Agosto 9 de 2019
Londres, Abadía de Westminster.
Christopher
Miro a mi esposa que descansa su mano en mi pierna, mientras esperamos la orden para poder estacionar frente a la entrada de la Abadía.
Hoy es el gran día, nuestro último evento real, hoy será el último día que me llamen Príncipe.Veo a mis hijos que desciende del automóvil real junto con su tía Margarita, mi hermana se ve estupenda junto a su prometido Josh. Tom, el hijo de Natalia, tiene puesto un traje acorde a los protocolos reales lo que me emociona ya que el niño se ve cómodo junto a mi hermana.
— Ella vendrá ¿Verdad? — musita nerviosa mi esposa.
— No tiene porque estarlo, es un evento familiar y real. Tranquila — ella me sonríe.
— Su Alteza, es su turno — Karl avanza hasta la entrada. Un sudor frío recorre mi cuello, Dulce nota mis nervios y entrelaza nuestras manos — ¿Lista? — Preguntó mientras acomodo el botón de mi traje, fingiendo estar relajado.
— Debería preguntarlo yo — bromea.
Karl abre la puerta de nuestra camioneta, las cámaras y reporteros comienzan a enloquecer para que Dulce se acerque a ellos. Mi esposa toma mi brazo, y me sonríe para tranquilizarme. Mientras caminamos dentro del lugar los reporteros le comentan a mi esposa que se ve preciosa, y claro que es así. Su vestido estilo campana color rosa perlado la deja preciosa.
Nuestros lugares están apartados delante de mi hermana. Margarita nos saluda rápidamente, y vuelve a su lugar.
En menos de cinco minutos suenan las campanas de la Abadía, mi madre entra junto a mi padre hasta su lugar, mi abuela esta sola sin ella. Por primera vez me siento aliviado porque no debo cargar con la tensión de vigilar a mi abuela.Mi madre y mi padre se dirigen a mi y a Dulce, mi esposa le hace un pequeño reverencia, y mi madre toca su brazo sonriendo. Mi padre le da la espalda a las cámaras para poder saludar a mi esposa, y le susurra un :"Que grato verte aquí".
Mi abuela es acompañada por uno de los monaguillos hasta su lugar junto a mi padre, pero ella ignora a Dulce y sólo tiende su mano para mi. Estoy por decirle algo pero Dulce instintivamente entrelaza nuestras manos, y murmura: "nuestro último evento, cariño".
Una hora después ya estamos saliendo de la Iglesia, los reporteros le hacen una pequeña nota a mi esposa mientras yo hablo con mi hermana.
— ¿Ya te dio la respuesta? — indaga.
— No, aún no. Lo tiene que pensar... — respondo preocupado.
— ¿Cuánto tiempo paso de la propuesta? — pregunta Josh.
— Casi...— hago cuentas rápida— Casi un mes — afirmo.
— ¿Le preguntaste a Roberto si sabe algo?— pregunta y niego guardando silencio ya que mi abuela se acerca.
— ¡Duque Hamilton!— saluda mi abuela — ¡Margarita! — me mira enfadada y luego me saluda — Christopher — dice molesta.
— Su Majestad — es lo único que respondo. — Debo ir con Dulce— le informó a mi hermana — Adiós— me despido y me alejo de allí.
Visualizo a mi esposa platicando con sus seguidores, sus brazos están llenos de ramos de flores y peluches, ella los saluda sin ningún problema, y se encarga de escuchar a cada uno.
Una anciana en silla de ruedas extiende sus brazos hacía mi esposa, y gustosa le corresponde el abrazo. La mujer toma sus manos y pronuncia algo que hace estallar en una risa sincera a mi esposa.
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HISTORY OF ROYAL LOVE: You usually return
RomanceÉl no la amaba, ella sí. Sus vidas cambiaron en un instante. ° TERCER PARTE ° HISTORIA ORIGINAL