Capítulo 41

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Al despertar ella vio la luz asomarse por la ventana y sonrió. Llevaba mucho tiempo despertando en ese lugar oscuro. Le agradó sentir el sol contra su piel.
Se levantó y la habitación estaba vacía. Todo le dio vueltas y volvió a caer en la cama. Se sintió inútil, tonta, débil. Se cubrió el rostro con la almohada y gritó con fuerza.
Después de un rato Niall entró en la habitación.
-Hola, princesa.- dijo acariciándole el pelo.
-No puedo levantarme.- murmuró ella.- Me siento inútil. No puedo levantarme.
-Tranquila, mi amor,- dijo él.- todo va a estar bien.
-Me siento mal.- dijo ella con lágrimas en los ojos.
-Voy a llamar a Liam para ver qué se puede hacer ¿Si?
Ella no respondió.
-Pa, yo cantaba los viernes en el colegio. Todos me llamaban misteriosa, nadie sabía quién era yo. El día que esos tipos me agarraron, el que los metió presos después fue Luke. Él y Ashton sabían que era yo. Luke me encontró y logró soltarme antes de que su tío lo matara. Luke me salvó y eso le costó la vida.
Niall le acarició la cabeza y le besó la frente.
-Te quiero mucho, papá, no me dejes, no me dejes.
-No voy a dejarte, princesa, no voy a dejarte nunca, mi amor. Te amo muchísimo.
Ella lo abrazó.
-Vamos, voy a llevarte con Liam para que puedas comer algo.- dijo él tomándola en brazos como a una nena chiquita. Ella enganchó sus piernas alrededor de su cadera y apoyó su cabeza en el hombro se él.
Bajó las escaleras con ella. La sentó en el sillón del living y fue a buscar a Liam.
-Liam.- llamó el caminando a la habitación de él.
Mientras tanto ella estaba en el sillón del living quieta con las manos en la espalda, como solía hacerlo mientras estaba atada en el sotano.
Al rato llegó Liam con un plato de sopa. Empezó a darle de comer lentamente mientras ella le sonreía con ternura.
-¿Cómo te sentís ahora?- preguntó Niall sentándose al otro lado de ella.
-Algo mejor.- dijo ella.
-¿Por qué tan quieta?- preguntó él.
Ella se sacó las manos de la espalda y se cruzó de piernas.
-Perdón, es la costumbre.
Después de que terminó de darle de comer, Liam se dedicó a cambiarle las vendas de tobillos y muñecas. Las sogas habían quedado marcadas en su piel.
-¿No te dolía?- preguntó él.
-No mas que la cadena que me había puesto mi papá.- dijo ella e hizo una mueca.
-¿Por qué la cara?- preguntó Niall.
-Me suena raro llamarlo así. No lo considero mi papá. Mis padres son ustedes.
Ellos se quedaron en silencio, despues Liam la llevó hasta su habitación para que descansara.
-¿Vos crees que Luke esté en un lugar mejor?- preguntó ella.
-Claro que si, mi amor.
Ella le sonrió y él le besó la frente para después irse.
Cuando ella se despertó los demás ya habían vuelto. Los escuchó hablar abajo.
La chica se levantó lentamente y se acercó a la escalera apoyándose en la baranda para no caer.
-¿Qué vamos a hacer con ella?- se escuchó la voz de Harry.
-Creo que podemos cuidarla unos días más pero despues tiene que irse.- dijo Louis.
Ella frunció el ceño.
-Que se quede hasta que se mejore,- dijo Niall.- después vamos a encontrarle un mejor hogar.
La chica bajó las escaleras con los ojos llenos de lágrimas.
-¿Van a deshacerse de mi?- preguntó ella con un hilo de voz.
-¿Qué?- preguntó Harry confundido.-¿De qué...?
Antes de que pudiera decir nada ella había vuelto a subir las escaleras tropezando un par de veces.
Zayn corrió escaleras arriba. Ellos entendieron que ella había escuchado y creído que hablaban de ella.
Llamó a la puerta pero ella no respondió. Abrió y la encontró tirada en el piso llorando y maldiciendo.
-Shh, shh,- dijo él tirándose a su lado para rodearla con sus brazos.- tranquila.
-Quieren deshacerse de mi.- dijo ella.
-No, mi amor, no hablábamos de vos. Louis encontró una gatita hoy, está lastimada.
Ella pareció comprenderlo todo y se sintió estúpida. Él la abrazó con fuerza. Los chicos los miraban desde la puerta.
Intentó ponerse de pie para llegar a la cama pero volvió a caer. Ellos avanzaron un paso pero Zayn les indicó que se detuvieran. Él la tomó en sus brazos.
-¿Qué pasa conmigo?- preguntó ella llena de pánico.
-Estás muy débil, ya vas a recuperarte.
-No siento mis piernas, Zayn, tampoco los dedos de mis manos. ¿Por qué pasa eso? Tengo miedo.
Él la depositó en la cama suavemente.
-No lo sé. Pero vas a estar bien. Todo va a estar bien mi amor, te lo prometo.
Él la abrazó y ella, agotada, se quedó dormida.
Los chicos salieron de la habitación en silencio. Les dolía verla así. Parecía mas asustada que de costumbre y se veía muy mal de salud. Ellos se preguntaban una vez mas si estarían haciendo las cosas bien.

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