Una nueva historia para los Pevensie

Epilogo

El día en que la Reina Lucy volvió a la vida, en ese mismo día a pesar de todo lo que había pasado, se caso, gracias al milagro y magia de Aslan. Quien el mismo dirigió la boda, tal y como lo había hecho con los demás hermanos, el había sido quien los había unido para toda la vida.

Todos los hermanos llevaban una maravillosa relación con sus parejas a quienes amaban cada día más.

El rey Caspian X, hizo un maravilloso trabajo como Rey, después de la boda de Lucy se propuso a buscar en todos los reinos maldad y los encontró, pero con la ayuda de Aslan, hizo un acuerdo con cada una de las maldades que aun acechaban con seguir con absurdas guerras, llegando al punto de mantener paz, entre ellos mismos.

15 años después.

El rey Peter quien estaba enormemente feliz con su esposa Abby, quien le había dado dos maravillosos hijos, eventualmente tiene 3 de nombre Isaac, Jamie, y Albert. Llevaban una maravillosa conexión. Isaac a pesar de que sabía que su madre no era Abby, la trataba y la llamaba como su madre. A su madre Liliandil, no le guardaba ningún rencor ya que su padre le había contado todo lo que había pasado y el porqué ella no estaba con él.

Siempre que se le era permitido Liliandil, lo visitaba y el siempre la recibía con mucho amor, haciendo que ella se sintiera muy orgullosa de él. Lo amaba con su corazón, pero no podía abandonar de nuevo el cielo, pero el siempre que miraba a su balcón veía una hermosa estrella que solo era para él.

Abby había prometido cuidarlo y tratarlo como a sus futuros hijos, y así lo hizo y Peter jamás volvió hacer a un lado a Abby como lo había hecho una vez, pero aun así una parte de él, guardaba un sentimiento por aquella estrella. Que ni el mismo entendía que le hacía aquella estrella, sonreía cada vez que ella iba y lo hacía sentirse feliz, causando más felicidad en su hijo.

Hasta que un día, más bien 8 años atras su hijo Isaac, se dio cuenta de aquel sentimiento.

-Papa, papa. -Lo llamaba Isaac de 7 años.

-¿Qué paso mi niño? -Preguntaba Peter, mientras lo tomaba en sus brazos.

-¿Tu quieres a mi mama, a mi mama Liliandil?

-Si la quiero.

-¿Pero cómo quieres a mama Abby?

-Tal vez no como a ella, pero si la quiero muchisisimo.

-Algún día estaré para siempre con ella. -decía mientras se contenía para no llorar.

-Lo estarás. -Le sonrió. -Un día no muy lejano, nos reencontraremos con mama, y nunca de los nunca te separaras de ella.

-Te quiero. -Le decía el pequeño Isaac mientras lo abrazaba.

Peter sonrió al recordar aquel día, en que su hijo lo descubrió, que después de aquella plática le prometió nunca decir nada, y hasta el momento lo ha guardado.

-¿Qué piensas? - preguntaba su esposa, quien se acercaba para abrazarlo.

-Nada, un recuerdo que compartí con Isaac.

-¿Puedo saber qué tal?

-No se podrá. -Dijo aquella voz de un joven de no más de 17 años.

-¿Por qué no? -preguntaba Abby con una sonrisa.

-Porque es un secreto de mi padre y yo.

-Estas en lo cierto hijo. -dijo Peter mientras se levantaba de su lugar.

-Tía Susan nos llama, para que ya salgamos.

-Ahora vamos.

Para la vida de Susan, había sido lo mejor que le había pasado desde aquel entonces... con 4 hijos, la reina estaba de lo más feliz con el amor de su vida, quien casi nunca se separaban. 4 hijos le había dado la Reina Susan a su esposo el Rey Caspian de nombre: Rilian, Kiara, Elena (Como su madre) y la otra Elizabeth (como la madre de Caspian). Los más de 19 años de Casada con Caspian, habían sido los mejores años de su vida, al lado de él.