#15

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Se habían quedado dormidos nuevamente.

TaeHyung nuevamente se despertó. Miró por la ventana, era de día, se veía el sol. Se estiró un poco en la cama. Retiró a su mejor amiga hacia un lado, con suavidad, la dejó pegada a la pared, y le subió la sábana. Quería dejarla descansar.

Se paró, comenzaría el día con buenos ánimos. Sentir el aroma femenino con el masculino junto, lo hacía marearse, parecía ponerlo en celo, mandaba sensaciones a las zonas más íntimas, hasta a las zonas erógenas.

Como según ella no veía sus propias uñas por la oscuridad, le abrió más las ventanas de la habitación. No se escuchaba nada, estaba todo silencioso. Oprimió música, le colocó música clásica, con volumen medio alto, lo dejó en la mesa de noche. Recogió el plato de las frutas que antes estaba, salió para ir a la cocina, con pasos lentos. Tenía hasta el cabello alborotado, su cabello azulado, precioso.

Aquello era malo, comenzaría a hacer calor, y el aire acondicionado y central de aquella casa podría dañarse. Se cepilló sus dientes. Se preparó un chocolate caliente, se hizo un sándwich con todo literalmente. Por lo tanto, se sentó en el sofá, sus piernas cómo mariposa, así se sentó. Estaba pensativo mientras desayunaba. Entró una brisa fría, y comenzó a lloviznar repentinamente. Se abrazó un poco a sí mismo. No iría a trabajar. Tenía la decisión tomada. Nadie lo haría cambiar de opinión. Aún recuerda cómo conoció a la chica. Después pensaría más en ello, recordaría junto a ella cuando se conocieron y las salidas que tuvieron. Terminó de comer, fue a cerrar las ventanas un poco más, hacía viento, parecía hasta qué era de tarde, por el cielo gris. Se alborotó el cabello, la casa oscureció un poco adentro, el sol se había ido, fue tapado por las nubes.

Fue a la habitación después de lavar lo que usó. Se venía comiendo unas fresas en el camino. Entró, vió a la chica dormir aún. Frunció el ceño, aquella chica dormía extraño, igual a él, hasta dejaba caer la sábana un poco al suelo, la arropó más. Verificó el celular, respondió a su director, y inesperadamente le llegó un mensaje de que hoy no tenía que ir a la agencia, había mal tiempo. Agradeció mentalmente a todo por ello.

Se sentó en la cama suavemente, dejando el celular donde antes estaba, le respondió a su director por última vez, para apagar la pantalla de su celular.

Fue a prepararle el desayuno a su mejor amiga, luego de un rato volvió con una pequeña bandeja, tenía que comer y no saltar comidas, eso es malo para la salud, es un peligro. La despertó suavemente, moviendo un poco su hombro.

—Hmg..-—dijo.—, buenos días.. ¿qué? ¿no ha llegado la luz?

Se sentó rápidamente al verse en aquella cama y al ver un poco de oscuridad.

Comenzó a tronar.

Ambos fueron alumbrados por los relámpagos caer.

—No ha llegado. Pues, vez el tiempo.. menos lo arreglaran por esto.

—No me gusta estar así, TaeHyung.

—Solo ten calma, come. Antes, cepilla tus dientes, te espero acá.

Cassie asintió, se desarropó. Fue para su habitación, la cual estaba oscura por tener las ventanas cerradas por el aire acondicionado central.

—¡TaeHyung! ¡trae mi celular, por favor!-—le pidió en gritos nerviosos.

Él sonrió burlón, tapó la comida que estaba en un envase que se podía tapar, se lo llevó con él, la vió entrar a la habitación de ella misma, entonces, le cerró la puerta suavemente, la dejó encerrada en aquella oscuridad, se comenzó a reír. Escuchó cómo ella suspiraba y tocaba la puerta para que le abriera.

—TaeHyung, no hagas eso, por favor abre, ¡anda!-—dijo ella, y siguió tocando la puerta y empujando con su hombro y espalda. Su mejor amigo era más fuerte, por supuesto.

—Vamos, más fuerza, empuja.-—y se rió más él, al pensar en otras cosas.

Finalmente, ella le suplicó una vez más, le abrió la puerta riéndose, y recibió un golpe en su hombro.—No hagas eso TaeHyung, me asustaste, al cerrar la puerta así de golpe.

—Es para que rías, Cassie. Tienes una sonrisa bonita, y siempre la quiero ver.

Ella inevitablemente sonrió, y él también. Seguía creciendo un cariño especial, no se daban cuenta. Él encendió el celular, la pantalla, y le dió el celular a ella. Buscó listerna, y la encendió, caminaron dentro de la habitación. TaeHyung dejó el desayuno encima de la cama, el envase. La acompañó hasta el baño personal de ella.

—¿Puedes sostener esto mientras me lavo la boca?-—le preguntó, y TaeHyung asintió.

Se colocó atrás de ella, medio de lado, por ahí. Comenzó hacer su trabajo de lavarse la boca, se escuchaba el agua del grifo. Los truenos afuera, la brisa entrar, y sus respiraciones profundas.

TaeHyung quería voltearla y besarla tiernamente, también apasionadamente. Colocarla contra la pared, acariciar su cuerpo, hacerla sentir amada en un día de lluvia cómo aquél, pero no haría caso a sus pensamientos, eso podía perjudicarlo, por esa razón no quiso mirar de más al verla lavarse la boca así un poco inclinada.

Aquello lo llevó a decirle algo lindo a ella.

—Te vez bonita toda despeinada.

Sonrió, finalmente para y únicamente ella.

A ESCONDIDAS | KTH [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora