Capítulo 11

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El resto del día paso muy aburrido, pero por fortuna ya terminamos las clases por hoy. Se acerca más de a poco el día de las practicas, ya casi terminamos la carrera y estoy muy ansiosa por que todo esto acabe y poder ejercer mi gran pasión, mi profesión.

Llego a casa, y veo que mi padre no esta dentro, imagino que está en el garaje haciéndole un cariñito a mi bebé, así que me dirijo al garaje.

- Hola papá, ¿que tal haciéndole un cariñito al bebé? -Pregunto acercándome a el para darle un beso en la mejilla, tiene la mitad del cuerpo metida en el capo del coche.

- Claro, creo que se lo tiene merecido ¿no?, ya que después de todo no tienes tiempo para hacerlo tú- Me mira sonriendo y me giña un ojo y vuelve a lo que estaba haciendo.

Mi coche es mi bebé. Es un Camaro SS 1969, es la segunda cosa que más amo. La primera es mi padre.

Me pongo a recorrer con la mirada por las fotos colgadas en la pared del garaje, me traen bonitos recuerdos de mi infancia.

Por un momento me aisló del mundo, por estar navegando en mis recuerdos. Voy repasando con la mirada cada foto recordando cada momento. Fotos de mi familia en Río de janeiro, Yo con mis primos riendo, mis primos y yo con nuestros coches, Una foto de nosotros en un día de lluvia que nos dio por salir con nuestras motos a hacer derrapes en el fango. Recuerdo ese día como si fuese ayer, ese día tenia lodo en lugares donde no pensaba que podía llegar el lodo.

Se me sale una sonrisa involuntaria y está ahora no me percato de que mi padre está parado mirándome con una sonrisa melancólica.

- Bonitos recuerdos, no- Afirma. Asiento con la cabeza.

- Recuerdas que desde que pudiste llegar a los pedales no te separaste de ellos- Me recuerda y sonrío.

- Las competencias de coches en Río con los primos eran las mejores, siempre se molestaban por que les ganaba y la verdad es que no sabían perder- Niego riendo por el recuerdo.

- Era una de las cosas que más disfrutaba en el mundo. En ese momento era feliz y plena, no necesitaba nada más.- Sonrío mirándole, mi padre se acerca y nos damos un corto abrazo.

- Bueno veámosle el lado bueno también estoy haciendo algo que me gusta muchísimo, además muy pronto voy a ser médico forense.

- Lo sé y estoy muy orgulloso de ti....siempre he estado muy orgulloso de ti cariño, siempre haz sido capaz de cualquier cosa.- Me mira con una sonrisa dulce.

- Papá por favor sabes que me pongo sentimental cuando me dices esas cosas, y sabes que cuando lloro parezco un monstruo con refriado. ¡Terrible! -Contesto. Él ríe.

- Bueno me voy a alistar para mi turno de noche que falta poco para que entre- Le dejo un beso casto en la mejilla y me voy a mi habitación para darme una ducha caliente.

***********

- ¿Qué tal tu día chica?, ¿cuántas rosas y osos de chocolates te han regalado hoy?- Pregunta mi compañera patricia.

- Menos cero al cuadrado- Contesto

- Hay por dios chica, que corazón de hielo tienes.....déjate querer, deja que el amor llegue a tu vida- Dice guiñándome el ojo seguido de un pequeño codazo amistoso.

- Bueno vamos al lio, ¿qué tienes para mi hoy? -Pregunto flotando mis manos ansiosa. Ella busca en el ordenador y me dice todos los pedidos que tengo por repartir.

- Esto está chupado, acabare en tiempo récord- Digo convencida.

- No seas engreída- Dice ella rodando los ojos.

- Sabes que soy muy rápida y te consta- Digo riendo y ella me hace una seña para que me marche.

- Sabes que me amas- Le lanzo un beso al aire.

-Creo que el oxígeno que respiras, tu cerebro no lo procesa bien y hace que tengas alucinaciones. Venga tira pa'lante- Dice divertida, Salgo riendo del local.

Hora y media, me falta poco por acabar los pedidos para entregar que me dio patricia, solo me faltaba uno para terminar.

Cuando abro el móvil para ver la dirección, frunzo el ceño extrañada.

Este lugar se me hace muy conocido.

Le resto importancia y me conduzco hacia la dirección. Cuando llegó me doy cuanta de por que se me hacía conocido el lugar.

Era la casa de Köhler.

Otra vez no por favor.

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora