capitulo 5

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Hacía tres meses que Edward y Elizabeth habían empezado a hablar. Los cortes en ese tiempo cesaron un poco. Y ellos se habían vuelto grandes amigos.

Elizabeth
Vienen. Vienen a Argentina otra vez. Edward, One Direction viene a Argentina el mes que viene ,al parecer van a quedarse durante cuatro meses para grabar no sé qué. Mañana salen las entradas, no lo puedo creer. ¡Mañana! Es muy pronto. ¡Edward!!!!

Edward
Tanta emoción?

Elizabeth
Si!!!!

Edward
Está bien, tontita.
Te quiero.

Elizabeth
Y yo te quiero a vos, tontito.

Edward
Tengo que irme.
Adiós, peque.

Edward tenía 20 años y se decidió porque le gustaba el color negro. Hacía poco empezó a estudiar arte, pero tuvo que dejarlo por los viajes de negocios. Elizabeth estaba a dos días de terminar las clases y al fin se liberaría del instituto. Ella todavía no había cumplido los 16 y su mayor estudio era la cantidad de rayones que tenía la mesa a esa altura del año.
A la mañana siguiente salió de casa antes de las cuatro y fue a hacer la fila para comprar las entradas.

Edward
Hola
Cómo estás?
Por qué no respondes?
Llevo dos horas esperando a que contestes.
Elizabeth.
Estás ahí?
Euuuu
Peque.
Podrías responder?

Eizabeth
No las conseguí.
Perdón, hablamos mañana.

Edward
Preciosa, está bien, van a estar varios meses. Vas a verlos.
Linda, vas a verlos.

Elizabeth
No es lo mismo. Era el día de mi cumpleaños. El concierto, era en mi cumpleaños.
Está bien.
Solo que... era mi sueño.

El concierto se acercaba y ella lloraba, Edward no podía consolarla porque no estaba ahí. Los cortes habían aumentado. Todo parecía ser un desastre y, con la casa cada vez más silenciosa, las cosas no mejoraban.
El día llegó. Su cumpleaños, el concierto. Su abuela entró a despertarla con un muffin y una velita. Sus hermanos dormían.
-Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti.- cantaba y Elizabeth sonrió desperezándose.
-Gracias, abue.
-Alguien te mandó una carta.- dijo y le guiñó un ojo. -Voy a despertar a los demás.
Su abuela salió con una sonrisa complice. Ella sabía que había alguien que traía a la chica sonriendo de un lado al otro.
Abrió el sobre y se topó con que en él había un M&G para One Direction. Dejó la carta a un lado y saltó y gritó y lloró de felicidad. No podía creerlo. De llevó ambas manos al pecho a la vez que sonreía y miraba el sobre en la cama. Estaba ahí. Era real.
Agarró el papel que venía con la entrada.

Feliz cumpleaños, peque. Espero que lo disfrutes. Ojalá pudiera llevártela en persona.
Te quiero mucho.

Elizabeth
Te quiero. Dios. No lo puedo creer. Te quiero muchísimo. Gracias. Gracias. Gracias.

Edward no respondió, no se conectó en todo el día.
Elizabeth tenía que prepararse para el concierto. Quería abrazar a Edward y ya no le importaba si era un violador o no. Nunca lo había visto, ni siquiera por foto pero, a ella había empezado a gustarle y ese pequeño gran detalle le había demostrado que a él también le importaba un poco ella.
Se puso un pantalón negro ajustado, una musculosa azul suelta con la espalda descubierta, sus zapatillas botitas negras y un buzo negro grande. Se puso todas sus pulseras,  tomó todo lo necesario y salió rumbo al monumental, donde sería el concierto. Ella podría verlos luego del concierto. Estaba nerviosa.

Edward
Espero que lo disfrutes, peque. Te quiero mucho.
Feliz cumpleaños.
Después te mando un testamento, pero mi trabajo me reclama.

Ella sonrió al leerlo. Sintió lágrimas resvalar por su rostro cuando sus ídolos salieron al escenario. Ella estaba en campo vip, había llegado a la valla y de todos modos se sentía apartada de ellos. Verlos ahí era ser feliz, era convencerse de que eran reales, era poder mirar sus propios sueños estando despierta. Ellos respiraban, ella No tanto. Cantó todas y cada una de las canciones. Gritó, saltó, lloró. No podía creerlo. Cuando ellos se despidieron ella mostró su pase a un guardia que la llevó a donde debía ir. Antes pasó por el baño, se lavó la cara y se arregló el cabello. Se quitó el buzo y se puso desodorante, le parecía cruel tener que conocerlos una vez acabado el concierto, era obvio que iba a estar hecha un desastre. Se rió de ella misma ante la frustración y salió del baño. Cuando los vio fue incapaz de seguir caminando, pestaneando o respirando siquiera. Parada, con los puños sujetando la mochila y las piernas temblándole, los observó.
-Ho... Ho... Hola- dijo ante sus miradas divertidas.
Liam se acercó a ella y la levantó por los aires. Ella le rodeó el cuello con los brazos completamente sorprendida. Los chicos reían ante su expresión de niña pequeña.
-¿Cómo llegaste acá? Contanos tu historia.- dijo Niall y todos rieron.
-Mejor entremos así hablamos mas tranquilos, siempre hay algunas que burlan a los de seguridad.- dijo Louis preocupado.
Entraron al camerino. Liam aún no la había bajado y ella rió con suavidad.
-Contanos.- pidió Harry.
-Me... Emm... Yo. Wow.- dijo y se sentó en el piso sin poder creerlo.
Los chicos la miraron preocupados.
-¿Estás bien?- preguntó Zayn.
Ella asintió.
-Si.. Es sólo.. No lo puedo creer. No saben cuánto esperé por esto.- hablaba despacio todavía shockeada y ellos escuchaban cada palabra divertidos.- Cuando dijeron que iban a venir estaba muy feliz, pero no conseguí entradas porque soy floja y llegué a la fila a las cuatro, tendría que haberme levantado mas temprano. No sabía qué hacer, así que hice lo que cualquier adolescente que tuvo la posibilidad de cumplir su sueño y fracasó haría. Lloré y lloré. No podía creer lo cerca que estuve. Hoy a la mañana me llegó una carta de un amigo,- sonrió al pensar en él.- y ahí estaba la entrada.
Se hecho a reír tímidamente.
-No lo podía creer, es el mejor regalo de cumpleaños que alguien me haya hecho.
-¿Es tu cumpleaños?- preguntó Louis saltando de la silla y ella asintió. Los chicos intercambiaron miradas complices y se lanzaron sobre ella cantándole el feliz cumpleaños.
-Ay, pero que bonito huelen.- rió.
-A que sí.- rió Niall abrazándola y llenándola de sudor.
-Vamos a cenar para festejar tu cumpleaños.- dijo Liam de golpe y la ayudó a ponerse de pie.-Somos nuevos. Podrías ser una buena guía.
A los pocos minutos ya estaban todos en una camioneta rumbo a algun lugar. Ella avisó a su abuela.
*llamada*
-Hola- dijo extrañada.
-Hola, Elizabeth.
-Ah, hola, Cami. ¿Qué pasa?- preguntó extrañada de que su hermana la llamara.
-Es Nacho, hubo un problema.
-¿Qué le pasó?
-Esta en el hospital.
-¡¿Qué?!- casi gritó ganándose las miradas de los chicos.
-La abuela está viniendo.
-¿Qué le pasó?- preguntó con lágrimas en los ojos. Los chicos se miraban confundidos sin entender.
-Entró en un coma alcohólico. Tengo que irme. Algo pasa.
*fin llamada*
Elizabeth se llevó una mano a la frente y miró por la ventana tratando de respirar. Su familia desaparecía poco a poco.

Camila
Murió. Algo pasó y murió.

Liam miró por encima de su hombro y la abrazó al saber que alguien había muerto.
-Chicos, perdón pero no puedo. Tengo que ir a casa.- dijo atragantándose con su propia voz.
-¿Qué pasó?- preguntó Zayn.
-Mi familia desaparece.- fue todo lo que pudo decir.

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