CAPÍTULO 4

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LA PUERTA HIZO UN CHIRRIDO AL ABRIRSE

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LA PUERTA HIZO UN CHIRRIDO AL ABRIRSE. Cassana entró a la habitación como si fuera la suya propia, sorprendiéndose de no hallar en ella a ninguna mujer que no fuera la reina. Robert estaba sentado, con la mirada perdida en la vista de la capital y una copa de vino en mano.
Se quedó de pie, esperando que el corpulento hombre notara su presencia. Robert la miró de reojo, negó con la cabeza, y se giró nuevamente.

— No harás que cambie de opinión. —sentenció. Consciente de que su sobrina no aprobaba sus métodos cuando se trataba de la joven Targaryen.

— No vine a hacerlo. —aclaró— Eres muy terco como para escucharme.

Robert rió amargamente, y le indicó a la joven castaña que tomara asiento. Él hizo lo mismo, luego de volver a llenar su copa.

— Lord Stark es un buen hombre, si te da un consejo deberías escucharlo.

— Creí que no venias a eso...

— Lo escogiste como Mano del Rey porque creíste que era la persona más honorable y razonable que podía con el cargo, además de Jon Arryn. ¿Entonces por qué no lo escuchas? Fuiste hasta Winterfell por él para que te ayudara a mantener todo el orden, y cuando lo hace, lo echas porque no está de acuerdo contigo.

El rey no tuvo palabras para contradecirla. Su actitud era idéntica a la de su hermana, aquella que no veía desde hace años, siendo esto, una de sus más grandes tragedias. Rowena marcó una distancia con él cuando sus problemas de alcohol y prostitutas se volvieron más frecuentes. Lo único que podía agradecerle a su cuñado, era el hecho de no haber alejado a Cassana de él.

— Eres idéntica a tu madre. —comentó— No sé cómo no te cansas de cuidar a este caso perdido que soy.

— Por algo estoy aquí, Robert.

El ciervo volvió a carcajear, siempre lo hacía cuando la joven se refería a él de forma tan informal. La relación con sus hermanos era complicada, Cassana era la única a la que podía considerar familia.

— Estás aquí porque el necio de tu padre quiere que te consiga un buen esposo. —le recordó, incluso ella había olvidado el motivo principal de su llegada a la capital y ahora tenía un mal sabor de boca— Los matrimonios arreglados son una mierda, así te lo digo. Ni todo el dinero, ni el más grande ejército te darán felicidad, mucho menos un estúpido Lord que no soporte ver sangre sin desmayarse.

Cassana deseaba en su interior que su padre pensara de la misma forma. Pero Aarón Tyrell planeó la vida de su hija desde su nacimiento; algún día sería la esposa de un Lord importante, gobernaría su castillo y tendría a sus hijos. Confiaba en que su cuñado, el rey, podría facilitarle el trabajo.

𝕷𝖎𝖔𝖓 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙 PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora