CARTAS INCONTABLES (Camren)

CAPITULO 45: FIESTA EN LA PLAYA P.2 (Primera vez)

POV LAUREN

Ya era completamente de noche y ya estaba de regreso al hotel. Recibí el mensaje de Camz y entré al gran y lujoso hotel, iba a tomar el elevador pero alguien me detuvo.

-Hola señorita, este elevador es exclusivo para los dueños y está restringida la entrada a externos.

-Sí, lo sé. Pero tengo que subir -iba a seguir caminando para entrar-

-No la dejaré pasar -dijo prepotente-

-No digas tonterías -me iba a cruzar pero se puso en frente bloqueando la entrada- déjame pasar -dije fría y molesta- de verdad, estoy cansada y quiero dormir.

-No es mi problema señorita, ya le dije que no puede pasar -y me empujó-

No necesite que me dijera más, simplemente lo golpeé y le di fuerte, sirvió para dequitar mi irá -¿QUÉ HACES?- Camila me miraba asombrada desde las escaleras por dónde acababa de bajar y corrió para auxiliar al botones.

-Ven Raí -lo guió a hasta el mostrador para que lo atendieran -¿Estás bien? -le pregunto al pobre mientras yo me quedaba en mi lugar-

-No se preocupe señorita Cabello, pero es que la jóven quería pasar y le dije que no podía.

-Discúlpame por favor, por eso mismo bajé, para decirte que la dejarás pasar -me miró con frialdad y desaprobación- Anita -le habló a una chica- por favor, atiendan a Raí.

-No se preocupe señorita, ya llamé al médico.

-Muchas gracias, cualquier cosa por favor me llaman a la habitación -se veía preocupada-

-Gracias -le contestó Raí a Camila- No se preocupe.

Vi cómo se dirigía a mi dirección y estaba completamente molesta, iba a paso firme y nunca la había visto así, me asusté mucho.

-Allysus, ayúdame -dije bajito mientras se paraba en frente de mí- Hola –dije apenada y asustada-

-No quiero ni una sola palabra –me apuntó son el dedo índice y apretaba los dientes por el enojo- Tus maletas están en la habitación, ve por ellas –se metió al elevador y la seguí, ahora no hicimos nada que nos comprometiera a que alguien nos viera.

-Necesitamos hablar ¿No? -la miré dolida- 

-Si, pero no cuándo estás enojada con la vida y golpeas a la gente -se cruzó de brazos- así no -me miró muy fría y desvió la mirada- 

-Pues como quieras -salimos del elevador y me guió a la habitación-

-Carajo -miré todo a mi alrededor- Perdón -no estaba acostumbrada a decir malas palabras con Camila, con ella procuraba ser muy decente- Pero esta habitación es sensacional.

-Lo sé -me señaló mis maletas- ahí esta tu equipaje.

Miré mi maleta y luego la vi a ella -¿Quieres que me vaya? -la mire esperanzada y se quedó viendo el piso sin decir nada- Entiendo ese silencio, buenas noches Camz -iba a tomar mi maleta cuándo hablo.

-Espera, tenemos que hablar -se sentó en la gran cama- creo que es momento de que me digas lo que piensas acerca de esto, de nosotras. Te has guardado muchas cosas y es injusto para ti, también tengo que escucharte.

-Perfecto - me senté a un lado de ella- ¿Quieres hablar primero?

-No, dime lo que sientes y después yo te diré lo que pienso -estaba seria, firme como una roca-

-Ok... no me gustó la forma en la que Chon habló en el micrófono, sé que no tengo derecho a exigir que me presentes ante tu familia porque no estamos preparadas, pero pensé que habías dejado las cosas en claro con él desde un principio. Pero ya veo que no es así-alce un poco mi tono de voz- porque desde que llegó él, prácticamente me dejaste ahí sola, si no hubiera sido por Sof, Liam y tus amigas hubiera estado SOLA CAMILA, SOLA.