A ESCONDIDAS | KTH [Completa]

#11

Tomó medicamentos para el dolor qué tenía de cuerpo, hasta para la herida, practicó con la herida así. Salió adolorido de la agencia. Lo querían llevar en auto está vez. Lo llevaron, pero TaeHyung dió una dirección desconocida, fingió abrir una puerta de una casa toda sola, parece que se habían ido de vacaciones los dueños. Cuando se fueron, cuando el auto se perdió por la carretera, él suspiró.

Le escribió un mensaje a su amiga, de qué iba de camino a la casa. Caminó con un poco de rapidez y con miedo sólo un poco de que lo descubriesen, su popularidad iba en aumento poco a poco.

Cassie le abrió la puerta, tenía una mirada preocupada. Lo abrazó inesperadamente. TaeHyung sorprendido, sin hacer nada. Le acarició la espalda él con suavidad.

Siguió bajando sus manos, la aferró con sus manos, abrazos y pecho. Se sabían los sentimientos ocultos, en cada pensamiento de ellos. Le dió escalofríos sentir la nariz de él rozar con su cuello, que de por sí, es tan sensible.

—Estoy bien, tranquila.

Aún seguían abrazados, respiraban relajados, pero tenían los ojos cerrados, sintiendo las emociones, sensaciones de aquél profundo abrazo.

—No lo creo.-—le susurró ella.

—Tienes razón, es qué, me duele todo. Sinceramente.

Se despegaron del abrazo, pero las manos las tenían tomadas, estaban de frente. Sus manos encajaban con las de ella.

—Tranquilo, ven, vamos a la habitación.

Fueron ambos, llegaron a la habitación, pasando por el pasillo corto. Entraron a la habitación al abrir la puerta. TaeHyung soltó sus manos, comenzó a quitarse los zapatos, las cosas que tenía encima.

—¿Te gusta?

—¿El qué, Cassie?

—El color.-—la chica dijo mientras le señalaba.

—Sabes, yo quería quedarme natural. No pensé que..e cambiarán tanto ahí. ¿Sabes los kilos de maquillaje que usaron en mí?-—le dijo él.—Mira, ve las fotos.-—le dijo TaeHyung sacando algunas fotografías que le dieron para él, en la sesión de fotografías.

Ella frunció el ceño.

—Te vez bien, sigues siendo her- hermoso.-—dijo Cassie nerviosa un poco nada más.

TaeHyung sonrió, sabía qué la ponía nerviosa, se estaba dando cuenta, le encantaba aquello.

—Gracias Cassie, y aún así, practiqué con el jodido dolor en la herida. Me ducharé para irme a acostar.

—Es buena idea, quiero lo mejor para tí, me duele verte así.-—le dijo susurrándole suave.

—Gracias Cassie.-—dijo él buscando las cosas para ducharse.

—Estaré en la sala, por si acaso.

—No hay problema, ve.

TaeHyung se fue a duchar, en el baño de su habitación. Quitó toda su ropa rápidamente. Se preguntó.. si necesitaba quitar algún punto de la herida. Tenía unos cuatro puntos. Se duchó, le preguntaría lo otro cuando saliera.

Después de unos minutos largos, salió, se colocó el pijama. El aroma a una comida le inundó las fosas nasales abriendo su apetito de inmediato. Miró su celular y eran las diez y quince de la noche. Tenía notificaciones de su director de la agencia, le restó importancia. Apagó su pantalla del celular, iría donde Cassie.

—Cassie.-—susurró, al verla de esquina, en la cocina preparando comida.

La siguió observando, era buena mujer, buena amiga, buena persona. Estaba echándole un vistazo largo, mojó sus labios. Alzó una ceja al verla con pijama suelto, vió su cuerpecito, pequeño a su lado. Los glúteos de ella, a eso le dió gran vistazo, a su cabello, cinturas, espalda, y finalmente lo que ella preparaba, que eso era lo que iba a comer por ahora.

Por lo tanto, fingió que no estaba allí y.. simplemente entró a la cocina cómo si nada.—¿Qué haces?

Se miraron directamente a los ojos.

—Hago un plato americano, de verdad.. perdona. No soy de aquí.-—ella susurró suave, mirándole los ojos oscuros.

Le sonrió él.

—¿Sería cómo.. carne con papas asadas?-—dijo ella dudando.

—Uh, querido probar ya, estoy hambriento.

Ambos rieron suave.

—Oye, hablando de otra cosa.. ¿y estos puntos?-—se preguntó él, señalando la camisa del pijama.

—Áh..-—ella emitió ese sonido dudosa.—, debería ver si ya se pueden sacar.

—¿Ahora puedes? se siente un poco incómodo, parece que me estira la piel.

Decía la verdad.

—A ver, muestra.

Su mejor amigo bajó poco su pantalón, subió un poco su camisa. La chica vió la herida.—Ya vengo, espera aquí.

La vió irse, la miró, ahora era inevitable no verle completamente. Paseo su mirada por cada ángulo de su figura, su mejor amiga tenía buen cuerpo, no se había dado tanta cuenta antes. La esperó, ella vería piel de más, y él quería ver un poquito de la de ella también.

Sus pensamientos estaban yendo rápidos.

Se rió para si mismo, pensando en varias cosas, y qué haría luego.