TaeHyung le trenzaba el cabello con delicadeza, sentado atrás de ella, estaban sobre la cama. Le comentaba su día.
-Ya sabes que Sun trabaja cómo maquillista en la agencia, ¿no te da celitos, amor?--le pregunta él jugando con su cabello, terminado la larga trenza de tantas que tenía por hacerle a su novia Cassie.
-Puede darme "celitos", pero sé que eres muy fiel.
-Y eso es así, nena.
TaeHyung le siguió trenzando el cabello. Habían muchos planes, y el de dejar la agencia estaba entre ellos. Formar una familia. Brindarle amor a su nena. Formar un matrimonio por la iglesia, ante Dios. Que ÉL, le diera la bendición de unir aquella relación, que muchos no estaban de acuerdo.
Habían adelantado lo que se llamaba el vestuario, en silencio. Ese día, ese día.. fue tan divertido para aquella pareja. Comprando por separado, para reunirse en la casa, habían decidido que así fuera más divertido e interesante, también envitarían problemas con las personas, con la prensa. Él compró cosas flojas, para echar en una bolsa y que no se viese nada.
Ella se encargó de comprar las cosas más.. grandes, que fuera normal que la viesen. TaeHyung compró los anillos, y cómo era normal en él usarlos, todo pase desapercibido, ¡genial!
Están invitados para esa boda.
Cuando volvieron a reunirse en aquella casa, comenzaron a mostrarse las cosas, con una sonrisa en el rostro. Él se arrodilló y le pidió matrimonio, nuevamente. Hasta se rieron por la escena. Pero ella le aceptó emocionada, cómo si fuese oficial en el altar ya. Le colocó el anillo de compromiso, y ella se lo colocó a él. Un beso en la mejilla y un abrazo, fue la ternura del momento.
Excelente pareja.
Le acarició el cabello lleno de trenzas de arriba hacia abajo, orgulloso de su nena, de su vida, de su noviazgo, de todo. Aquella nena era de él. Suya, toda suya, podía besarla, cuidarla, mimarla, por qué aquella era su mujer, por el resto de su vida.
Ella más baja, le acarició la cintura, se la rodeó con sus manos, le besó el hombro con ropa a él.
-Te quiero tanto, TaeHyung.--le dijo ella suavemente.
-Yo también, Cassie.
Y la abrazó más. Cada uno sintió la textura dura del anillo en sus espaldas bajas. TaeHyung cerró sus ojos, suspirando, deseando que nadie los separe nunca.
Estaba enamorado.
Estaba enamorada.
Y eran tal para cuál.
Ambos se amaban, sin mañana, sin nada. No querían olvidarse nunca. Quería estar juntos por siempre, hasta la eternidad, hasta no más poder, juntos por siempre. Eso querían ambos. Estaban entregados el uno para el otro, eso no iba a cambiar. No tienen idea de cuánto se amaba aquella pareja. ¡Era tan lindo de mirar aquello! a aquella pareja.
En aquella sala, se besaron. Se desearon, cómo siempre lo hacían. Ellos estaban conscientes de su relación. Estaban bien. Querían estarlo por mucho, tiempo. Querían un futuro digno de felicidad eterna.
Por lo tanto, los planes de aquél hombre siguieron saliendo bien. Comenzaron a poner en marcha las siguientes cosas que harían luego.
Esto era lo que querían. Ambos sentimentales, eran dignos de apreciar los sentimientos del otro. Aquello era por siempre, por qué, sabían cómo apreciarse. Sabían que, estaban conscientes de muchas personas que querrían destruir aquello, pero TaeHyung no lo permitiría.
Lucharon por lo suyo.
Cuando finalmente llegara el día de dejar muchas cosas atrás, estarían preparados para irse del país con muchos planes futuros, para poner en marcha.
-Todo nos está saliendo bien, nena, me encantas.--le dijo él, sonriéndole de lado, fijamente le miraba.
-Sí, Tajie, por fin siento cómo se siente el amor, contigo es con quién quiero pasar mis mañana, mis mediodías, mis noches, todo contigo.--le dijo ella rozando su nariz con la de él.
Cassie sintió su aliento cálido mezclarse con el de su novio. Sonrió, con esperanzas de que aquello era un amor hasta la eternidad.
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A ESCONDIDAS | KTH [Completa]
RomanceLe acarició el mentón con sus dedos largos. Se acercó a sus labios resecos. Combinación de respiraciones, ella acomodaba la cabeza en la palma de la mano del chico, buscando sensación cálida. Entonces, él es el único que le podía dar esa gran calide...