La alarma suena, hoy tengo bastante cansancio en el cuerpo no sé por qué la verdad. Me despierto, desayuno y me pongo en marcha para ir a clase, nos toca clase con Harry, así que decido coger el libro que nos ha mandado leer. Veo que tengo una llamada de mi madre, ¿que querrá? Pero decido llamarla luego, no tengo muchas ganas ahora, me pregunto cómo le irá a Elijah, le echo muchísimo de menos luego hablaré con él para ver que tal le va. La gente va llegando a la clase, pero veo que Brad no ha llegado, estará malo o en el médico, así que no decido preocuparme mucho, pero me manda un mensaje diciéndome que esta en el médico, lo sabía — buenos días clase — anuncia Harry — lleva unos vaqueros, una camiseta negra y unas convers de color negro, en general, todo de negro, además se ha dejado el pelo largo, no sabía que tenía el pelo rizado — buenos días — decidos todos a la vez — bueno, ¿qué os ha parecido el libro? — nos pregunta a todos — veamos qué nos dice nuestro recién llegado, el señor Terence — y me giro para verle la cara, parece que no está muy interesado, pero si que lo entiende — pues la verdad, la protagonista debería relajarse, porque, sinceramente, se las ha hecho pasar canutas a todos: sus padres, sus amigos, y hasta a su novio — y me quedo indignada — pero lo hizo para estar con la que amaba ella, ¿no le parece bien sacrificarlo todo por amor? — le pregunta Harry — sinceramente, no lo creo, el amor viene y va, no se queda, se enciende, se apaga, viene, va... Lo podemos ver en los matrimonios, que al parecer solo buscan estar juntos si tienen hijos, sino no se sostiene. Es como las tías, solo sirven para criar a los hijos yasta — y hasta aquí ya exploto — ¡tú que coño dices! Lo dices aquí, y así, delante de todas nosotras, pero de que vas, al menos sabemos hacer muchísimas cosas y mejores que vosotros, al igual que todos nosotros, si vives en la edad de piedra, pues lo siento por ti, pero tío, estamos en el siglo XXI, madura ya chaval — y la gente me aplaude por haber dicho eso, algo que no está nada mal para lo poco que hablo en clase — es que se me ha olvidado mencionar que es también una muy buena cualidad que tenéis aparte de todo lo que sabéis hacer — y pretende quedar por todo lo alto — claro, por eso no lo has mencionado desde el principio, por eso te lo has callado, ¿no?— y suena el timbre — bueno, creo que os veré luego, tengo guardia con vosotros — y nos despedimos. Mientras que voy recogiendo se acerca Harry — que emocionante — me dice — no, que desagradable, como le puede dejar entrar aquí en la clase — le pregunto indignada — hay que respetar el pensamiento de cada uno, y puedes tutearme si quieres y me coge la mano, y la quito al instante — me contesta — la verdad, no respeto eso, me aguantaré, pero no lo veo nada bien, es algo que debería cambiar desde ya, o educarnos desde chicos a no decir y a no pensar esas cosas, me siento bastante ofendida la verdad — y me da la razón — tienes razón, y es culpa mía — me dice, y dejo de recoger y pararme a preguntarle por qué lo es — por no echarlo o no decirle que parase — y me siento un poco mal — no se preocupe es culpa de él, no de usted, y — de repente me besa y me empuja contra la pared — y en cuento que puedo le empujo — ¿qué hace? — y vuelve a hacerlo, y acto seguido vuelvo a empujarle — nos llevamos muy poco, podemos estar juntos, es una atracción que no he sentido por nadie y no puedo pararla desde que te conocí, además, he oído que dejaste a tu novio por el del piso he oído que es un poco dictador — y me quedo pasmada, le pego una bofetada en la cara — eso no es verdad — y me pega él a mi, me coge de la cintura y me sube a la mesa, y me golpea las dos muñecas con el borde de la mesa para agarrarmelas para no volver a pegarle, me arranca la ropa y pongo resistencia, pero me pega otra bofetada y me tapa la boca para que no grite, pero le pego un bocado y una patada en la entrepierna y salgo corriendo mientras que él se queda tendido en el suelo. Corro todo lo que puedo y me topo con Joseph — ¡¡¡¿Car, que ha pasado!!!?— no puedo ni hablar, solo tartamudeo — es Harry, me, me iba a, y, y luego me — tiene la mirada que echa fuego — te juro que lo mato — no, no, quédate conmigo, no me dejes sola — le suplico y se queda, pero me desmayo en los brazos de Joseph — ¡¡¡Car, Car!!! Brad ve a por sus cosas, ¡corre!
En ese momento no puedo dejar de pensar con los ojos cerrados de revolverme del asco en lo que acaba de pasar y de lo que podría haber pasado sino le hubiese pegado, pero sigo sin creérmelo aún. Cada vez que lo pienso tengo ganas de vomitar en todo el rato y encogida como un ovillo de lana. Noto que hay alguien que me lleva en brazos con una manta alrededor mía, por la forma en la que se nota, siento como que voy subiendo y bajando en botes. Me duele el cuerpo, por cómo me puso encima de la mesa tan bruto y me duelen bastante las muñecas, noto cómo no las puedo mover o hacerlas girar, será también por que no me puedo mover, me tiemblan los muslos, pero claro, es normal, dado que aún recuerdo que me iba a bajar el pantalón después de que me arrancara la blusa y se me quedaba parte al aire, lo recuerdo todo, y eso es lo amo, que me gustaría olvidarlo, espero, y pronto.
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Irregular
Teen FictionCar y Spencer, son mejores amigas, pero ninguna de ellas se espera la sorpresa que les depara : Joseph un chico totalmente diferente a los demás y con lo que hará que te cuestiones hasta lo más obvio y profundo de ti mismo. Inspirada en otras novel...