Le acarició el mentón con sus dedos largos. Se acercó a sus labios resecos. Combinación de respiraciones, ella acomodaba la cabeza en la palma de la mano del chico, buscando sensación cálida. Entonces, él es el único que le podía dar esa gran calide...
Manejó por las calles, con una velocidad suave. Su nena estaba dormida en el asiento a su lado, con aquél abrigo y con ropa interior. Se paró en un semáforo en rojo. Bajó la mirada, se vió su bulto apretado. Aquello esperaría, quería lo mejor para ambos. Quería experimental esas sensaciones del amor, que apenas comenzaban a crecer. Cuando la hacia llegar al límite le encantaba, la ponía débil en sus manos, encima de su cuerpo. Cómo la quería, así mismo. Era únicamente de él, nadie la podía tocar ni ver. No tenían derecho a mirar aquello de aquél cantante, prohibido, según él.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las miradas que ponía lo decían todo. Muy expresivo que es. Aprovechó para agarrar su gorra del asiento de atrás. Después, la dejó al lado junto a la chica. En aquél auto olía a humedad, lo ponía loco, humedad de la chica. No podría olvidar cuando por primera vez hicieron aquello. Fue cómo una recarga de energías. Lo llenó en sobre manera, sentir la boca de ella en su carne. Y cuando se la comió, aquello fue excelente, le encantaba hacerle eso a su nena.
Le acarició una rodilla con caricias suaves, ella estaba profundamente dormida, no la despertó. Cuando llegaron a la casa, observó que no había nadie por los lugares. Vivían más bien en ese lugar donde vivían ancianos y no tanta juventud, un lugar tranquilo y sin personas andando por las calles. Se bajó, rodeó el auto. Le abrió la puerta, la agarró en brazos para bajarla con delicadeza, pero aferrarla con él con fuerza.
Pero no, la chica rodeó las piernas en las caderas de él, para esconder el rostro entre su cuello. TaeHyung sonrió con dulzura. Cerró la puerta con el pie, para aferrar sus manos y brazos por el cuerpo de ella y glúteos.
Pudo abrir la puerta con dificultades pero pudo. La cerró con el pie, fue directamente a la cama. La dejó en la cama con delicadeza, encendió el aire acondicionado. Con sus manos y dedos le quitó la ropa interior a ella, para que estuviese más cómoda. La arropó, y el chico se quitó la ropa rápidamente, se colocó el pijama, se le había bajado la erección. Apagó la luz, esa noche nuevamente dormirían juntos.
Se acercó, y ella le susurró;—Te aprecio tanto TaeHyung.
—Tú no tienes idea de cuánto yo te quiero.-—le respondió él.—Ahora duérmete, relaja ese cuerpo, nena.
Así mismo, aquella noche durmieron con los corazones tan unidos, es decir, en cada uno crecía un cariño especial. Por la mente del chico pasaban un miles de pensamientos, unos pensamientos lindos sobre ella. Le seguía acariciando la piel de la espalda y el cabello. Comenzó hacer frío y más la chica se aferró a él. Cassie no quedó atrás, le acariciaba los brazos y manos con sus dedos. Se hacían caricias uno al otro, demostrándose amor.
¿Amor era aquello?
¿O aquello era cariño de mejores amigos?
En cada corazón estaban conscientes de que aquello no era amor de mejores amigos, era más que aquello. En la forma que la acariciaba. La forma en que le daba los besos de toques. Cuando le comía el cuello con dulzura. Cuando le hablaba con esa voz ronca y sensual, eso hacía que su corazón se llenará más de amor.
Cuando se abrazaban. Cuando se acariciaban los cabellos. Cuando ella estuvo sobre él y la hizo llegar a su cima. La forma que le suspiró al oído, le hacía saber qué la chica sentía algo por él, de eso estaba seguro TaeHyung.
Tenía razón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La aferró más a él. Aquello estaba más que claro, había amor. En aquella noche TaeHyung pensó, y curioso por su mente, pensó varios planes futuros que tendría con ella. Pero por otra parte estaba su carrera, pero no, haría todo lo posible para tener ese amor. Estaba enamorado y no cambiaría nada de aquella relación bonita que estaba experimentando. Cada cuál conocía la personalidad del otro y estaban echos el uno para el otro.
Haría lo posible para qué no la alejarán nunca de sus brazos.