capitulo 21

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Esa noche llegaron al restaurante alrededor de las 10:30. Los cinco jóvenes iban vestidos de traje y ella llevaba un pantalón ajustado, unos zapatos negros de plataforma y una remera olgada con encajes de mangas largas.
-El día que la vea vestida atrevida me voy a desmayar.- dijo Niall sorprendido aún por tener una adolescente que no quisiera mostrar ni pisca de su piel.
-Tranquilo, papito, no va a pasar eso.- dijo ella tomándolo del brazo al entrar.
Mas adelante iban Louis y Harry hablando.
-Ahora es su tío, no hay que preocuparse.- dijo Harry.
-Yo no estaría tan seguro.- dijo Louis desconfiado.
Una vez sentados en la mesa pidieron por favor tener una cena tranquila con su hija sin que nadie los interrumpiera y así fue. 
-Tenemos una propuesta para vos.- dijo Liam poniendo ambos codos sobre la mesa y mirando a Elizabeth fijamente.
-Esta se volvió una cena de negocios,- rió ella.- te escucho.
-Un concierto.- dijo él.
-Una noche.- dijo Niall.
-Lanzar tu carrera.- dijo Louis.
-Serías famosa.- dijo Harry.
Ella miró a Zayn.
-¿Qué?- preguntó este.- Vos sabes lo que quiero y no está relacionado con tu carrera.
Las mariposas volaron en el estómago de ella y sus mejillas tomaron color. Mientras ellos dos se negaban a romper el contacto visual, los demás asesinaban con la mirada a su compañero.
-Con que su tío...- dijo Louis.
-Ya, era broma, chicos.- dijo Zayn mirándolos, pero todos ahí sabían que no lo era.
-No me maten a mi tío.- dijo ella entre risas.
-Volviendo al tema anterior.- dijo Harry mirando a su hijita dulcemente.- No te despegarías de nosotros, claro está. No soportaríamos tener una hija paseándose por el mundo sin nosotros pero... Podríamos llevarte con nosotros y promocionar tu carrera.
-Papis,- dijo ella con una sonrisa en el rostro.- los amo y sé que quieren que tenga un futuro, pero el mío no esta frente a miles de miradas. No me gusta ser el centro de atención ni que se hable sobre mi. Toda mi vida fui invisible y la verdad es que me gusta así. Me volvería insoportable, una típica adolescente llena de complejos que ama la moda y se muestra muchísimo. Cantaría con ustedes con gusto porque los amo, a los cinco, pero prefiero dedicar mi vida a otra cosa.
La miraron perplejos y una sonrisa adornaba el rostro de Zayn, a él no le había pasado desapercibido el comentario de que los amaba, A LOS CINCO.
Tenían mucho que aprender todavía de ella, pero ellos aún no lo sabían.
-Está bien.- dijo Liam tirándose en el respaldo todavía algo perplejo.- ¿Y qué queres hacer en tu futuro?
-Medicina.- dijo ella mientras se llevaba un poco de sopa a los labios.
Los ojos de todos se abrieron mas aún, como si eso fuera posible.
-¿Medicina?¿Por qué?- preguntó Niall.
-Si, medicina.- dijo ella con esa sonrisa que jamás se borraba de su rostro y que esos cinco chicos amaban.-Me gustaría. Me gusta hacer cosas por los demás y esa sería una forma de aportar mi granito de arena, de ayudar.
No salían de su asombro. Era un sol y todos coincidían en eso. Al volver a casa ella se dio un baño y se acostó a dormir al igual que los demás. Cerca de las tres de la mañana se puso de pie y, abrazando su almohada, caminó por el pasillo oscuro. Le temblaban las piernas, y tenía las lágrimas en los ojos.
Entró al cuarto de Louis y se acercó a la cama. Le sacudió el hombro con delicadeza.
-¿Elizabeth?- preguntó él medio dormido mientras buscaba el interruptor de la luz.-¿Qué pasa, linda?
-Tuve un sueño feo.- dijo ella con las lágrimas a punto de brotar.
Él la tomó de la mano y la acercó a la cama. Ella se acostó junto a su padre y escondió su cabeza en el pecho de él.
En esos momentos podía ver a la niña que tuvo que crecer demasiado pronto, emerger desde el interior de su hija. Parecía tan chiquita abrazando su almohada con una remera que le quedaba grade, sollozando en su pecho. Louis la veía, cada día, oculta detrás de las sonrisas pero casi nunca se mostraba así. Era fuerte por no demostrar que era débil, si bien ahora todo mejoraba, las cosas habían estado muy mal antes.
El celular empezó a vibrar en las manos de ella y él se preguntó por qué lo habría traído. Ella no respondía.
-¿Qué pasa?- preguntó él apartándola para verla a los ojos.-¿Por qué no respondes?
Ella atendió y musitó un "hola".
-Elizabeth, tenes que venir,- era la voz de un chico. - ellas te necesitan. Yo te necesito.
Un sollozo escapó de los labios de ella. Louis aún no comprendía nada.
Ella cortó sin haber podido responder. Quiso volver a esconderse en el pecho de su padre pero él necesitaba una explicación.
-Daiana se suicidó.- dijo y él la apretó con fuerza contra sí.- Es mi culpa, yo me fui y la dejé sola.
-No es tu culpa.- dijo él con lágrimas en los ojos.
-Si, porque yo era la que siempre la escuchaba y la dejé sola porque soy una egoísta, egocéntrica y no supe pensar en ella.- lloraba con mas fuerzas. -Yo podría haberla parado cuando todo empezó pero no lo hice, le creí, creí que ella tenía razón y comencé a hacer lo mismo. Después la superé, comencé con cosas peores y ella me imitó. Yo la lleve a esto. Es mi culpa.
Louis no sabía qué hacer, no sabía qué decir. La abrazaba con mas fuerza e intentaba de que se calmara, de que se diera cuenta de que nada era su culpa mientras las lágrimas salían también de sus ojos. 
-Tengo que ir a Buenos Aires.- susurró.
-Vamos a ir a Buenos Aires,- prometió él.- mañana por la mañana vamos a ir, todos, a Buenos Aires.
Ella se tranquilizó un poco y se quedó dormida. Louis comenzó a sentir como su corazón se partía un poco mas. Ella estaba cargando con una muerte en su conciencia, se había dormido entre lágrimas y aún había cosas que no les había contado.

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