Maratón 4/4
Octubre 19 de 2018
Londres
Christopher
— Su Alteza, su Majestad lo espera — Martín hizo una pequeña reverencia y se retiró dejando la puerta del despacho abierta para mi.
Al entrar me encontre con mis padres, sólo ellos. Era sorprendente ya que mi abuela estaba en cada reunión presente, y claro... no ayudaba en lo absoluto.— Bienvenido— comenzó mi madre sin un ápice de sentimientos.
— Su Alteza — hice la reverencia correspondiente.
— Hijo, cierra la puerta, por favor— pidió mi padre. Cerre la puerta, y en cuanto la privacidad invadió la oficina real mi madre y mi padre se levantaron de sus asientos y me abrazaron.
— Felicidades, hijo — mi padre golpeó mi esplada.
— ¿Cómo esta Matthew? — Preguntó mi madre tomando mi mano.
— Será un gran Duque. Es precioso, tiene las facciones de su madre, y unos ojos verdes que me recuerdan al abuelo — la Reina bajo su rostro y tomo aire.
— ¿Cuanto peso? — averiguó mi padre.
— 4, 380 kg. El más grandes de todos — mi padre asintió y volvió a su lugar. Ambos tomaron su postura Real y me indicaron que tomará asiento.
— Bien, sé que no estoy aquí para hablar de mi familia. ¿Qué quieren de mi? — tanto ellos como yo sabíamos que el Reino se había vuelto el tema favorito de todos los programas, algo que disgustaba a mi madre.
— Natalia — antes que comenzarán con su ideas estúpida los interrumpi.
— Su Altezas, disculpe mi atrevimiento pero no estoy dispuesto a escuchar ninguna propuesta matrimonial en relación a la duquesa de Hamilton. Mi esposa es la Duquesa de Alphor Dulce Maria Espinosa — mi padre suspiró.
— Príncipe — comenzó mi madre— Como activista principal de los protocolos reales, debería tener en cuenta que su matrimonio con la Duquesa fue roto justamente porque tenía en mente a otra persona. — acomode mi traje como siempre lo hacía en momentos incómodos.
— Rey Víctor, usted cumple rol de padre y activista real. Puede decir algo al respecto — papá me miró sorprendido.
— Hijo, creo que es momento de escuchar a tu madre — finalizó.
— Bien, ahora que tengo su atención. Mi propuestas sera la siguiente — tomo un papel que tenía entre sus manos, se puso sus anteojos y comenzó a leer — Siendo perteneciente al Reino, teniendo como herencia el reinado de Inglaterra. Los reyes de Cambridge decidieron que el Príncipe de Gales continúe su vida siendo soltero, no obstante educando a sus hijos, los Príncipes de Gales para el cumplimiento de los protocolos hasta la mayoría de edad donde cada uno elegiría el camino que se instruira para continuar con el labor al pueblo y Reino de Alexandra Elizabeth II — mi madre despegó sus ojos del papel— Es mi última oferta — dejo el papel en la mesa, se estiró por su pluma bordada en oro y la acercó a mi.
— ¿Donde aparece Dulce en esto? — dije sin moverme de mi lugar.
— Ella no pertenece al Reino — mi madre apoyo su espalda en el respaldo de su asiento— Hijo, te amo sobre manera y hubiera deseado que jamás te arrepentirás de tú decisión... Pero ya eres una persona madura que debe saber y entender que esto no es un juego.
— Yo ya no le veo así madre — me levanté del asiento— Mi esposa sufrió un accidente grave por causa de la corona. No sean hipócritas — dije cuando ambos se hicieron de los sorprendidos— Los protocolos son sólo reglas, la vida vale más que ello y en ningún protocolo permite que una persona pierda su vida por el Reino ¿O sí?
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HISTORY OF ROYAL LOVE: You usually return
RomanceÉl no la amaba, ella sí. Sus vidas cambiaron en un instante. ° TERCER PARTE ° HISTORIA ORIGINAL