CAPITULO 43: ÁNGELES Y PELUCHES

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POV LAUREN
Todo marchaba de maravilla con Camila, no nos podiamos ver diario pero siempre que teniamos oportunidad nos veiamos en los baños o en la biblioteca. A veces, entre clases solía mandarle algún mensaje para que recordara lo hermosa que era, le dedicaba algun canción o simplemente le deseaba un bonito día, a pesar de que no soy muy afectiva con ella si lo soy.
Ella tampoco se queda atrás, siempre me dice lo guapa que me veo y me manda algún video gracioso. El tiempo que llevaba saliendo con ella descubrí que es un ser humano extraordinario, tiene un sentido del humor increíble y si no la conociera diría que es muy seria pero, es todo lo contrario, es un angel, mi angel.
Por fin era Sábado e iríamos al parque, estaba emocionada de pasar mas tiempo con Mía y Camz, ahora le decía así, todo surgió porque las personas siempre le decían Cami, Cam o Mila pero un día le comente que quería algo especial y la llame asi, Camz.
-LAUREN -esa era mi madre llamándome desde la escaleras- ¿VAS A COMER AQUI? 
-NO, YA TE HABÍA DICHO QUE SALDRIA -le grite desde mi cuarto- PERO NO LLEGARÉ TARDE.
-ESTA BIEN.
Me seguí vistiendo, no me quería poner un vestido porque en los juegos mecánicos se me vería la ropa interior, así que me puse unos pantalones y una blusa que combinaba para ir completamente cómoda. Peine por última vez mi cabello y salí rumbo a la casa de Camila.
Me lleve a Sam, pues iría a su casa para irnos en su coche y en la noche me regresaría del mismo modo en que me fui.

POV CAMILA
Estaba muy feliz y emocionada, esta semana fue completamente increíble. Lauren me hacia sentir mil cosas a las que no le podía dar una explicación lógica, la única manera era darle un nombre: Cariño y afecto. Siempre me mandaba mensajes para saber cómo estaba o simplemente para decirme lo hermosa que era, esos detalles por pequeños que parezcan, tenían un gran lugar en mi corazón.
-Mami, ¿me ayudas? -estaba en mi tocador arreglandome cuando llegó Mía para que le ayudara a ponerse los tenis, ella se vestía sola y le daba libertad de que escogiera lo que quisiera, pero no todo lo podía hacer por su cuenta-
-Claro que sí corazón, ven -caminamos a la cama y me agache- ¿Estás emocionada?-pregunté mientras le ataba los cordones-
-Sip, ojitos me cae muy bien.
-A mi también me cae muy bien... oye ¿No te gustaría invitarla a tu fiesta de cumpleaños? -dije expectante, en realidad la que quería que fuera, era yo-
-¿De verdad? -exlamó con sorpresa-
-Si, bueno solo si quieres.
-Le diré más tarde, cuando se suba conmigo al los caballitos -puse cara indignada-
-¿No quieres que suba contigo?
-Si puedes subir, tal vez aparte pero si puedes subir -me empecé a reír por su comentario, era realmente maravilloso la conexión que tenían, sin embargo Mía no tenía idea de la relación tan peculiar que tenia con la chica de ojos bonitos-

Dieron 3 toques en la puerta y lo más seguro es que fuera ella.
-YO VOY -grito Mía-
-Esta bien, invítala a pasar y le ofreces agua o una soda ¿De acuerdo?
-Si -se levantó de la cama y corrió a la puerta, aproveché que Mía la entretenía para terminar de arreglarme.

Pasaron pocos minutos, pero fue el tiempo suficiente para que cuándo saliera de la habitación viera a Mía colgada de la espalda de Lauren riéndose y jugando a que la mayor era un avión y la más pequeña fingía ser Kin Kong.
-¿Se divierten? -dije con una pequeña sonrisa y me acerqué para saludarla con un beso en la mejilla-
-En realidad si, y mucho ¿verdad? -contestó Lauren-
-Si, Lauren en un avión -Tambien contestó Mía desde su espalda- y yo soy King Kong.
-Ya veo -tome a Mía de la espalda de Lauren para bajarla- Pero ya tenemos que irnos, no quiero que haya tráfico.
-Tienes razón, ya debemos irnos -me apoyo Lauren-
-Voy por mi chamarra -Mía corrió a su cuarto dejándonos solas y me acerqué-
-Hola cariño -le di un beso rápido en la boca- ¿Cómo estuvo el camino? Te extrañé mucho.
-Estuvo bien, pero yo también te extrañé mucho Camz- me tomó de la cintura y yo coloqué mis brazos detrás de su cuello- esperaba con ansias poder verte-
-Pues aquí estoy -y nos volvimos a besar, pero nos tuvimos que separar rápidamente pues Mía ya venía de regreso-
-¿Ya nos vamos? -pregunto la pequeña-
-Claro, ya vamos.

CARTAS INCONTABLES (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora