Las cosas que nos hacen falta resolver.
Takano Masamune:— ¿Qué tal esta? — le pregunté al castaño frente a mí, nos encontrabamos en el desayuno y como era costumbre no dejaba de mirarlo.
— Sabe bien... — dijo sin mirarme, consentrandose solo en la comida que le había preparado.
Aunque no me mirará directo a los ojos podía ver su sonrojo en sus orejas. Amaba ese escenario, ambos en la mesa compartiendo la comida que yo había preparado especialmente para el castaño, porque la realidad era que aunque comíamos ambos yo solo me esforzaba por hacer algo que pudiera complacer a Ritsu.
— Takano ¿Siempre que comamos vas a estar mirando me? — levantó la vista y se animó a verme, tenía ese sonrojo adorable sobre sus mejillas.
— Sí. — le dije con una sonrisa coqueta. — ya deberías de estar acostumbrado.
— Es imposible que me vaya a acostumbrar. — reí.
Teníamos casi un año saliendo oficialmente, nos habíamos conocido hace más de dos y era curioso qué el que yo lo mirará a la hora de comer aún lo pusiera nervioso.
Mi vida había pasado de una enorme soledad a una felicidad mucho más grande y aunque sonará de relación tóxica o codependiente, todo era debido al chico castaño ahí presente, a mi amado Onodera Ritsu.
Termino de comer y tome su plato para lavarlo junto a al mío.
— Deja eso, vamos déjame hacer algo a mi también. — se quejó levantándose del asiento y siguendome hasta el fregadero.
— No, así está bien.
— No es justo Takano, tú lo haces todo casi siempre, me haces sentir como un inútil.
— Claro que no, dejo las tareas que no me gustan para tí. — dije bromeando, pero él no pareció muy convencido. — si quieres hacer algo acércate y te lo diré.
Se acercó algo dudoso y plante un beso sobre sus labios.
— Listo. — sonreí.
— ¡¿Qué diablos fue eso?! — dijo con su rostro sonrojado.
— Fue un beso, eso es todo lo que necesito que hagas. — deje los platos enjabonados y me concentre en abrazar a ese gruñón pero hermoso castaño.
•••
Ambos estábamos en frente de la puerta cerrada del departamento listos para ir al trabajo juntos. Amaba esa hermosa rutina, pero había algo que quería, algo que creía sería el último paso para guiar a nuestra relación a ese tan típico y nada realista "final feliz". Obvio no me refería a un final tal cual, sino a una forma de cerrar un ciclo, el ciclo en el que ahora nos encontrábamos.
Y explicó según como yo lo veía: primero fue la fase de "confusión", donde pasó lo de su hermana. Después fue la fase de "aclaración" donde entendí mi sentimientos y me le declare a Ritsu. Luego siguió "la lucha", donde al fin nuestros sentimientos ganaron. Y ahora estábamos en la "relación secreta" y eso, aunque fuera lo único ahora, me molestaba.
Más de dos años junto a él y aún no era capaz de contarle a sus padres sobre lo nuestro, su hermana lo sabía, Kisa lo sabía, vamos era probable que muchos en la empresa o lo supieran o mínimo sospecharan. Yo no era tímido con mis sentimientos y apenas habíamos iniciado una relación formal no dude en besar a Ritsu donde se me diera la gana.
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Otra persona
FanfictionAn Onodera, es la hermana menor de Ritsu Onodera, ambos viven en ciudades distintas, Ritsu encargándose de la compañía de su padre y An en otra ciudad, trabajando en una editorial, una vida rutinaria para ambos, hasta que un día inexplicablemente te...