Despedidas, decisión tomada

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Por fin había convencido a mis hermanos para que me dejaran a solas con Jake. Les pedí que descansaran un rato en la casa, mientras tanto Jake cuidaría de mi. En un principio estuvieron un poco reacios a hacer lo que les pedía, pero al final cedieron y se fueron, Jake había demostrado ser de fiar.

Ahora, solos en la habitación de la clínica, no sabía como partir. Es decir, sabía muy bien lo que quería decirle, el problema era abordar el tema. Y el no ponía mucho de su parte, simplemente estaba apoyado en la pared y me miraba esperando a que partiera. Al final decidí partir por lo simple.

-Gracias por salvarme, de no ser por ti ahora no se donde estaría.

-De eso no debes preocuparte, te hubiera ido a rescatar donde fuera que estuvieras, pero de nada – me quedo un poco choqueada con su respuesta.

-Igual, gracias.

- No era solo eso lo que me querías decir, o me equivocó – dijo con una media sonrisa que cada vez me gustaba más, dándome seguridad.

-No, no te equivocas – tragué saliva –. Los que me atacaron eran Adelfas – contrajo sus músculos.

-Lo eran, pero no de nuestro bando. Ellos, no sé cómo, supieron de tu existencia y decidieron venir a buscarte antes de que decidieras unirte a nuestro grupo.

-¿Quiénes son ellos?

-Un grupo de Adelfas que no quieren obedecer a ningún gobierno y quieren dominar al mundo. Dicen que somos más poderosos que los humanos, por lo que debemos ir a tomar nuestro lugar sobre la pirámide. Para lograr esto lo hacen con el uso de la fuerza y buscando y tratando de corromper a todo Adelfa que se pone frente a su camino. No son muchos, pero sí hay algunos muy fuertes con unos dones increíbles.

-¿Y ellos no se darán por vencidos?

-Harán todo lo posible para que te unas a ellos, aunque tu realmente no lo quieras, por eso también se llevaban a tu hermana.

<<Te iba a contar sobre ellos el lunes, pero te fuiste y después durante la semana simplemente me esquivaste y evitaste, por lo que me fue imposible prevenirte.

-Por eso estabas como si fueras mi sombra y fuiste al concurso.

-Mi misión era convencerte a que te vengas conmigo, pero te negaste desde el principio, por lo que debí haber vuelto hace mucho, pero tenía miedo de que algo te pasar. Por eso trataba siempre de hablar contigo, si no te unías a nosotros, bueno…nosotros no te protegeríamos a ti ni a tu familia.

-¿Estas diciendo que si decido irme contigo mi familia estará a salvo y nada de esto volverá a suceder?

-Así es. Habrá alguien siempre vigilando y protegiendo a tu familia de cualquier problema, siempre y cuando tu pongas de tu parte.

Guardé silencio. Había escuchado todo lo que quería escuchar, ahora solo necesitaba pensar un rato.

Al parecer Jake se dio cuenta de esto y se despidió diciendo que iba a buscar café y volvía.

Me quede sola, pero no me importó, tenía mucho de que pensar y prefería hacerlo sin la compañía de alguien, sintiéndome observada e incomoda.

Pasó media hora, pero no me di cuenta del paso del tiempo hasta que Jake volvió a la pieza cuando el reloj de mi mesa de noche marcaba las ocho de la noche. Mis hermanos deberían de estar por llegar para que me dieran de alta, por lo que no tenía mucho tiempo.

Lo miré a los ojos y anduve sin rodeos.

-Acepto.

Fue la única palabra que alcancé a decir antes de que se abriera nuevamente la puerta y entrara Lupe con una enfermera y el doctor a cargo.

Adelfa, mi historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora