A veces escribo cosas y luego me arrepiento de haberlas escrito cuando las leo. Tal como me sucede ahora con la entrada anterior. Pero sucede también que es mejor así… si no saben lo que pasó antes (o parte de ello) ¿Cómo van a entender lo que está pasando ahora?
Soy un fatalista, a veces realista.
Hoy quiero ser optimista.
Cuando llegué a casa mamá estaba esperándome con un enorme bowl repleto de trozos de frutas. Lo recibí y le di las gracias. Ella sonrió. Subí las escaleras y encontré a mi hermana escuchando su música basura. La saludé. Ella me miró sorprendida.
Me encerré en mi habitación y lancé mis cosas lejos. Tomé el portátil y lo dejé en el escritorio, junto al bowl con frutas. Tomé asiento y dejé un trozo de manzana entre mis labios mientras abría el portátil. Mi rostro lucía casi igual de desgraciado, aunque según yo lucía casi guapo.
Abrí mi abandonado perfil de Facebook y escribí un nombre. Dos palabras. Nueve letras. Y una sonrisa regalada junto con el trozo de papel en el que iba anotado el nombre que yo ya conocía, que por alguna razón conocía.
“Soy Gerard Way”, había dicho él. “Búscame en Facebook para que hablemos”
“Estamos hablando ahora”, contesté yo enarcando una ceja, él sonrió. Dientes pequeños, hoyuelos en sus mejillas. Ojos verdes y brillantes. Nariz respingada. “Pero te buscaré en Facebook”
Él me miró por instantes, todavía no sé qué había en su mirada. Pero no era lástima, tampoco era odio. Era… realmente no sé qué era. El punto es que me miró, luego garabateó su nombre en un papel y se fue con su mochila de color negro colgando de un hombro.
Tomé el papel y lo miré. Su caligrafía era prolija y bastante bonita. Casi tan bonita como su sonrisa. Guardé el papel y vine a casa.
Escribí Gerard y me aparecieron varios adultos, luego su apellido. Había otras dos personas que se llamaban así. Pero sólo uno era quien yo buscaba. Abrí su perfil. En la foto de portada había una repisa con figuras de colección de Star Wars. La repisa estaba en una pared y esa pared en una habitación. Posiblemente la suya. En su foto de perfil había un de la mitad de su rostro de mejillas carnosas y cabello desordenado. Era una foto en blanco y negro pero aun así pude ver el verde de sus ojos.
Le envié una solicitud de amistad.
Mi estómago estaba temblando casi tanto como mis manos.
Abrí una nueva pestaña y busqué mi blog. Mientras escribo esto… mis ojos están fijos en la pestaña de al lado. Cada notificación podría ser la suya aceptándome en su lista de contactos. Hace poco llegó una notificación.
Fui a ver con el corazón en la garganta.
Era una invitación a jugar Candy Crush.
Que se joda Candy Crush.
xoFrnk
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puntos suspensivos; frerard
FanfictionFrank Iero de 16 años necesita volcar sus sentimientos en palabras, así que comienza a escribir un blog, lo que no tenía planeado era que este se convirtiera en un diario de vida. Descargar en PDF desde aquí: https://empxthetic.wordpress.com/201...