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Pasaron unos días, más el concierto, donde ella asistió, donde lo grabó y sonrió con dulzura, para únicamente él. Por qué lo había echo espectacular. Mucho esfuerzo y un gran logro, lo había echo genial.

—¡Auch TaeHyung!-—se quejó ella por el golpe en su glúteo. Estaba juguetón el chico.

Pero no sé había olvidado de aquél chico misterioso del auto negro.

Decidió sacar ese día, le dijo a Cassie que iría por unas compras. No le dijo nada, no le reclamó, por qué Cassie no era así.

Esperó pacientemente que Cassie se fuese primero a trabajar. Finalmente, estuvo sólo, se arregló y se fue.

Iría algo tapado por si acaso tenía qué cubrirse, pero comenzaría a arriesgar todo por ella

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Iría algo tapado por si acaso tenía qué cubrirse, pero comenzaría a arriesgar todo por ella. Estuvo pensando, y la amaba demasiado. No se había dado cuenta prácticamente. Pero de todo lo que habían echo y todo lo que se habían dicho, estaba claro que se amaban ambos, y con locura.

La vió allí en aquella cafetería, no había tanto movimiento de clientes por esos minutos de llegada de ella. Empezaban a abrir. Tenía que tener cuidado, cualquier persona podría reconocerlo, pero en aquellos momentos le daba igual. Tenía que encontrar a aquél tipo.

Se le subió el corazón al ver aquella chica que trabajaba en la agencia, qué recién comenzó su labor como maquillista.

¿Que hacía ella trabajando allí y junto a Cassie?

Entonces, cómo flashback le vino todo; cuando encargó pizza, aquella cafetería, la chica inesperada en la casa, ahora que trabajaba en la agencia, y ahora que se la encontraba en la cafetería donde justo trabajaba su nena, tenía qué tener cuidado con Sun.

Rodeó los ojos fastidiado. Suspirando con rabia. Aquella chica se presentaba coqueta cuando lo maquillaba. No sabía que hacer. Quería presentarse cómo el novio y todo de Cassie pero no podía. ¿Sun lo delatara o no haría algo cómo aquello?

Mojó sus labios que estaban secos, se volvió a subir el cubre bocas, con la capucha puesta. No tenía algún movimiento qué hacer después de descubrir aquello. TaeHyung la ignoraba cuando lo arreglaba. Enterado ahora que aquellas eran amigas, supuestamente.

Estaba sin palabras.

Aquél lugar se comenzaba a llenar de personas y niños. Mientras TaeHyung estaba fingiendo hacer algo en el celular, en una banca. ¡En la misma banca donde estaba el de ojos verdes aquél día! si lo supiera, si TaeHyung lo supiera. Un olor a cigarrillo y mierdas de sustancias, hacen llegar a las fosas nasales de TaeHyung. Sube la mirada con lentitud viendo a un extranjero, de altura igual a él.

Sus veinte centímetros de mano se aferran al celular con fuerza, estaba mentalmente analizando a aquella persona, haciéndose la idea de qué aquél no era el que se paseó por la casa. Pero basta, lo reconoció de una. Y para matar el asunto, se había sentado en la misma banca, mirando con descaro hacia la cafetería. Escribía algo en el celular y después dirigía la mirada a la cafetería. TaeHyung aprovechó que Cassie le enseñó idiomas, un punto para su favor, sonrió a través del cubrebocas.

El extranjero se dió cuenta de la persona que estaba a su lado, pero no sabía describir si era un joven o un hombre mayor, pues la forma de aquél cuerpo era muy masculina. Le restó importancia, siguió mirando la cafetería, los planes estaban saliendo bien, tenía la droga que utilizaría con aquella chica.

Por ella se convertiría en cualquier cosa, según TaeHyung. Miró al extranjero, hablaría y no le importaría, pero con disimulo.

—¿Donde encuentras esas sustancias?-—le preguntó con su voz ronca y mirada hipnotizante.

Tenía hasta miedo TaeHyung de cambiar su personalidad por qué se ponía celoso, casi nunca se ponía así de celoso, ni con las amistades pero.. aquello era diferente, amaba con el alma a su nena.

—¿Acaso las piensas usar?-—le preguntó él ojos verdes, ni lo miró.

—Normal, ¿no?-—le respondió para adelante TaeHyung.

—Puede ser.-—le dijo rápido.

Para sacarle información estaba muy difícil.

Si casi no quería conversar el extranjero.

Sólo tenía la mirada en Cassie, maldita sea.

—¿Las vendes?-—dijo TaeHyung riéndose malvado, tenía qué poner algo de emoción a aquella conversación.

—¿Te importaría si las vendo o no?-—le dijo de una, rabioso.—Veo qué eres inteligente.. hablando español.-—dijo el ojos verdes posando la mirada en el Coreano, alzó una ceja al verlo.—Otro más, quítate esas mierdas de la cara, me hacen sentir enfermo.

Se le subió el enojo a TaeHyung pero lo supo controlar con una risa.

—No me importa hacerte sentir enfermo.-—le dijo de mala gana, no le importaría si tenían que irse a los golpes.—Veo que vez mucho aquella chica, yo la conozco.

El ojos verdes se acomodó mejor en la banca, interesado por el tema.

—¿Tiene pareja?

TaeHyung se le quedó viendo directamente a los ojos por varios segundos eternos.

—¿Debería contestarte eso?-—le suelta de mala gana la pregunta.

—Antes me has preguntado por las sustancias, ¿quieres unas cuántas por darme información de aquella nena?

¿Acaso le dijo.. "de aquella nena" ósea, dijo "nena"? aquella nena era únicamente de TaeHyung. No era de más nadie, quería golpearlo, dejarlo sin belleza, por qué ese Latino tenía sus puntos de belleza, al igual TaeHyung, se aguantó no salirse de sí mismo.

—Esa nena, la vez bien, no vale "unas cuántas sustancias"..-—le dijo de mala gana.—, aquella nena merece la luna, las estrellas, lo mejor.

—Hablas cómo si la conocieras de años.

—Es qué la conozco de años.

Por lo tanto, el ojos verdes alzó una ceja, tenía a quién amenazar por si la Latina no se oponía a irse con el ojos verdes. Aquello iba de mal en peor. Pero TaeHyung no se iba a dejar, e iba a proteger a Cassie de todo.

A ESCONDIDAS | KTH [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora