Capítulo 50

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Eva García

Estamos todos reunidos en el jardín tomando unas cervezas frías para este calor que hace. Le di una buena paliza a Diego, Kevin se me escapo, aunque me lo tenía merecido por la broma que le hice, ya deberíamos de estar en paz.

Estamos todos hablando, bromeando y riendo. Me percato de que Kevin entra en mi radar de visión caminado hacia mi.

- ¿Que haces?- Pregunto desconfiada mientras me toma de la mano y me atrae hacia el centro del jardín.

- No pensarás hacerme otra broma pesada ¿verdad?, hicimos una tregua- Digo mirándole, el sin contestar a mis preguntas solo me dedica una dulce sonrisa.

- Aunque lo que paso no estaba en mis planes, yo si tenía algo planeado para ti hoy desde que volvimos de Italia.- Habla tomando mis manos, inclino un poco la cabeza confusa.

- ¿De que hablas?- Pregunto, miro hacia a un lado donde esta toda mi familia sentada y algunos nos miran atentamente. Mi padre nos mira pero no nos presta mucha atención mientras que habla con algunos de mis primos.

- Me has ayudado a cambiar mi mundo y a descubrir un mundo lleno de colores. Haz derrumbado mis barreras. Te haz colado en mi corazón y me haz liberado de mis demonios...haz echo de mi una persona mejor.- Pronuncia cada palabra con delicadeza que acaricia mis oídos dejándome embobada- Sé que no soy una hombre perfecto y que probablemente no era la persona que esperabas para ti, pero tratare de ser cada día la persona que te mereces a tu lado.....porque contigo conocí todas esas cosas bonitas de las que me privaba a recibir. Pude abrir mi corazón por primera vez al amor, gracias a ti- Acaricia mi mejilla con delicadeza, no puedo evitar un nudo en la garganta y el corazón apretujado por todo lo que me está diciendo. Siento como si estuviésemos en una nube donde solo existíamos él y yo.

- Por eso, quería decirte aquí, delante de toda tu familia- Se gira y les señala a todos. Me giro y les miro, todos estaban boquiabiertos o cubriéndose la boca con algunas lágrimas en los ojos. Mi padre estaba serio.

Cuando me giro, veo a Kevin arrodillado. Mi mundo se detiene, mis pulmones colapsan y mi neuronas dejan de funcionar, me llevo rápidamente una mano a la boca y algunas lágrimas comienzan a resbalar por mis mejillas sin previo aviso.

- Eva, ¿Te quieres casar conmigo?- Pregunta abriendo una cajita de terciopelo que guardaba dentro un precioso anillo.

- Si, si, si y mil veces ¡Sí!- Contesto rápidamente sin titubeo. Me coloca el anillo, los gritos y silbidos de mi familia inundan mis oídos.

- Te amo- Digo, le beso.

- Te amo - Contesta y me besa devuelta.

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora