CAPÍTULO 19

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LA CASTAÑA SE OCULTÓ DETRÁS DE UNO DE LOS PILARES del salón cuando Pycelle hizo su aparición, no era la persona que esperaba ver. A pesar de que el lugar estaba hecho un caos por la próxima llegada de Stannis y casi nadie se encontraba en la Fortaleza, eso no impedía que no se cruzara con ciertas personas indeseables.

Esperó unos minutos más hasta que el chico apareció, luciendo bastante confundido por no encontrarla. Cassana asomó parte de su cuerpo y llamó al escudero en voz baja.

— Podrick. —tan pronto como escuchó su voz, dio pasos apresurados hacía ella— ¿Lo lograste?

El chico aún tenía la respiración agitada y tuvo que pasar un rato para responder con normalidad.

— Todo está listo, mi lady. —informó— Pero deberá darse prisa, si no llega a tiempo, el barco partirá.

— Entiendo. —dijo aceptando el aviso— Gracias, Pod.

Luego de aquella pequeña charla, era hora de poner en práctica su plan. Los soldados se dirigían a la puerta del castillo para unirse a la batalla que estaba próxima, Stannis llegaría en cualquier momento y era mejor estar preparados.

— Lord Tyrion. —saludó cortésmente al hombrecillo que se encontraba acompañado de Shae y Sansa.

— Lady Cassana. —respondió de la misma manera— Mi hermana les ha pedido que se unieran con los otros nobles en el Torreón de Maegor.

La expresión del Lannister le indicaba que estaba tan preocupado como ella, Cersei tendría sus ojos puestos sobre ellas, no las dejaría salir tan fácilmente. Tyrion estaría más que ocupado como para ayudarlas, ella debía hallar una solución.

— ¡Sansa! ¡Sansa, ven acá!

La irritante voz de Joffrey la hizo rodar los ojos, la pelirroja fue al instante a su encuentro.

— Manténganse a salvo. —dice él antes de retirarse junto a Podrick. Hace horas tuvo la oportunidad de despedirse propiamente de Shae, si es que llegaban a tener éxito.

Ambas mujeres emprendieron su dirección hacía el Torreón, Sansa aún estaba atenta a las palabras sin sentido que Joffrey seguía diciendo.

— Si Stannis es tan tonto como para acercarse a mi. —dijo, alardeando de que sería él mismo quien matara al Baratheon.

— No durarás ni un minuto, Joffrey. —habló Cassana sin poder contenerse— Considera un favor de Stannis que te mate hoy mismo antes de que Robb lo haga. Es más, nos haría un favor a todos.

El rubio se giró hacia ella con una expresión ofendida, cerró el puño apretando la empuñadura de su nueva espada y se acercó amenazante.

— O quizá debería arrastrarte hasta la batalla y dejar que sus soldados hicieran de ti lo que les plazca.

— No creo que se atrevan a tocar a la sobrina de su rey. —sentenció segura, Joffrey separó sus labios queriendo responderle pero fue interrumpido— Pero hay muchos allá afuera que quieren tu cabeza, así que yo no me mostraría tan seguro en tu lugar. Espero tu regreso, con una daga atravesándote el pecho.

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— No se porque me quiere aquí. —comenta Sansa en voz baja, la reina estaba cerca— Siempre dice lo estúpida que soy, me odia.

Cassana se encogió al verse rodeada de doncellas en las que no confiaba, pues muchas de ellas servían a la reina. Además, sentía cierta incomodidad al escucharlas rezar, ella nunca estuvo acostumbrada a hacer eso.

— Tal vez siente celos de usted. —opinó Shae.

— ¿Por qué estaría celosa?

— Porque tú aun tienes posibilidades, ella las perdió hace mucho. —comenta Cassana adoptando un tono lúgubre, bastante adecuado para la situación.

La reina llamó a la joven Stark, probablemente para matar el tiempo torturando a la pobre, como si Joffrey no fuera suficiente tortura ya.

— ¿Cómo vamos a salir de aquí? —preguntó Shae, dándole una rápida mirada a la reina— Si no llegamos a tiempo...

— Lo haremos. —aseguró, dándole un ligero apretón en su mano. A veces era difícil convencer a su doncella de que todo saldría bien— Yo me encargo.

— Ajá, la reina tiene los ojos bien puestos en ti y en Sansa. Si te mueves, ¿quién crees que será la primera en saberlo?

El tiempo corría rápido, todos los que se encontraban resguardados en el Torreón no hacían otra cosa más que rezar; por la victoria, por el regreso de seres queridos y porque esas puertas permanecieran intactas. Una hora después aproximadamente, escucharon el sonido de una explosión y el suelo tembló.

Todas allí esperaban que Stannis fuera derrotado, Cassana esperaba lo contrario. No conocía a su tío, pero compartían sangre, quizá eso podría ayudarle a finalmente salir de ese lugar, tener al menos a algún de su familia que velará por su seguridad.

— Cassana. —esta vez el llamado de la reina no fue para la Stark. Shae la miro fugazmente antes de que acudiera a la rubia— ¿Tú también rezas?

La incomodidad era notoria. En el último tiempo, nunca intercambió una palabra "cortés" con ella. Tal vez por el miedo de la guerra era que de pronto se comportaba así.

— No.

— Oh. —en su expresión se dibujó una sonrisa cínica— ¿Ni siquiera porque los dioses tengan misericordia? Sansa lo hace. Supongo que lo que más deseas es que la ciudad caiga, ¿no es así? No te culpo.

La Tyrell cruzó los brazos, adoptando la misma mirada que Cersei solía darle; una llena de desprecio.

— Al parecer si me conoces.

La leona le dio un sorbo al vino sin dejar de mirarla, Cassana muy difícilmente guardaba sus comentarios para sí misma y eso mismo era lo que le ocasionaba muchos problemas desde que  estaba en la capital

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La leona le dio un sorbo al vino sin dejar de mirarla, Cassana muy difícilmente guardaba sus comentarios para sí misma y eso mismo era lo que le ocasionaba muchos problemas desde que estaba en la capital. Antes lo más grave que obtenía de sus comentarios era una gran reprimenda de parte de su padre, ahora obtenía golpes. Pero Cersei solía ser más tolerante a comparación de Joffrey, se retaban la una a la otra.

— Todo sería diferente si Jaime estuviese allá afuera, ¿no es así? —inquirió, quería provocarla y alojar en ella una sensación de dolor— Rezarías por él, por su regreso.

No admitiría en voz alta que por las noches aún soñaba con él, y en las infinitas posibilidades que tendrían si él no fuera un Lannister. Eran sueños estúpidos que no la llevarían a ningún lado. Jaime Lannister era su más grande maldición.

𝕷𝖎𝖔𝖓 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙 PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora