Cambios inexplicables

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An Onodera:

Acababa de levantarme, estaba alistando mis cosas para el trabajo, y recordé la conversación que tuve con Ritsu anoche, sé que él me quiere, pero también es cierto que estamos muy lejos, y no soy la persona adecuada para acompañarlo por toda la vida, soy su hermana y siempre lo voy a apoyar, por eso lo quiero ver con una linda familia, siendo realmente feliz.

Terminé de ordenar mis cosas, salí y me dirigí al trabajo.

Había llegado y estaba apunto de entrar al elevador, cuando ví a Takano acercarse....

Ritsu Onodera:

La mañana era igual que siempre; despertar, desayunar, cambiarme, alistar mis cosas y salir rumbo al trabajo.

Por alguna razón seguía pensando en la conversación que había tenido con An la noche pasada, gran parte de lo que habíamos hablado era cierto.

¿Me siento "solo"?

La pregunta seguía dando vueltas por mi cabeza, ni era así, tenía mi trabajo mi rutina, a mi hermana... Y aún así... Ahora me percataba de eso...

Llegué temprano, como siempre, más bien puntual, mi padre me había mandado a llamar por medio de uno de los empleados, deje mis cosas en mi oficina y me dirigí a la suya.

Ya estaba en esta cuando de repente... Todo se volvió borroso...

An Onodera:

Takano había entrado conmigo al elevador, nos encontramos iendo hacia nuestro departamento cuando... Todo comenzó a nublarce para mí... Y de pronto...

Ritsu y An Onodera:

-¡¿Donde estoy?!

An Onodera:

- Buenos días hijo- era mi padre, ¿Que hacía el aquí?

- ¿Pa-papá? - titubie tontamente, algo no estaba bien y no era solo el lugar, algo en mi era diferente, esa voz, la voz que acababa de escuchar, aunque últimamente solo la escuchaba en el teléfono, estaba segura, esa era la voz de Ritsu.

- ¿Te encuentras bien Ritsu?- pregunto mi padre.

- eh... S-si - "¡claro que no! ¡Nisiquiera soy Ritsu!" Quise gritar pero era obvio que no serviría de nada.

- ...bien... Ten- me entrego unos papeles.

- Esas son tus tareas de hoy, te puedes retirar.

- eh.... Si, gracias- dije y salí de aquella oficina y me dirigí a la mía.

Ritsu Onodera:

¡¿Donde... Estoy?!, Que rayos, hace un segundo estaba en la oficina de mi padre y ahora me encontraba en un elevador a un lado de un hombre alto de cabello azabache.

- ¿Te sientes bien Onodera?

- ¡¿eh?! Cla-claro...- la voz de mi hermana... Observe bien mi cuerpo, mi cabello largo y... No había duda,

¡estaba en el cuerpo de An!

¡¿Cómo podía pasarme ésto?! Debía ser un sueño no podía ser otra cosa...

- ¿Estás segura?- insistía el
oji-avellana al lado mío.

- Ya dije que estoy bien...- conteste algo... ¿Irritado?

-...

- L-lo siento tengo que ir al baño- me baje apenas se abrió el elevador y salí corriendo, solo tenía algo en mente, tenía que llamarme, solo eso se me ocurrió ya que el sueño era más extraño de lo que parecía.

Busque el teléfono de An, y cuando finalmente lo encontré, marque mi propio número, solo una, dos y .... ¡Contestó!

- ¿Ho-hola?- sonaba nervioso.

-... Ritsu... Soy Ritsu pero estoy en el cuerpo de An... - fui directo, demasiado, para ser un sueño seguía cometiendo las mismas idioteces.
Creí que mi otro yo me tomaría como loc... ca, pero...

- An... Soy An en el cuerpo de Ritsu...- ¿mi hermanita estaba en mi cuerpo? ¿Era real o una simple broma?

- Ritsu... Tengo miedo... - Dijo An al otro lado de la línea.

- No te preocupes, todo estará bien- yo estaba igual de confundido que ella.

-¿Que es lo que pasó? ¿Porque estoy en tu cuerpo?

- No lo se... Pero, esto no es un sueño ¿Verdad?... - Pregunté algo temeroso.

- Creo que no...

- Entonces... Hasta despertar, o hasta saber qué es lo que pasa... Encárgate de las cosas allá.

- ... ¡¿Que?! Ritsu no digas tonterías, no podré con todo.

- Claro que sí, estás en mi cuerpo y yo confío en ti, mi padre te dará las indicaciones necesarias cada mañana en forma de documentos, solo sigue las instrucciones, confío en que podrás hacerlo.

- ... Lo intentaré.

- bien

-Tu... Por favor encárgate de mi trabajo allá, pero no te luzcas ni crees expectativas hacia mi.

Reí un poco.

- está bien, ¿algo que me debas informar?

- De hecho.... - empezó a darme un montón de descripciones y nombres también, no entendía mucho peor trataba de grabarme lo que podía- eso es todo- finalizó.

- Suerte... - dije.

- La voy a necesitar.

- No seas pesimista.

- jm, adiós hermanita.

- Adiós hermano - colgué... Esperaba que fuera un sueño, pues no quería que ella batallara y se preocupara de más.

Seguí mi camino... Esperen... !¿Donde se supone que trabajo?!

Después de otra breve llamada con mi hermana y de darnos mutuamente explicaciones suficientes, me despedí y logré llegar a su departamento.

Me costaba mucho, hablar y caminar estaba nervioso y sentía miles de miradas sobre mi.... ¡Hermana!
Estaban observando demasiado a An, mis nervios se convirtieron en furia en un segundo.


Ojalá les ese gustando el fic :3

Otra personaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora