capitulo 4

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Elizabeth
Edward creo que no queres volver a hablarme.
La otra noche, después de que dejaras de hablarme, me acosté a dormir. Mis papás habían salido con una de mis hermanas. Murieron. Los tres. Un conductor borracho los impactó. Ella se llamaba Devora y tenía sólo cinco años. A veces jugaba con ella. Pero dejé de hacerlo cuando cumplí los 14 porque ella prefería jugar con sus amigas y me echaba. De mis padres no puedo decir mucho, es extraño cómo podes vivir tanto tiempo con alguien y sentir que no lo conoces. Y se siente mal ponerse a rebuscar en los recuerdos y no encontrar ninguno bueno.
Te extraño, Edward. Hace ya tres días que no me hablas y te extraño mucho.

La chica se levantó de su cama y se puso un pantalón ajustado negro y un sweter negro grande que le llegaba hasta las rodillas. Se ató el pelo con una cinta negra, tomó el celular y salió.
Todos lloraban en el entierro, todos menos ella. Miraba todo con la tristeza en el rostro pero no podía llorar, ella tenía que ser fuerte.
Esa noche su abuela se quedó a dormir y la obligó a comer. Era una de las pocas veces que se sentaba en la mesa a comer con su familia o lo que quedaba de ella. Pero eso siempre ocurría cuando su abuela estaba. Ella no lamentaba haber estado tan aislada de su familia, porque tenía razones para haberlo hecho. Cuando subió a su cuarto cumplió su rutina. Entró al baño, pasó el filo por su piel, se deshizo de la cena, lavó sus dientes y se dio un largo baño. Sus cicatrices llagaban hasta sus codos y las cubría todas con pulseras y maquillaje. También tenía muchas en las piernas y, obviamente, hasta el mas corto de sus shorts las cubría. Eso había empezado hacía tan solo unos meses cuando se llevó una gran paliza por parte de su padre, pero no se había detenido y cada vez le parecía más sencillo fingir la sonrisa.
Revisó su teléfono, pero solo había mensajes de personas que sentían lástima por ella porque ahora era huérfana y había perdido una hermana. Hipócritas. Pero no había nada de Edward. Se acostó y a los segundos se durrmio.
A la mañana siguiente se levantó y se colocó un short, la remera del colegio y la pollera. Ató su cabello en una colita alta sin siquiera peinarlo. Se puso sus zapatillas botitas y su sweter gris, del instituto. Tomó su mochila y salió. No irían en auto, no podrían, su padre no estaba.
Su abuela pidió un remis y los tres chicos salieron rumbo al colegio. Al bajar todos los miraban. Cada uno se fue a su grupo. Pero Elizabeth no. Entró y se sentó en su lugar ignorando todo. Se colocó sus auriculares y esperó a que el profesor llegara.

Elizabeth
Edward, me gustaría poder hablar con vos ahora mismo. Sinceramente te necesito.
Hoy hay sol en Buenos Aires. Hace calor y se siente el olor de las flores.
No sé qué hacer para que me hables.
Edward, por favor.
Siempre estoy rodeada de personas que no me conocen en lo absoluto. Que de mi siempre buscan algo, pero vos no sos a2si y no sé cómo pero te quiero.

Las siguientes dos horas de clase pasaron lentas y ella no prestó atención en lo mas mínimo. Hizo el examen de matemáticas y se sacó 10. No le importó. Era pena. Había hecho mal el ejercicio y lo sabía.
Salió al recreo y se sintió acosada de preguntas de sus compañeros. Sus respuestas eran vagas y pedían a gritos que le dieran espacio. Unas manos rodearon su cintura y ella volteó a ocultarse en el pecho de su primo. Sus compañeros se fueron, no sin dejar de verla y hacer comentarios. Era el centro por perder a todos aquellos que los demás consideraban esenciales.
-Gracias.- dijo la chica.
-¿Estás bien?- preguntó y Elizabeth asintió.
Se alejó para meterse en el baño, sola y en silencio. Extrañaba el silencio.

Edward
Perdoname. Estaba muy enojado, pero no era culpa tuya.
No quería lastimarte. Yo también te quiero, Elizabeth.
Lamento mucho lo de tu familia. Me imagino cómo debes sentirte.

Elizabeth
No te preocupes, gracias por volver.

Edward
No voy a volver a irme, hermosa.

Elizabeth
Cómo sabes que soy hermosa si nunca me viste?

Edward
Porque con lo poco que te conozco se que debes ser la chica mas hermosa que puede existir.

Elizabeth
JAJAJAJAJAJJAA que gracioso.

Edward.
Al menos tu personalidad es hermosa.
Cambiando de tema, quiero que sigas evitando a Rodrigo.

Elizabeth
Jajajajja está bien, eso estaba en  mis planes.

Edward
Y qué otros planes tenes?

Elizabeth
Además de algún dia visitar una fabrica de chocolate y sentirme como una nena de tres años en la juguetería?
Em.. tengo planeado ir a ver a mis ídolos a otro concierto, saltar en paracaídas, comprarme una moto, escapar de la ciudad, tener un cuarto lleno de libros ya leídos. Pero sobretodo conocer a mis ídolos.

Edward
Nunca subas a una moto. Es muy peligroso.
Quiénes son tus ídolos?

Elizabeth
Todos dicen lo mismo pero, ya subí a una y nunca en mi vida me sentí tan bien.
Mis ídolos son Louis, Liam, Zayn, Niall y Harry.

Edward
No vuelvas a subir a una moto!!
Arg, te gusta One Direction...

Elizabeth
No te metas con ellos, estás advertido. Además no sabes todo lo que hacen ni por qué los amo.

Edward
Solo cantan.

Elizabeth
Eso que para vos son canciones para mi son mucho mas. Son una salvación. Sin ellos no estaría acá.

Edward
De qué hablas?

Elizabeth
Nada. Olvidate.

Edward
Elizabeth, decime.

Elizabeth
Quiero verlos una vez mas antes de morir. Eso es todo. Además sus canciones, a veces, me dicen todo lo que necesito escuchar.

Edward
Cómo que antes de morir? Falta muchísimo para eso.

Elizabeth
Uno puede apresurar a la muerte.

Edward.
No lo harías.

Elizabeth.
Tengo que admitir que soy cobarde, pero cuando alguien desea algo con tantas fuerzas puede conseguirlo.

Edward.
Voy a hacer que dejes de desear la muerte.

Elizabeth
Suerte con eso.
Adiós, me voy a dormir.

Edward
Buenas noches, Elizabeth.

Apagó su teléfono y se tiró en su cama, sin recordar su rutina y con una sonrisa en el rostro. Había vuelto.

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