Mi recluta

Capítulo 27

POV EREN

Toda la oscuridad que ahora me llenaba, que me ahogaba y me hacía sentir peor  de lo que ya estaba, era Levi Ackerman, prácticamente un demonio, eso no era lo menos que me esperaba, despues de rasgar mi piel, como si fuera carne para devorar el siguió convirtiéndose en presa de su propia agonía.

En aquella oscuridad podía aun asi ver con claridad la luz de mis recuerdos de niño, de cómo almacenada fotografías y libros de aquella guerra de la cual,el país se habría librado , admirando y leyendo sobre  mis mas grandes héroes de guerra, entre ellos el que  tenía mi agradecimiento infinitamente por ser mi salvador , el capitán Levi Ackerman, en aquella ocasión había decidido ser como el, tan valiente, tan amable,  tan integro...

De repente aquel sueño se tornaba tormentoso ,la muerte de mi padre, la despedida con mi madre, lo que me hizo mi héroe, todo paso tan rápido , además el enorme dolor en mis caderas, volvía poco a poco, sentí  escalofríos en mi cuerpo, sentía como a la ves  mi cuerpo ardía, desperté de golpe ante tal agonía, quizás, con la esperanza de que todo haya sido un fatídico sueño.

Lamentablemente para mi, no era nada agradable lo que estaba pasado, mi cuerpo estaba sostenido por el capitán, el estado no era muy bueno, tenia muchas cortadas en mis brazos y piernas, lo que provocaba  un dolor inmenso, un dolor inevitable , no solo eso, mas haya de todo impedía mi libertad, estoy seguro que aquellas cortaduras  con su profundidad no se  sanaran rápido, sobre todo, la que tengo el pecho, mis lágrimas  empezaron a caer como si nada mientras el chillido de mis dientes, por todo lo que sentía resonaba, mi cara ardía, creo que el maldito de Levi no solo daño mi cuerpo.

Sentía una a una las acaricias de aquella persona, tomando mis caderas y penetrandome pese a que he estado desmayado el no ha dejado de moverse, dentro de mi.
Mi interior, también siente dolor, siento como si estuvieran metiendo un palo en trasero, realmente ese tipo no se cansa de hacerme estas cosas tan atroces.

Con la agitación de mi cuerpo, la transpiración y el olor de sexo en aquel cuarto  sin una ventana me hacían aun no poder separar los sueños de la realidad, mi corazón estaba afligido y mi mente mas que perdida, mas aun podía sentir este dolor, no  físico si no el que también se crea por la tristeza y la desolación, podía  a la vez sentir mis lágrimas caer de mis mejillas, como el llanto de un niño a quien no le han dado un helado, casi como una víctima de si mismo.

_maldita sea mgh duele  nag duele gh duele.. mag pare mag duele _ Gritaba sin control al sentir como todo el dolor se acumulaba en la parte baja  de mi cuerpo, estoy seguro que podía sentir que estaba sangrando otra vez, lo peor era que mi cabeza empezó a sentir un gran dolor también, solo provocaba   que algunas pocas palabras salieran.

_ mm me gusta ver tu cuerpo sangrando y apenas has  despertado desde que te marque mgh _ Afirmo dándome una nalgada acariciando mi muslo levemente, subiendo hasta   mis pezones , no para frotarlo si no para pellizcarlos y haciéndome gritar al instante mientras , se movía frenéticamente, podía sentir escalofríos solo con una oración pronunciada por el.

_esta mag enfermo,   g enfermo mgh  mg enfermo.. mh enfermo mgh enfermo _ de alguna forma u otra esas eran las únicas palabra que hasta el momento podía pronunciar, mientras mi vista aun estaba borrosa y en ese instante las únicas sensaciones que tenia eran  de dolor, más y mas dolor, que hasta te podías morir con el.