Capítulo 34

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Después de caminar miles de escalones para arriba y para abajo, llegamos a casa después de broncearnos y coger ese colorsito color canela que nos gusta tanto. Disfrutamos de la playa, la calidez del sol y la arena. Cenamos en una cueva incrustada en una de las rocas cerca de la playa. Se trata de uno de los tantos de la playa. Nada de lujos, todo muy informal e italiano. Incluía un corto trayecto en una simpática barquetta desde Positano hasta el restaurante sobre una pequeña playita donde puedes nadar y luego cenar dentro de la cueva.

- Como tenga que subir y bajar una vez más las dichosas escaleras que llevan a la playa, me quedaré sin piernas- Dice Kevin dejándose caer en el sofá.

- Tranquilo que yo tampoco pienso bajarlas de nuevo- concuerdo con él.

Me dijo a la habitación, entro en ella y cierro la puerta a mis espaldas, dejó las cosas en la cama, me quito el vestido y las sandalias, busco en mi maleta alguna muda de ropa para ponerme después de bañarme.

Necesito desempacar-Admito en voz alta.

Cuando estoy por desabrochar la parte superior del bikini, mi móvil vibra. Busco mi móvil en el bolso y veo que es un SMS de Lexy en respuesta de la foto que le envié anteriormente.

L: ¡Madre del amor hermoso! , tragarme tierra y escupeme allí. *Emoji babeando*

L: Los Italianos están malditamente buenos. ¡Deberías de haberme llevado contigo! *Emoji triste*

Sonrió por los mensajes que me envió, vuelvo a dejar el móvil sobre la cama y me desvisto para entrar en la ducha.

Termino de ducharme, me cambio colocándome una pijama corta de seda de pantalones cortos y camisa de tirantes. Salgo de la habitación y veo que Kevin está recostado en el sofá con las manos extendidas a ambos lados del sofá y la cabeza echada atrás.

- Ya acabe de ducharme-Anuncio. Él se gira y luego se levanta del sofá para por mí lado y sin previo aviso me palmea el trasero provocando que pegue un mini salto por la sorpresa, lo que provoca que Kevin entre riendo a la habitación, cerrando la puerta a sus espaldas.

- Me voy a preparar una taza de té, ¿quieres algo?- Digo levantando un poco la voz para que me escuche.

- ¡Quiero café! -Grita en respuesta.

Frunzo el ceño extrañada miró la hora en el reloj de mi muñeca y son las 21:00, ¿Quién se toma un café a esta hora?.

- ¿No te dará insomnio?-Pregunto en voz alta. El abre la puerta de la habitación y....¡por dios santo! Esta en bóxer. Unos sexis y ajustados bóxer que marcan perfectamente su abultada entrepierna dejando muy poco a la imaginación. Puedo ver todo su hermoso y tallado cuerpo cubierto de tatuajes. Babeo mentalmente mientras le miro.

- Cariño, lo único que me puede dar insomnio eres tú y esa pijama sexi- Dice con la cabeza ladeada paseando su mirada por mi cuerpo. Inconscientemente se muerde el labio inferior, vuelve su mirada a mis ojos.

- Si, definitivamente quiero café- Responde entrando nuevamente a la habitación y cerrando la puerta.

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora