Capítulo 6

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Como no he pegado ojo en toda la noche decido salir a correr. Mi mente se va despejando y a la vez organizando como va a ser la visita de Justin, que vamos a hacer, etc. Hoy es miércoles, así que se va a venir a pasar cinco días al piso, donde está la "parejita feliz del mundo", a ver, me alegro por Spencer, pero siempre ha sido ella de presumir todo lo que tiene.
— Hola cariño— me llama Justin, ¿a estás horas? Esto es muy raro— ¿que haces levantado a las 5:00 de la mañana?— Pues preparándome para coger el avión— me dice con voz ronca— ah si, es verdad. ¿Aguantarás siete horas en avión? ¿Y por qué estas con voz ronca?— y ahora soy yo la que está haciendo las preguntas— Si, tú no te preocupes.— me dice.
Cuando llego al piso veo que han dejado una nota: nos hemos ido a correr, la verdad no sé cómo tenemos fuerzas, bueno no tardaremos, un beso. Madre mía, no paran de hacer cosas, que hiperactividad, bueno, voy a ducharme. Después de darme una ducha: he limpiado, he cocinado, he ordenado el armario y llenado bolsas de ropa para la beneficencia, como no tengo nada más que hacer y he tardado cinco horas decido ponerme a leer. De repente oigo que la puerta se abre y son la parejita— ¿Cómo os ha ido?— pregunto cansada después de haber limpiado— Pues muy bien, hemos desayunado tortitas y uno zumo de naranja ¡buenísimos! Y veo que has limpiado bastante. Bueno voy a ducharme. — dice Spencer. Y nos quedamos solos Joseph y yo mientras que Spencer se está duchando.
— Voy a seguir ordenando mi cuarto— digo, dispuesta a irme cuanto antes —no tenemos por qué estar incómodos estando los dos solos, si vivimos juntos, no creo que pase nada si estamos en la misma habitación—dice con tono serio— bueno, la verdad es que si y no tienes razón: lo digo porque, no sé, para mí si lo es, te besé, estando borracha y si es un poco violento,tengo novio y lo que hice fue una gilipollez enorme, más bien la que la cagué fui yo. Justin viene a las 2:00pm, y tengo que ir a hacer un recado, así que si viene, dile que entre, ya le he dicho cual es el piso y todo.
— Car— me grita Joseph— ¿qué pasa? —pregunto— no nada, no es importante, puedes irte.—me dice sin terminar la frase.
Me dispongo a coger la bici y salir de compras. Me he comprado: dos pantalones, una camiseta y tres jerséis: verde de cuello alto, otro rosa con botones y uno negro liso. También un nuevo peine, un bolso para ir a clase y un nuevo archivador, además de ropa nueva lencera: dos sujetadores con relleno, encaje negro y rojo a juego con las bragas.
De prente veo que son ya las 1:30pm. así que decido ponerme en marcha e ir a hacer la comida. Entro en la casa y veo que está puesta la mesa, pero una mesa para dos personas y está Justin esperándome en el sofá.
—¡¡Sorpresa!!—dice con una sonrisa Justin y abriendo los brazos en señal de que haga el mismo gesto, y veo que se ha cortado el pelo, lleva vaqueros negros y una camiseta roja, junto con sus Vans a juego con la camiseta —        pero, Justin que, ¿qué has hecho?— y lo abrazo, así que intuyo que ha sido él quien ha puesto la mesa— Pues como he visto que no venías y me ha abierto un tío digo, que raro, pero ha bajado Spencer y me ha dicho que era Joseph, su novio y tu compañero de piso, un poco...— borde — y lo interrumpo— si, no quería que sonara  violento viniendo de mi— dice Justin abrazándome otra vez— tranquilo, no te preocupes, me cae muy bien y he sido yo la que lo ha dicho por ti, además, no tienes que disculparte, yo también lo pensé. Bueno comemos, tengo un montón de hambre, ¿no sé por qué será?— dice en tono sarcástico y nos reímos a la vez. Le cuento todo: como es la universidad, cómo es el profesor, los amigos que he hecho, le hablo maravillas de Brad... Y él me cuenta como le va todo: cómo esta su padre, sus hermanos, Andrea y Logan... — he ido a ver a tu hermano, Elijah, está mucho mejor y se alegró mucho cuando lo llamaste— y no puedo evitar acordarme de él siempre, echo de menos a ese pequeño diablillo, y no puedo evitar soltar una risa en voz baja.— te echa mucho de menos, y siempre me pregunta que como estás... — si, la verdad, no creí que lo echaría tanto de menos— y por un segundo me pongo sentimental— perdona, es tu primera noche y no quiero estar así— le digo — eh, es normal, tranquila — y me da un beso en la frente, y me siento bastante bien.
— ¿Qué quieres ver, tengo Netflix, e incluso videoclub? Podemos alquilar alguna — le digo a Justin, levantando una ceja en modo de curiosidad — no sé, la que quieras — me dice Justin— pues Pretty Woman, que me apetece— y va trayendo las palomitas y los refrescos, y no puedo dejar de reírme — son las 4:00pm de la tarde, ¿has hecho palomitas enserio? — le digo algo soprendia — Pues si, como cuando éramos pequeños —y él tampoco lo puede evitar— si que es verdad. Cuando mis padres se iban a comer y no nos apetecía, se quedaba la casa sola, así que: se venía él junto con sus hermanos y los míos, nos sentábamos en el sofá, en el suelo y hasta en el puf, nos cogíamos tres mantas y así en cadena durante toda la tarde. — Guau, es verdad, ya no me acordaba. Que tiempos la verdad — así  que cogemos la manta y todo lo demás, y mientras que veo como Vivian y Edward van por las calles a gastar "una cantidad indecente" con la tarjeta de éste o se van a la ópera, no puedo evitar quedarme dormida e imaginar que estos cinco días van a ser algo inusual y que lo intentaré disfrutar, sea como sea y sobre todo no preocuparme por nada, ¿o si?

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