capitulo 3

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La cena se sirvió, pero ella no fue y nadie se dio cuenta. Estaban demasiados metidos en un programa de televisión. Siguieron llegando mensajes a su teléfono, pero ella no los vio. Se quedó en su cama, con la música alta intentando dormir. Una a una las luces de la casa se fueron apagando. Ella esperó hasta el último segundo que alguien entrara, besara su frente y le deseara buenas noches, pero eso jamás le pasaba a ella. Quizás era demasiado grande para eso, o no querían subir tantas escaleras.
Despertó a la mañana siguiente, sábado. Bajó con su pijama y se preparó el desayuno. Su padre había salido a trabajar, su madre a hacer las compras con sus hermanas y su hermano dormía.

Elizabeth
Ma, voy a la plaza. No me esperen para almorzar.

Recibió un "ok" de respuesta y subió a cambiarse. Se puso un short de jean tiro alto, un buzo de mangas largas por encima del ombligo y sus zapatillas botitas negras. Dejó su pelo suelto y agarró su skate. Bajó las escaleras y salió a la calle. Mientras el viento la despeinaba se encaminó a la plaza esquivando autos. Se sentó en el pasto y agarró su teléfono.

Edward
Buenos días, Elizabeth.
Me gusta tu nombre.
De dónde sos?

Elizabeth
Buenos días.
Gracias.
Soy de Argentina y vos?

Edward
De Argentina?
Vivís muy lejos.
Yo ahora estoy en Londres.

Elizabeth
Cómo es que tenes mi numero?
Si vivís alla no me importa que seas un violador jajajaja.

Edward
Ya te dije que me confundí de número.
Debería importarte porque viajo mucho y en algún momento voy a ir a Argentina.

Elizabeth.
Viajas con tu familia?

Edward
Viajo por trabajo.
Igual me encanta.
Vos no viajas?

Elizabeth
No mucho....

Edward.
Y qué estás haciendo ahora?

Elizabeth
Estoy tirada en el pasto en la plaza.

Edward
Sola?

Elizabeth
Con mi skate.

Edward
Y tu familia?

Elizabeth
No lo sé. Mi mamá y mis hermanas de compras, mi papá trabajando y mi hermano durmiendo.

Edward.
Te gusta estar sola?

Elizabeth
No es algo que uno elija. Simplemente pasa.
Y vos qué estás haciendo?

Edward
Estoy esperando a mis amigos.
Queres jugar a algo?

Elizabeth
Algo como qué?

Edward
A ese juego de las preguntas.
Empiezo yo.
Color favorito?

Elizabeth
Azul y el tuyo?

Edward
Negro.
No azul.
No verde.
Ay no sé.

Elizabeth
Hahaha no sabes cuál?
Sos un desastre.

Edward
No sé jajaja.
Te toca.

Elizabeth.
No soy buena en esto.
Tengo que irme.
Adiós Edward.

Edward.
Está bien.
Por que tan pronto?
Adiós, Elizabeth.

Se levantó y apuró el paso al ver quién venía. Ella no era de las que ignoraban a las personas, pero a veces le era difícil hablar con ciertas personas. Como el chico que se acercaba.
Elizabeth no era una chica que anda esquivando a todo el que la conoce, pero como todos, hay ciertas personas a las que prefiere no ver. Este es el caso de Rodrigo, no es que sea un mal chico y ella lo quiere mucho pero no piensa ser sólo una mas en la cama para él.
Caminó hasta su casa y entró. Nadie la vio, ni la saludó. Todos estaban demasiado metidos en sus mundos como para notarla siquiera. Eso no era algo que le molestara en forma particular ya que se había acostumbrado. Pero, de todas formas, no terminaba de agradarle. ¿A quién le agradaría?
Subió hasta su habitación y decidió darse un baño.

Rodrigo

Por qué te fuiste tan rápido, zorrita?
No me estarás esquivando, no?
Cuándo venís a casa?

Ella no le respondió. No iba a hacerlo y se sintió estúpida por, en algun momento, haber hablado con él. Le molestaba quererlo pero, con él tuvo la desgracia de ser amistosa y darle un lugar en su corazón.

Elizabeth (a edward)
Perdón, tenía que volver a casa.

Edward
Dónde estabas?

Elizabeth
En la plaza, es lindo tirarse en la plaza.

Edward
Por qué volviste tan pronto entonces?

Elizabeth lo dudó por unos segundos antes de decidir que confiaba en él.

Elizabeth
Había alguien con quien prefería no cruzarme.

Edward
Por qué? No era de tu agrado? Sos tan superficial que no podes siquiera saludarle?

Ella lo pensó unos segundos, parecía enojado. Miró la pantalla uno, dos, cinco minutos. ¿A qué se debía tanto enojo?

Edward
No contestas porque es así. No me hables mas, no creí que fueras así.

Ella se quedó confundida con lágrimas en los ojos, ella no era así. Nunca fue así. ¿Por qué Edward pensaba que ella era así? Él la bloqueó y ella no pudo evitar soltar las lágrimas. De todas formas respondió, no importaba si él no lo leía jamás, ella tenía que decirle que ella no era así.

Elizabeth
No, no soy así. Jamás lo fui. No entiendo por qué sacaste conclusiones sin dejar que te explique.
El chico que me crucé se llama Rodrigo. Lo quiero. Al principio era lindo estar con él, pero despues descubrí que estaba con otras. No lo culpo, ni siquiera eramos novios, además él podría estar con cualquier chica, no tenía que conformarse conmigo.
No me enojé porque lo hiciera, pero me dolió. Él no sabe que yo lo sé.
Hoy lo evité porque hace meses que viene insistiendome para que vaya a su casa. No lo ves? Él solo me quiere en su cama.
Me duele que te hayas enojado sin escuchar lo que tenía para decir. Pero está bien, estás en tu derecho.

Ella dejó el telefono a un lado y fue al baño. Hizo su rutina de todos los días, apretando un poco más porque estaba enojada, desilusionada y dolida por un motivo nuevo. Pasó el filo por su piel, vomitó sus comidas del día, cepilló sus dientes y se dio un largo baño. Al salir, ya eran las ocho de la noche. Sus padres habían salido con una de sus hermanas a comer afuera. Su hermano estaba abajo y su otra hermana había salido con sus amigos.
Se tiró en su cama, prendió la música y cerró los ojos. Ella creyó que Edward la entendía, pero al parecer no era así.

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