Capitulo 24

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-¿A qué hora hay que ir a buscarla?- preguntó Harry entrando en la cocina donde Liam estaba cocinando con Louis.
-No nos dijo un horario.- dijo Liam tranquilo.
-Bueno yo creo que es tarde.- dijo Harry apoyándose en el marco de la puerta.
-Dejala un rato más, hace mucho que no ve a sus amigos.- dijo él.
-Había mas chicos en esa casa. No lo sé, quiero ir a buscarla, la extraño.- dijo Harry.
-Hagamos algo.-propuso Louis.- Si para las dos de la noche no nos llamó, la vamos a buscar.
Harry accedió de mala gana, después de todo tenían una charla pendiente con Zayn.
A las doce y veinte ya habían terminado de comer y estaban todos sentados en el living.
-Chicos- dijo Zayn.- la quiero. ¿Si? No voy a lastimarla, ni a hacer algo que ella no quiera.
-Sos muy grande para ella.- dijo Louid serio.
-Déjenla elegir.- dijo él- No voy a forzarla a nada.
Todos se quedaron en silencio y era obvio que los chicos no estaban de acuerdo.
-Son las dos.- dijo Niall cuando un reloj resonó en la sala.
Harry salió de la casa con las llaves del auto en la mano. Tenía un mal presentimiento.
Cuando llegó a la casa de Lorena le sorprendió el silencio. Llamó a la puerta y una mujer mayor se asomó.
-Vengo a buscar a mi hija.- avisó él.
-Los chicos se fueron hace horas. Fueron a un boliche en el centro.
-Mi hija no tenía permiso, a mi nadie me avisó nada.
-Le dejo el número de mi nieta si quiere. Debe estar con ella.
La mujer le tendió el número y el llamó automáticamente.
Llegó a la casa furioso. Tocó bocina y los demás se asomaron.
-Harry vas a despertar a todo el vecindario.- dijo Niall.
-Suban al auto.- gruñó.
Luego de media hora ya estaban en la puerta del boliche. Josefina los esperaba en la puerta.
-No sé dónde está,- dijo.- ella dijo que iba al baño y no volvió.
-¿Por qué están acá?- preguntó Harry furioso.
- No es culpa de ella. Nosotros no le dijimos. Solo queríamos que ella volviera a ser la que era hace tanto tiempo, pero cuando llegó la noté rara y ahora simplemente no está.- la rubia tenía los ojos llenos de lágrimas.
Empezaron a registrar todo el lugar nerviosos, preocupados, enojados. No la encontraron.
-¿Dónde mierda está?- gritó Harry al borde de las lágrimas mientras le daba una piña a la pared. No conocía el lugar. No sabía dónde buscarla.
Liam tomó su teléfono y empezó a llamarla, al igual que Niall segundos después.
-Ya lo intentamos.- dijo Pilar refiriéndose a que ya la habían llamado.
María se retorcía las manos nerviosas y Rocío no tardó en notarlo.
-¿Qué sabes?- le preguntó automáticamente.
-La moto.- dijo en un susurro.
-Habla mas alto, nena. ¿Qué sabes?- casi gritó Rocío a causa de la desesperación. Todos se voltearon a mirarla.
-La moto,- dijo María.- ella debe haberse ido en la moto. ¿Cómo llegó hasta acá sino? Tenía la campera de cuero, sólo la usa para esa bendita moto.
Pero algo se estaba callando.
-¿Volvió?- preguntó Lorena al notarlo.
-Eso creo.- dijo María.
Los cinco adultos las miraban sin entender.
-¿De qué hablan?- preguntó Alejandro.
-El 26 de enero del 2013.- fue la única respuesta que dio Josefina antes de volver a marcar el número de su amiga mientras las manos le temblaban.
-Eso no es una respuesta. Alguno expliqueme ya esta maldita mierda.- gritó Harry.
Zayn seguía llamando pero tenía ganas de estrellar el teléfono contra el piso. Ella no estaba, no sabía dónde estaba, nadie lo sabía. Estaba en una maldita moto.
-Ella tuvo un intento de suicidio,- explicó Alejandro con un nudo en la garganta.- pero la única que sabía con detalles eso era Daiana.
Ya eran las cinco de la mañana y no había rastro de ella.
-Atendió.- gritó Niall y puso en alta voz.
Se escuchaba el sonido de una sirena y muchos pasos.
-¿Estás bien?- se escuchó una voz femenina agitada que no era la de Elizabeth.
-Si,- dijo Elizabeth y los chicos soltaron el aliento contenido.- sólo fue un golpe.
-Vamos a curarte antes de que se ponga feo.
Mas pasos.
-Necesito hacerle unas preguntas.- dijo un hombre.
-Por favor,- pidió la mujer de antes. -acaba de tener un accidente, necesita un poco de espacio.
Las caras de los todos cambiaron. ¿Un accidente?
-¿Qué pasó, nena, contame?- preguntó la mujer dulcemente.
-Sólo... Perdió el control del auto y quise esquivarlo pero bueno, no logré estabilizarme.
-Iba borracho.- explicó.
-Lo sé, hace mucho que lo estaba. Estaba adormeciéndose sobre el volante.- dijo ella.
-Todo está bien.- dijo la mujer y se escuchó un sollozo.- No llores, nena, todo está bien.
-Quiero a mis papas.- dijo ella en un susurro.
Las chicas lloraban abrazadas unas a otras. Las lágrimas caían de los ojos de los chicos a pesar se que quisieran parecer fuertes.
-Tranquila, yo los llamo.
-Ellos van a matarme. Soy un desastre. Les mentí. Me fui. No les dije nada. Rompí la promesa que hice, es que,- otro sollozo la detuvo. -no quiero causarles problemas.
-Los hijos causan problemas.
-Pero ellos me adoptaron y quiero portarme bien con ellos. No tendría que haber desobedecido.
-Si te adoptaron es porque te amaron desde el primer instante en el que te vieron.
-Lo sé, y yo también los amo. Los amo más que a nadie con sus locuras y juegos infantiles, con sus caricias y su enorme apetito. Los amo, pero me cuesta tener que ser perfecta y siento que les debo eso. Ellos son famosos y yo, yo soy solo alguien que los distrae de su carrera.
Hubo un silencio.
-No necesitas eso,- dijo la mujer dulcemente.- apagalo. Hace mal. Ahora estás bien. Ellos van a venir, tranquila.
-Les fallé.
Fue lo último que se escuchó antes de que la llamada se cortara.
Harry se pasó la mano por el cabello y empezó a patear con fuerza la pared. Liam fue el que recibió el llamado de la enfermera.
-Vamos.- dijo al cortar y los cinco subieron al auto. En otro auto iban Josefina, Pilar, Maria, Lorena, Alejandro y otros tres chicos.
-Ella siente eso, Dios.- dijo Niall frustrado.- ¿Nosotros la hacemos sentirse así?
-Eso parece.- dijo Louis con la mirada perdida en la ventana.
-Ella está bien, chicos. Ella está bien.- repetía Liam pero parecía que lo hacía mas para convencerse a si mismo que a los demás.
Llegaron al hospital y preguntaron por ella.
-Familiares de Elizabeth James Payne Styles Tomlinson Horan.- dijo la misma enfermera que había hablado con ella luego del accidente.
-Somos sus padres.- dijo Niall.
Al parecer ella ya la había prevenido de que tenía cuatro padres por lo que la enfermera no se sorprendió.
-Ella está bien, la tenemos en observación por el golpe en la cabeza, pero todo indica que esta tarde podrá salir. Ahora pasen que los está esperando, no la reten mucho, esta asustada.- dijo ella dulcemente.
Cuando la puerta se abrió, ella cerró los ojos con fuerza esperando todos los reproches pero lo único que escuchó fue a sus padres sentarse junto a la cama. Harry le tomó la mano y la acarició suavemente.
-¿Estás bien?- preguntó lleno de preocupación.
Elizabeth asintió.
-Nos diste un susto enorme.- admitió Niall.
-Perdón.- musitó ella.
-Lo importante es que estés bien. Eso es lo único que nos importa.- dijo Liam acariciándole el rostro.
-Necesitas dormir.- dijo Louis.
-No quiero,- dijo ella tímidamente.- tengo pesadillas.
-Está bien, vamos a ir a hablar con la doctora. Hay algunas personitas ahí afuera esperando para verte.
Mientras los amigos de ella entraban los jóvenes fueron a hablar con la doctora. Niall fue a encargarse de la moto y los problemas con la policía mientras Louis se encargaba de hacer la denuncia.
Las amigas y los amigos de ella salieron de la habitación y Zayn se apresuró a entrar.
Se acercó a la cama mirándola fijamente y la besó, la besó con delicadeza y pasión. Con ternura y amor.
-No vuelvas a hacerlo,- dijo una vez que se separaron.- no vuelvas a hacernos esto. Cuando no sabíamos dónde estabas casi me muero, sentía que te perdía. No sabía dónde estabas. Tenía miedo. Tenía miedo de que no volvieras.
-Siempre voy a volver, no voy a dejarlos nunca,- prometió ella.- te quiero.
Él volvió a besarla y se quedó estudiando cada una de sus pecas, cada pequeño lunar, cada rasguño.
-Yo te quiero muchísimo mas.
-No llevaba el casco,- admitió.- me lo había sacado para fumar y no volví a ponermelo.
-No lo digas.- pidió. -Shh... Todo está bien ahora. Todo está bien, estamos juntos, estamos bien, estás bien.
Volvió a besarla y ella se durmió entre sus caricias.

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