CAPITULO 8: CELOS A PAPÁ

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POV CAMILA

Después de la interesante y divertida entrega del libro en la biblioteca, era hora de ir por Mía a la escuela. Dinah iría y eso me emocionaba bastante, hace tiempo que no pasamos un momento a solas como las buenas amigas que somos.

De hecho, me espero en el estacionamiento cuando pase rápido a devolver el libro, desde que trabajo en la escuela no he desaprovechado la oportunidad de ir por mis textos literarios favoritos, y en especial la poesía. Pero hay un libro que me encanta y es "La ladrona de libros" y cada que puedo voy por él, eso pasa por lo regular cada mes.

En fin, después de lo sucedido era momento de irnos, fuimos en el coche de ella hasta la escuela de Mía.

- ¿Te está gustando la escuela, Mila? -me miró-

-¡Si! Es muy bonita, además los alumnos me caen muy bien y son muy decentes... aunque hay uno que siempre que se le presenta la oportunidad me dice halagos subidos de tono, pero supongo que es la edad o algo así, su nombre es Zayn.

-Ya sé quién es, el chico canta muy bien, tiene clases conmigo los martes. Es lindo, tiene bonitas facciones, además la pose de chico malo le añade algunos puntos.

-Lo sé, pero no sé qué hacer cuando hace comentarios hacia mí, de todas formas, soy un poco hostil cuando hace el papel de galán conmigo, debe entender que eso no está bien.

-Son chicos, que esperabas -dijo con obviedad-. Pero cambiando un poco el tema ¿Por qué tardaste en devolver el libro? Sé que siempre has sido un ratón de biblioteca...de hecho, eres rara -le di un golpe en el hombro y empezó a reír-.

-Cuándo fui, oí música a todo volumen y eso no es normal en ese lugar, o sea, es una biblioteca y se supone que debe haber silencio.

-Esto se torna interesante.

-Y bueno, me acerqué y pude notar que la señora Jane no estaba y en su lugar había dos chicos cantando a todo volumen bohemian rhapsody con una escoba como guitarra y un plomero como micrófono.

-En su defensa diré, que es una gran canción.

-Lo sé, de hecho, estaban arriba de una mesa y cantando con mucho sentimiento, así que no los quería interrumpir, pero se nos hacía tarde así que tuve que hacerlo de todos modos. Esa escena me hizo gracia así que sin querer se me salió una pequeña pero sonora risa, así que se dieron cuenta de mi presencia y cuando vieron que era yo, se pusieron blancos de la pena. Era un chico muy lindo llamado Louis y una chica llamada Lauren, ambos tienen clases conmigo.

-No sé porque te dices llamar mi mejor amiga si no lo grabaste para reírme contigo, eres mala.

-Vamos, no había tiempo, además también me traje otro libro.

-No me digas cual es –dijo en tono sarcástico- no tengo idea de porque vas por el sí lo tienes en casa.

-Si, pero es diferente edición, tiene pequeños detalles que en el que tengo en casa no, además me gusta ese aire de libro antiguo.

-Estás un poco loca.

-Puede ser, pero sé que me amas.

-Eso es obvio, siempre te amaré. Pero dejando de lado nuestras cursilerías, ya llegamos, ¿bajamos?

-Claro, vamos. Sé que en estos momentos mi hija correrá a tus brazos porque eres su tía favorita.

-Que te puedo decir, soy fabulosa.

Bajamos del carro y cómo lo había comentado anteriormente, dicho y hecho mi hija la vio y se emocionó, pero su papá ya estaba ahí, así que después de la escena dramática de ambas mujeres, saludos alegres por aquí y por allá, nos dirigimos a mi restaurante favorito, el taco-taco.

CARTAS INCONTABLES (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora