#13

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Se fue la luz inesperadamente mientras comían. Se escuchó como cayó un cubierto al suelo y no era el de él.

—Cassie, tranquila, dame tus manos, estoy aquí.-—dijo, se sentía el ruido de la lluvia pegar. El frío atacando la consola del aire acondicionado, poniéndolo más frío.

—Está muy oscuro TaeHyung, ¿do-donde estás?

La bella voz de Cassie sonaba.. asustada, demasiado.

TaeHyung se paró en medio de la oscuridad, desde su silla, en los oscuro extendió las manos, encontrandola. La abrazó con fuerza.

—Estoy aquí.

Se aferró al abrazo de él.

—¿Tienes bastante miedo?

—S-sí.

—Vayamos a la habitación mía, te quedas allí en lo que busco velas.

—¡No!-—habló ella con grito ahogado, agarró la mano del chico con fuerza, pegó su mano a su pecho, ¿acaso no sabía que ahí estaban sus pechos para pegarse la mano ahí? es qué en medio del susto.. se le olvida a cualquiera lo que hace. Sin medir consecuencias. Allí podía pasar cualquier cosa.

—Entonces ven, miedosa.-—le dijo.

—Silencio, no digas eso, me asustas más.

—Te asustarás más, nena.-—dijo él riéndose suave.

—¿Por qué..?-—preguntó ella de repente. Si contigo me siento más qué protegida, me sient-- Quería decirle eso, pero a la vez no, estaba nerviosa, asustada, pero con él no, pero tenía inseguridad de sí misma.—. Eres mi mejor amigo, me siento bien contigo, ¿en-entiendes?

TaeHyung sonrió en la oscuridad mordiéndose el labio inferior.

La chica había mordido su labio inferior también, al sentir la presencia del chico cerca.

Hasta hacían cosas a la vez, no se daban cuenta, esos cuerpos parecían desearse, una sed.

—Ven.-—le dijo él.

Ella lo siguió, fueron hasta la cocina, le temblaban las manos a ella.

—Oye Cassie, tranquila, nadie te va a comer.-—dijo él al sentir el nerviosismo de la chica.

La mayoría de su nerviosismo y inestabilidad era por él. Mucho estímulo visual hicieron encender un cuerpo virgen cómo el de ella. Aquello no lo sabía su mejor amigo. No sabía casi nada, pero.. sólo por encima, las cositas que se dicen los mejores amigos, eso sí sabían.

—Es-está bien.

—Las encontré.-—le dijo él, soltando la mano de ella.

Encendió el fósforo, en medio de ellos la llama del fuego se vió encendida. Se vió ambos cuerpos, el de ella recostada del mármol de la cocina. Él al frente de ella cómo acorralada. Eso le envío una sensación a la carne de él. Suspiró apagando la vela. Ella cerró sus ojos y suspiró suave, aquél suspiro de él había entrado a sus fosas nasales más su olor masculino, quería dejarse caer en el suelo y respirar hondo hasta ahogarse en ella misma.

—Es-espera que enciendo otro, hace calor aquí, por el aire apagarse al irse la luz.-—dijo dudoso él.

Encendió otro fósforo y está vez se dedicó a ponerlo sobre la vela, encendió. Apagó el fósforo con un poco de aire. Se miraron fijamente, buscando respuestas de los que pasaba en ese ambiente.

Se llevaron algo de fruta a la habitación, estaban ahora en su espacio personal del chico.

—Siento miedo.. pienso que si.. estamos en un lugar cerrado será menos aterrador.

—Tranquila, te entiendo, las mujeres tienden a ser más sensibles.-—le dijo él poniendo la vela encima de una mesita de noche. Cerró la puerta con seguro, dejó el plato con frutas en la mesita también.

—Me entiendes bastante, gracias.

—Tranquila, de nada. Entonces, voy abrir las ventanas.-—le dijo él, las fue abrir. La chica se sentó en el suelo, recostada de la cama.

—Podiamos estar en el balcón..-—le dijo ella.—, pero, ¿es mejor quedarse aquí verdad?

—Cassie, tranquila, nos quedaremos aquí. Aún sigues teniendo miedo. Acuéstate en la cama, hazme ese favor.

—Perdona, es que..

Se cayó la boca, suspiró, y finalmente se acostó en la cama, pegada a la pared.

—Nada, sólo relaja tú cuerpo.-—le dijo él. Se fue a acostar también, y le dió una fresa a la chica, pero por preocupación se sentaron en la cama, con la espalda contra el respaldo, comieron mientras miraban por las ventanas afuera, la luna.

Después de comer y sin decir nada, se acostaron mejor en la cama.—Te siento más tensa cada vez, vamos a dormir mejor.

—Per--

—Estoy aquí contigo, todo estará bien, nena. Cierra los ojos.-—dijo, y la vió hacer eso, y entonces, apagó la vela.—No abras los ojos, estoy aquí.-—subió la sabana hasta más arriba de sus cabezas, le acarició el cabello a ella, la chica abrió los ojos, se tensó, todo oscuro pero el aliento de él y su presencia la relajaron.

TaeHyung bajó una mano, y le sujetó la de ella. Cómo promesa de que todo estaba bien, e iría bien todo, una promesa silenciosa.

 Cómo promesa de que todo estaba bien, e iría bien todo, una promesa silenciosa

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Pues ella se aferró más a él. TaeHyung soltó su mano y está vez, la rodeó con sus brazos, la atrajo hacía él. Desde aquella noche.. el cariño de ellos cambió, las cosas se pusieron algo emocionantes para ambos.

A ESCONDIDAS | KTH [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora