#25

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La abrazó, cómo un niño se aferra a su juguete de niñez. Le quería confesar de todo. Decirle qué.. la quería muchísimo.

Ella le colocó un dedo sobre sus labios húmedos, porque qué constantemente los humedecía. Se los besó mirándola a los ojos.

—Debo confesar, me toca a mí.-—le dijo entre una risa.

—Adelante, hermosa.

—También me gustas TaeHyung, y mucho. No se si sea lo correcto esto.-—le dijo mirándolo.

Se miraron largos segundos fijamente.

Finalmente, unieron sus labios con lentitud, se acercaban poco a poco, hasta tomar los labios entre los del contrario. El chico fue quién dominó el beso inexperto por ambos. No fue tan mojado el beso. No fue tan profundo, unos toques de labios abriendo la boca, sin lengua. Le acarició la espalda por dentro del abrigo.

—¿En serio no te has puesto nada?

—Ando contigo.. ¿es malo salír así?-—le pregunta ella, tímida.

—No, pero.. esto despierta más el deseo en mí. Yo quiero ser lento en está relación qué estamos formando, no quiero ir de prisa.

—Opino lo mismo.

Siguieron las caricias. También le acarició el cabello largo de ella. También fue hasta sus muslos, los acarició con sus manos grandes. De arriba hacia abajo. Fue al interior de los muslos, a acariciar zonas erógenas. Ella le suspiró en el oído.

—Quita tu pantalón, anda.-—le ordenó con voz dulzona él.

Ella lo hizo, con cuidado. Hasta quedar en su ropa interior y el abrigo que le quedaba super grande. Aprovechó para acariciarle a su antojo los glúteos.

—Sabes, mis manos quedan perfectas para esta zona.-—le dijo acariciándole.

—Tus manos se sienten bien hasta con los anillos, TaeHyung.

Él le sonrió entre el cuello, le besó con besos de toques. La nariz perfilada de él, le rozaba la piel expuesta del cuello. Ella le acariciaba la nuca con dulzura y cariño.

—Y tus muslos sobre mis muslos, rodillas, y mi entrepierna hacen querer abrazarte y frotarte contra mí, Cassie.

Suspiros, y más suspiros en aquél auto con calefacción fría.

—Me encanta acariciarte la nuca, se me hace erótico.

—A mi me vuelve loco que la acaricies así de lento, me hace relajarme.-—le dijo, siempre con la voz ronca y cariñosa voz.

El chico la agarró bien, la apegó a sus muslos, la comenzó a frotar de deslizamiento. Mientras le seguía dando caricias suaves. No se habían besado con lengua, ni nada de eso. Sin embargo, querían una relación sana. Con juegos previos, con caricias suaves. Con palabras bonitas, para ajustar más la relación. La siguió frotando en los muslos de él. Cuando la vió abrir la boca en "o", sabía qué la tenía en bandeja de plata en sus manos. La movió suave, el deslizamiento cómo temblor. El chico abrió más sus propias piernas para que ella tuviese más superficie suave cómo lo era el muslo del chico. No hacían cosas tan sucias, pues apenas los dos experimentaban cosas cómo aquellas.

—Vamos Cassie, pon de tú parte. Nada de debilidad.

—Pe-pero es que no puedo, me siento débil, mareada.

—Será bueno cuando llegues, vamos, siguelo suave.-—le daba ánimos él, en su oído.. le decía.

La chica apretó con fuerza el asiento del vehículo. Mientras escondía su cabeza en el cuello de él. Rápidamente, el pelinegro entró su mano a su zona. Le comenzó a acariciar el botón sensible con anhelo. Fue mucho para ella, demasiado, feroz, fue aquello. Siguió quejándose cómo en sollozos en el oído del chico. Apretándose junto a él.

—No puedo, es mu-mucho para mí.

—Solo déjate llevar.

Y así mismo, se dejó llevar. La besó con dulzura en los labios, ahogando gemidos suaves. Le acarició la espalda con cariño mientras ella se aliviaba y tomaba aire, realmente fue bueno aquello. Ella le besó la mejilla con cariño, luego la comisura de sus labios. Le acariciaba con amor, igual él. Ella bajó una mano para atender a él.. su entrepierna. Pero rápidamente TaeHyung le apartó la mano con cariño.

—Para nada hermosa, lo mío puede esperar. Quiero ser lo mejor que te ha pasado, mi amor.

Aquellas palabras movieron muchas cosas en ella. Cassie quedó mirándola embobada. No sabía que decir. Amaba demasiado a aquél hombre. Lo abrazó con anhelo, con cariño. Le acarició mucho más la nuca con sus dedos. Le bajó una lágrima a ella, él escuchó cómo ella se quejó. Para finalmente decirle al oído;

—Eres muy bueno para mí, te quiero muchísimo y eres parte de mí vida, por favor no te vayas.

El chico se aferró al abrazo, no quería que nadie los separara, quería estar con ella para hacer un futuro realmente.

A ESCONDIDAS | KTH [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora