7.

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Hoy tuve un día de mierda.

Y la ansiedad nuevamente me jugó una mala pasada. Debería volver a los medicamentos, pero no quiero volver a ser un puto zombie. Como sea.

Esta mañana desperté tarde. Demasiado tarde. Usualmente mis clases comienzan a las ocho de la mañana, yo desperté a las ocho y quince. Por un par de segundos quise quedarme en la cama, total... da igual.

Pero luego recordé a Gerard y bueno, prácticamente salté de la cama. En tiempo record me vestí y salí corriendo de casa. Sin desayuno, sin lavarme la cara, sin siquiera ir al baño... y sin mochila.

Tuve que regresar a casa a buscarla.

Cuando volví a salir me dediqué a correr a la escuela. En cinco minutos estuve ahí y luego entrar a hurtadillas por la cafetería, me dirigí al pasillo del segundo piso. Entrar a la escuela era una cosa, pero entrar a una clase de matemáticas era muy diferente. El profesor me da miedo.

Mucho miedo.

Toqué la puerta dos veces, lo escuché murmurar algo y luego fue a abrir la puerta. Me miró con el entrecejo fruncido y dijo algo más, algunos rieron. Creo que de mí, pero a la mierda. Alcé la mirada para buscar a Gerard. Estaba atrás, pero no en su esquina... sino que en la mía.

Una capucha cubría su cabeza, pero aun así podía ver algunos de sus mechones de cabello negro y cuando me acerqué, vi su respingada nariz. Sonreí al verlo.

Y eso me lleva a la pregunta... ¿Cuándo fue la última vez que sonreí en la escuela?

Quizás en octavo grado, cuando estaba Ray. Pero él se fue a California con sus padres y me dejó solo. Que se joda Ray.

Volviendo al punto... ahí estaba Gerard. Aclaré la garganta para llamar su atención, pero luego noté que tenía audífonos así que no sirvió de mucho. Pasé de él y tomé asiento a su lado, sólo entonces alzó la mirada... y me sentí en el cielo por un par de segundos.

Su nariz estaba roja al igual que sus ojos, rojos e hinchados. ¿Habrá estado llorando?

"Hola" dije, nunca he sido bueno para hablar pero parece que él lo comprendió porque todos modos sonrió y respondió a mi saludo mientras perezosamente se quitaba los audífonos.

"¿Te gusta Placebo?" murmuró con voz pastosa, extendiéndome una mano con un audífono en ella. Fruncí levemente mis labios y negué, no soy un mentiroso. Pero de todos modos me lo dio.

"No es mi estilo de música" dije en un susurro, él sonrió una vez más y bajó la mirada. En su cuaderno, entre las notas que había estado tomando de la pizarra había corazones rotos y rosas en color negro. Dibujadas de una forma increíblemente artística.

Quise preguntar qué sucedía, pero no me atreví y en silencio nos quedamos toda la clase. En el receso el muchacho delgado fue a buscarlo, le dijo algo en murmullos. También estaba llorando. Luego Gerard se disculpó con un "Tengo que irme" y se marchó junto al muchacho.

No volvió en todo el día... no pude volver a verlo después de eso.

Me encantaría saber qué pasó con él, pero no me atrevo a preguntar. En cuanto llegué a casa vine a mi habitación y abrí el perfil de Facebook, lo busqué, pero no se ha conectado a Facebook tampoco... pero si mañana no va a clases comenzaré con mi investigación.

Mientras tanto... mataré el tiempo escuchando a Placebo, de una u otra forma... así me siento más cerca de él.

xoFrnk

Estado: Dudo que esta noche actualice este blog... a menos que tenga noticias sobre el paradero de Gerard. Si no actualizo hoy lo haré mañana. Leo sus comentarios, gracias por las buenas vibras.

puntos suspensivos; frerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora