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Agosto 1 de 2018

Dulce

Mi vida era una constante ruleta, estaba tan confundida como agobiada. Se cumplían trece días desde que había despertado, trece días donde la tristeza por haber perdido al mi novio me inundaba.

No entendía nada. Cuando desperté de coma los médicos me explicaron que tuve un accidente automovilístico donde Ramiro había perdido la vida, pero dos días despues mi esposo apareció.
Claro que no me animaba a preguntarle porque estaba con Ramiro, tal vez era una esposa que engañaba a su maridos, ese día no me animé a hacer preguntas.

Flashback

— Señora, su esposo quiere pasar — dijo la enfermera.

— ¿Qué? ¿Tengo esposo? — pregunte sorprendída.

— Sí, es el padre de su hijo — afirmó tan tranquila, claro ella no habia perdido la memoria como yo.

— Que pasé— dije tomando mi cabeza, desde que me desperte los jaqueca era constante.

Tome una de las pastillas que el doctor Jasper me había recomendado. Él me dijo que no me precupara, el impacto que tuvo ese accidente dejo secuelas como la pérdida temporal de memoria, pero que pronto me acordaria de todo.

Un hombre alto y guapo entró a mi habitación, acompañado de dos niños. Uno era igual a él, y la niña era parecida a mi madre, cuando ellos entraron con flores mi corazón se lleno de amor por ellos, pero no sabía porque.

— Mami, dime que no nos olvidaste — dijo la niña. La miré unos segundo, y en ese instante lo supe y, una película por mi cabeza pasó rápidamente.
Recordé cuando mi hijo Alexander había nacido, recordé cuando Olivia estaba conectada a cables, pero seguía sin recordar a mi supuesto esposo. No me importaba, sólo quería abrazar a mu niños.

— Mamá no los olvidó— respondí tendiendo mis brazos, ellos corrieron hasta mi camilla, ambos se tiraron a mis brazos. Olivia comenzó a llorar, y no entendía porque — Cielo, ¿Qué tienes? — dije soltando a Alexander.

— Es que Olivia te extraño mucho mamá— respondió mi pequeño hombrecito— En que momento cresiste tanti — Toqué la mejilla de mi hijo, sus facciones estaban cambiadas y más duras.

— Mamá, tres meses estuviste aquí— respondió.

— ¿De verdad? — miré a Christopher y asintió.— Vengan aquí— dije abrazando de nuevo a mis dos pequeños. Mi mundo estaba revuelto, pero al abrazar a mis hijos toda la confusión se convertía en amor.

Olivia había parado su llanto, me contaron como venían a visitarme y como extrañaba que los llevará a su escuela. Christopher les pidió a ambos que nos dejarán sólos, ellos lo obedecieron y salieron de mi habitación.

Christopher... recordaba cuando me dijeron como se llamaba el hombre que estaba a mi lado al abrir mis ojos, sentí cosas extrañas. Después de análisis exhaustivos por mi falta de memoria pense en él, sentía algo extraño.
Era un hombre guapo, se veía culto y amoroso, pero algo andaba mal y no sabía que.

Él se acercó con una sonrisa encantadora hasta mi, me dio un ramo de liros blancos, mis favoritos, y se sentó a mi lado.

— ¿Como están hoy? — puso su mano en mi vientre.

— Bien — respondí dudosa.

— ¿Segura? — dijo preocupado.

— Sí, sólo necesito salir de aquí — me acomode en la camilla.

HISTORY OF ROYAL LOVE: You usually returnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora