Elizabeth entró al colegio y lo único que escuchó durante todo el día fueron las conversaciones sobre el show del viernes. Ella seguía siendo una desconocida así que nadie sospechaba.
-James,- llamó el profesor.- la buscan en el pasillo.
Ella se levantó y escuchó varios murmullos de preguntas sobre quién era ella. Elizabeth se encontró con la profesora que sabía que era ella la que había cantado en el escenario el viernes.
-Logré guardar el secreto,- dijo ella.- pero el director quiere que sigas haciéndolo. Van a convertirse en fiestas de máscaras así que tranquila. Son todos los viernes y va a contar como si estuvieras inscripta en arte.
Elizabeth asintió.
-Bueno ahora volvé a clase. Nos vemos el viernes en la noche.- dijo giñándole un ojo.
Ella volvió al salón y las miradas la siguieron. La forma en que su falda volaba y su cabello le ocultaba el rostro llamó la atención de alguien en particular. El chico se enderezó y esbozó una pequeña sonrisa.
Ya era hora de irse y Elizabeth caminaba por el estacionamiento hablando por teléfono.
-Hoy a la tarde la paso a buscar. - afirmó.
-Pero... Está bien.- accedió James.
-Este viernes quedaste con Marcus. ¿No?
-Si, peque. Este viernes estás sola.
-Bueno.- suspiró ella.
-Por ahí te cruzas con el bombonazo del otro día.
-James,- rió ella. -dejá eso. Bueno me voy que no puedo con los libros el skate y el teléfono.
-Bueno, lindura. Nos vemos en la tarde.
La chica guardó su teléfono y subió a su skate.
Desde la otra punta del estacionamiento él la miraba apoyado en su moto de brazos cruzados.
Elizabeth llegó a casa sonriente y encontró una nota donde sus padres le decían que no iban a estar hasta la noche.
Dejó sus libros y se tiró a dormir.
A las cinco de la tarde estaba en la puerta de la casa de James. Él no estaba. Genial, que buen amigo. Su moto estaba en la puerta con las llaves puestas y un papelito.
Me fui al super. Si llegas mientras no estoy sos mala.
Raro.- pensó ella antes de subirse a su moto y ponerse el casco. La dejó escondida cerca de la casa.
Al día siguiente llegó a la escuela con un lazo en el cabello. Había ido en su skate ya que otra vez los chicos se habían quedado dormidos.
Al entrar se chocó con un chico que llevaba varios libros en las manos. Ella rió ante su expresión.
-Perdón,- se disculpó. -iba distraída.
-No pasa nada.- dijo él ayudándola a levantarse .-¿Estás bien?
-Claro. ¿Vos?
-No tan bien,- rió él. -tengo examen de matemática dentro de tres horas y no entiendo nada.
Ella rió.
-Tengo dos horas libres,- le dijo.- si queres te ayudo.
-Claro,- dijo él contento. -te espero en la siguiente hora en las gradas.
Ella asintió y él se fue dando saltos. A los pocos pasos volteó.
-Por cierto, me llamo Ashton.
-Ashton, lo tengo.- dijo ella con una sonrisa.
Cuando terminó su primer hora de clase se dirigió a las gradas donde se encontró con el chico tratando de resolver unos ejercicios de matemática.
Ella le explicó todo rápidamente. A él le parecía que había descubierto un nuevo mundo, ahora sí que entendía matemática. El timbre sonó.
-Es hora.- dijo ella seria lo que los hizo reír a ambos.
-Hagamos un trato.- dijo él.
-Si desaprobas, te dejo que me pegues.- rió ella.
-Y si apruebo te llevo hoy a cenar.
Ella aceptó y cerraron el trato juntando sus manos. Volvieron al instituto riendo.
-Todavía no sé tu nombre.- dijo él.
-Elizabeth,- dijo ella.- ahora andá que vas a llegar tarde.
Ella entró a su salón de clase y tomó apuntes mientras pensaba en cómo le iría a Ashton.
La campana de salida sonó y al poco tiempo ella ya estaba con su mochila al hombro y su skate en la mano.
-Elizabeth,- la llamó Ashton y ella volteó. Él la alzó por el aire riendo.- aprobé.
Ella comenzó a reír a carcajadas ante los ojos del chico que seguía apoyado en su moto observándola encantado.
-A las ocho paso por tu casa.- dijo él y ella le anotó la dirección.- Ponte guapa.
Ella volvió a reír y se alejó en su skate.
Iba pensando en lo que había pasado mientras andaba en su skate cuando una moto pasó a toda velocidad a su lado. Se quedó observándola. Extrañó su moto.
Cuando llegó a casa se encontró a Harry corriendo en boxers.
-¿Pa?- preguntó extrañada.
-No hay quien los pare.- rió Zayn.- Él y Niall llevan así toda la mañana.
-Yo me encargo.- rió ella. -¡Estoy embarazada!¡Zayn, vas a ser papá!- gritó la chica y Zayn abrió los ojos como platos. En menos de dos segundos sus cuatro padres ya estaban ahí a punto de agarrar a Zayn del cuello. Ella estalló en carcajadas.- Era una broma. Vistanse no pueden estar en boxers todo el día.
-Si podemos.- dijo Niall.
-Entonces no abran la puerta.- dijo ella encaminándose a la escalera con una sonrisita en el rostro.
-Nadie va a venir.- dijo Louis como si hubiera ganado un premio.
-No esten tan seguros.- dijo ella tomando su mochila.- Tal vez alguien tenga una cita.
Dicho esto se apresuró a subir las escaleras. Sus padres la siguieron con la mirada celosos y Zayn algo dolido.
Esa noche llamaron a la puerta y fue Liam quien abrió. Miró al chico vestido de traje de pies a cabeza. Elizabeth bajó rápidamente las escaleras con una pollera azul suelta y una camiseta blanca ajutada al cuerpo. Estaba preciosa. ¿Cómo es que con tan poco se veía tan bien?
-Chau, papis.- dijo ella rápidamente y besó la mejilla de Liam antes de que los demás aparecieran. Salió con Ashton rápidamente.
-Estás muy linda.- le dijo él y ella se ruborizó.
-Vos también, mi querido Ashton.
Él le abrió la puerta del auto y ella subió con una preciosa sonrisa.
Llegaron a un restaurante muy lujoso y entraron.
-¿Sabes que mis padres quieren matarte?- preguntó ella divertida.
-Lo noté con el que estaba en la puerta.
Ella le había hablado de sus cuatro padres y él había procurado ocultar el secreto. Rieron todo el rato durante la cena.
-Elizabeth James. ¿Me harías el honor de ser mi nueva amiga?- preguntó él delante de las miradas de todo el restaurante.
Ella estalló en una carcajada.
-Claro que sí, Ashton Irwin.
Ambos salieron del lugar riendo a carcajadas. Llegaron a la puerta de la casa de ella y se detuvieron en la puerta.
-Fue genial, Ash, gracias por todo.- dijo ella.
-La pasé genial con vos. Nos vemos mañana.
-Claro,- sonrió ella.
-Ya me caes bien, petisa.
-Hey.- se quejó ella mientras él subía al auto.- A mi me ayudan los tacos, a vos no, enano.
Él rió y le guiñó un ojo. El auto arrancó y ella se volteó para abrir la puerta. Se encontró con cuatro pares de ojos que la observaban. Ella los saludó con la mano y se sacó los zapatos tirándose en el piso.
-Está loca.- dijo Niall riendo.
-Solo cansada. Nunca me reí tanto, ese chico está chiflado.
-¿Por qué te invitó a cenar?- preguntó Louis.
Ella giró su rostro para mirarlo.
-Lo ayudé a estudiar para un examen hoy. Este fue el regalo que me dio porque aprobó.
-Ah, y... ¿A vos te gusta?- Preguntó Liam.
-No, a mi me gusta...- Iba a decir Zayn. Claro que si, pero se quedó en silencio.- Nadie.
Se levantó y subió a su cuarto, Zayn debía creer que a ella le gustaba, igual que lo habían creído sus padres.
Abrió la última puerta del pasillo y lo encontró sentado en boxers en su cama dibujando. Ella se sentó junto a él.
-¿La pasaste bien?- preguntó seco.
-Si, sobre todo cuando le gritó a todo el restaurante que yo le había salvado la vida porque si desaprobaba el examen de hoy su mamá iba a matarlo.
Zayn la miró con ese brillo tan suyo en los ojos.
-¿Entonces no te gusta?
-Claro que no, es un amigo. Te caería muy bien.
Zayn dejó el cuaderno a un lado y se tiró encima de ella abrazándola.
-Yo soy tu mejor amigo,- dijo él.- solo yo.
Ella rió.
-Y por eso estoy esperando un hijo tuyo.
-Claro que si. Va a ser tan lindo como yo.
Ambos estallaron en carcajadas. Se quedaron así un rato. Él estaba sobre ella y al notarlo volteó haciendo que sea ella la que quede encima. La chica le recorrió el torso desnudo con las yemas de los dedos y apoyó su cabeza en el pecho de él. Sus piernas estaban entrelazadas. Poco a poco se fue quedando dormida y él igual.
Zayn despertó cuando Harry tomó a Elizabeth en brazos para llevarla a su cuarto.
-Cuidado, hermano.- le dijo en modo de amenaza.
Pero Zayn estaba feliz. Estaba contento de que a ella no le gustara Ashton, de que fueran mejores amigos, de que ella se permitiera dormirse sobre él. Él sabía que ella aún lo amaba ahora tenía que hacerle saber que no había nada malo en ello.
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Invisible
FanfictionEsta es la historia de una chica como cualquier otra. Una chica que es capaz de ocultar todos sus sentimientos bajo una mascara. Ella llora y nadie la ve, grita y nadie la escucha. Solo desea que, algún día, todo cambie. ¿Podrá su deseo volverse rea...