Adelfa, mi historia.

Jugando tenis

Meme:

No sé cómo partir escribiendo, sabiendo que tal vez esta sea la última vez que pueda tener un contacto tan directo y confidencial contigo.

Francisco me está apurando, se debe ir, pero él no entiende cómo me siento, cómo se sentiría cualquier padre en esta situación. Ver a tu hija crecer para luego irse a un lugar del que nunca volverá, sin tener la certeza de que este a salvo ni feliz. Yo creo que esto último es lo que más me preocupa. Que estés feliz.

No quiero ni imaginarme que estés sufriendo y te hagan la vida miserable por algo que tú no tienes la culpa ni tuviste la oportunidad de elegir.

No me arrepiento de haberte ocultado y tratado de mantenerte a salvo, lejos de los demás Adelfas y rodeándote de tus seres queridos. Porque cariño, yo te quiero con todo mí ser y en ningún momento podría estar enojado contigo por algo que está en tus venas y forma parte de ti. Entiendo que al final hayas decidido irte con ellos, especialmente después de lo que pasó en el concurso.

Algo que tienes que tener claro, es que te quiero y todo lo que hice lo hice por ti, para tu bien y para que tú más tardes decidas lo que quieras hacer con tu vida. Aunque esperaba que eligieras quedarte en nuestro mundo, sabía que eran vanas esperanzas. Desde hace casi diez años dejaste de encajar, pero eso no quiere decir que no pertenezcas a este mundo. Todos vivimos en el mismo mundo, lo diferente son los ambientes.

Esto es lo que me esfuerzo en pensar, que seguimos en el mismo mundo, pero con vidas distintas. Que tú nunca nos vas a olvidar, como nosotros tampoco te olvidaremos.

Oh, mi niña, que quiero tanto y me duele escribirte pensado que debe ser un adiós.

Para serte franco, cuando volví y encontré tu carta me quise morir. Te buscamos por todas partes, te llamamos infinidades de veces a tu teléfono y nos conseguimos los de tus amigas. Cuando ellas nos preguntaron por ti, queriendo saber de que si era verdad que te habías ido, no tuve más opción que leer tu carta.

Me avergüenzo decirte que no lo acepte. No acepte que te habías ido, que nos habías abandonado, que ya no te volveríamos a ver, que no te volveríamos a hablar, que te había perdido…. No recuerdo un fin de semana peor en toda mi vida. Sentía que se me iba el alma cuando me iba dando cuenta que no importará a quien llamara, a quién insultara, suplicara y sobornara para traerte de regreso, porque simplemente no iba a pasar, no ibas a volver. Te habías ido por elección propia.

Ahora con más tranquilidad soy capaz de pensar y darme cuenta de que era lo mejor. Que tú habías tomado la decisión correcta. Nunca te habías equivocado en toda tu vida y que esta no sería la excepción. Eres la persona más inteligente que me ha tocado conocer y me enorgullece poder decir que eres mi hija. Esa dulce niña con sus ricitos rubios, cachetes grandes y esa continua sonrisa alegre en su rostro, creció para ser la mujer que eres ahora.

No me arrepiento de nada, solo de no haber pasado el mayor tiempo contigo.

Te quiero, mi niña. Y nunca, NUNCA te voy a olvidar, te tendré siempre presente en mí día a día. Continuaré con mi vida, no la detendré, porque sé que eso a ti no te gustaría, y como dije antes: lo único que quiero es que seas feliz. Y si haya lo eres no hay nada que yo pueda hacer. Solo tienes que saber que nunca es tarde para arrepentirse, y si ese día llegará nunca dudes en acudir a mí, y yo moveré cielo, mar y tierra para que puedas volver.

Te quiero mi linda niña, mi pequeña Meme, mi amada hija. Solo te pido que no olvides a tu viejo padre y que me tengas presente cuando estés sufriendo tanto cuando eres feliz.