a preguntarle lo que me está dando vueltas la cabeza desde hace quince minutos— oye, Joseph— le digo, y no tarda en contestar— ¿que quieres Car? Estoy en la cocina, ven— dice gritandome— tengo una duda, antes me he duchado, y he dejado una raja para que el vapor se fuera, ¿has mirado? — le pregunto, esperando no oír la respuesta que creo que va a soltar— si, he sido yo— y me quedo con cara de pasmada— y ¿por qué lo has hecho? —pregunto, confundida—¿qué por qué? Porque me ha apetecía y tampoco lo sé, ha sido un acto reflejo— no creo que eso sea un acto reflejo, la verdad—replico— Pues mira, me he sentido atraído, vale, ha sido pasar por ahí y no poder evitarlo, porque la verdad no se puede— y me quedo más sorprendida de lo que estoy— sabes que, vale, pero no finjas que no sientes algo, quieres hablar de nosotros, habla— y me quedo ahí, quieta, esperando su respuesta— el caso, Car, es que no sé qué decir, o hacer, o pensar. Lo único que sé, es que me gustaría— y me echa para atrás contra la pared, mirándole a esos ojos castaños que tiene— que admitieras la verdad— este chico no deja de sorprenderme— que me quieres, que me deseas. No te preocupes sino me lo quieres decir a mi, pero al menos no te engañes a ti misma y admitelo, porque estaba claro que sino hubieses querido, la hubieras cerrado completamente— me dice, lentamente, sintiendo su aliento casi en mi boca, al estar acercandola a la mía— tengo novio Joseph, un novio que se queda hasta mañana con nosotros y al que quiero— le digo, y se ríe de manera irónica— si, pero una cosa es querer, y otra es desear, y ambos sabemos que no. Me deseas, tanto como yo a ti, porque seguro que no tendrías los muslos abiertos y separados sino quisieras algo— va bajando la mano desde mi pelo hasta la punta de la toalla que llevo y no duda en agarrarla e ir tirando poco a poco, cuando se oye la puerta abrirse y nos quitamos— ya estamos aquí— anuncia Spencer— cariño ¿estás bien? Te veo colorada—me pregunta Justin y Joseph no puede evitar girarse y sonreír un leve momento— es que me he duchado y estaba el baño lleno de vapor de agua— le digo, y al parecer ha colado— voy al cuarto a ponerme cómoda— le digo a Justin— ¿vale, vas a tardar mucho? Porque tengo que hacer la maleta para mañana— me dice, y le noto que no quiere irse— ¿por qué no cenamos los cuatro hoy, como despedida?— idea Spencer, y no parece tan mala idea— bueno venga vale, ¿a las 7:00p.m?— perfecto, voy a hacer la reserva— así que id descansando porque la noche va a prometer— y nos quedamos todos asombrados.
Llegan las 5:30p.m, así Spencer y yo nos vamos preparando, decido peinarme el pelo y hacerme un poco de mis rizos más delgados, mientras que Spencer hace igual— ¿ha habido algo, entre Justin y tú, ya sabes, este finde? — y me mira con mirada pícara— ah, no no no, me hizo cosquillas, no nos acostamos ni nada de eso.
— Cuando tienes pensado algo Car, porque la verdad, yo sí fuera tú, estaría queriendo todo el rato— me dice, y tengo que morderme la lengua— claro, se nota—digo en vos baja—¿qué has dicho, no te he entendido— y se me ocurre una excusa— he dicho que no se te nota— y parece que se lo ha creído.
Nos disponemos a salir: Spencer lleva una falda lila con botones, una blusa blanca con el cuello alto y convers, Justin lleva una camisa negra, pantalones blancos y zapatillas color mostaza. Joseph, en cambio, lleva una camisa roja de cuadros rojos, vaqueros negros y zapatillas negras, y yo llevo un vestido rojo pegado, liso con una cremallera por la espalda, y unos tacones negros bajos y medias de encaje, a las dos nos cae el pelo por debajo de los hombros y llevamos gabardinas distintas, ella negra y yo marrón.
Decidimos que vamos a una pizzeria, hemos pedido dos pizzas para el centro y un plato grande de spaghetti boloñesa. Hablamos de lo que vamos a hacer estas vacaciones de Navidad, que queremos que nos regalen y sobre todo de si vamos a salir fuera— Pues nos podríamos ir a mi cabaña estas vacaciones, cuando no estén vamos allí— dice Spencer ilusionada— no suena mal la verdad, a mi me apetece mucho— dice Justin— no suena mal, ¿no Car?— inquiere Joseph, al mismo tiempo que bebe del vino mirándome— tengo que ir al baño, pero si, suena muy bien— y me dispongo a ir al baño, pero me giro y veo a Joseph que habla, así mejor.
En cuanto que entro, oigo que llaman a la puerta, respondo que está ocupado y vuelven a llamar, y no tengo más remedio que ir a abrir— esto se está convirtiendo en una costumbre— le digo, nada más ni nada menos que a Joseph— lo sé, igual que sabías que iba a venir, por eso te has girado antes de entrar—pillada— están nuestras parejas esperando— le digo riéndome— pues que esperen al postre— y no duda otra vez en acorralarme contra la pared— nos van a echar en falta ya mismo— le digo a Josep que sigue a su rollo— puedes decir que tienes la regla y que por eso tardabas— Muy buena excusa para mi, ¿y que nos vamos a inventar para ti?— le digo, y se queda callado sin saber qué decir— que se me había caído el móvil— ah, pues mira, no es mala jajaja— y de repente llaman a la puerta— Car, ¿qué te queda?¿Estás bien?— y no puedo hablar al estar besándose Joseph— mierda, que pesado es de verdad— y le doy un puñetazo suave de forma de coña— no le digas eso, es muy bueno. Si, ya salgo.
La verdad es que ha sido un momento bastante inoportuno.
En cuanto que llegamos a la casa, cada uno se va con sus parejas a los cuartos— voy al baño a los dientes— anuncia Justin— vale, perfecto. En cuanto que sale me quito los zapatos, después las medias y salta un mensaje, es del teléfono de Justin, así que decido silenciarlo y no puedo evitar ver que es de una chica, y el mensaje pone "me encantó la fiesta del miércoles, no se cómo nos quedamos roncos la verdad. Bueno, no te agobio, un beso, ya nos veremos cuando vuelvas" y en ese momento no puedo evitar lo que voy a hacer en cuanto que entre en el cuarto.
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Irregular
Teen FictionCar y Spencer, son mejores amigas, pero ninguna de ellas se espera la sorpresa que les depara : Joseph un chico totalmente diferente a los demás y con lo que hará que te cuestiones hasta lo más obvio y profundo de ti mismo. Inspirada en otras novel...