Nada esta claro

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Onodera Ritsu:

Nos encontramos en la fiesta de año nuevo de la empresa, odio estás fiestas, siempre hay mucha gente, demasiado escándalo y también alcohol. Quería cuidar a An así que no había bebido demasiado aunque para ser sincero, había notado una resistencia mayor al alcohol en el cuerpo de An que en el mío.

— Buenas noches jovencita. — Era Haitani que se acerco hacia mí.

— Buenas noches Haitani. — Respondí tratando de mantener una distancia considerable ante el. El tipo era molesto en ocasiones, siempre coqueteando con mi hermana y en esta ocasión para variar, apestaba horrible a alcohol.

— ¿Te gustaría bailar presiosa?

"No idiota." — Lo siento, no soy nada buena para bailar.

— Vamos solo es cosa de que lo intentes.

— No gracias, además--- — una llamada interrumpió mi "conversación" — Oh, discúlpame tengo que atender. — dije alejándome de ahí.

— ¿Hola?

— ¿Ritsuuuu?

— ... An, ¿Eres tú?

— ¿Pues quie~en más idiota?

— Primero; recuerda que tienes que hablarme por tu nombre y segundo; ¿Has estado bebiendo de más?

— ¿Porque dices eso? ¿Acaso no confías en mí? hip — "no, no en este momento".

— An, ¿Cuánto has bebido?

— ¡No ti priocupes~! ¡Hip!

— An deja de beb----

— Helmanito...

— ¿Que quieres?

— Tu cuerpo... Es malo para beber... jejeje...

— ... — "¡¿y tenía que ser eso la única frase a la que le diera sentido?!"

— An---

— Además, ¿como puedes tener un trashero más grande que el mío?

— .... — Un enorme sonrojo a pareció en mi rostro — ¡¿Y tú porque estás mirando eso?!

— Esh muuuuy musho notorio.

— ....¡¡¡Ritsu!!! — dije ya enojado.

— Lo siento hija — hablo mi papá que aparecer le había quitado el teléfono a An. — el insistió en llamarte, no te preocupes ahora mismo nos estamos yendo a la casa.

— Gracias, solo cuidenla muy bien... ¡Cuidenlo! Cuidenlo bien.

— Claro no es necesario que te molestes tanto, nos vemos después.

— Si. — ambos colgamos.

— Ah... — suspiré.

— ¿Con quién hablabas?

— ¿eh? — era Takano, y la verdad eso me tranquilizó prefería su compañía a la de Haitani. — co-con mi hermano, al parecer bebió de más y estaba diciendo toda clase de incoherencias.

— Ya veo. Te ves algo cansada ¿Estás bien?

— Pues... Supongo que estoy cansada y eso es todo ¿pero tú debes de estar peor no?

— ¿Porque lo dices?

— Pues eres el jefe, de seguro has estado trabajando hasta este momento.

— Talvez...

— Ya es tarde, deberíamos de volver a nuestras casas.

— Si ¿te parece si te llevo a tu casa?

— Cl-claro, muchas gracias.

•••

Estábamos en el estacionamiento listos para irnos a casa, como todo un caballero Takano abrió la puerta del copiloto para que yo entrara, la verdad creo que el sería un gran partido para mí hermana claro, una vez que hayamos salido de este "problema". Ya había pasado bastante tiempo y yo no sabía ni porque estábamos así.

Me subí al auto y Takano cerró la puerta, entro al carro mientras yo abrochaba el cinturón. Había silencio en el auto, para ser honesto era bastante incómodo pero no era como si pudiera hacer algo, no sabía de qué tema podía hablar.

— Entonces... — Comenzó Takano — tu hermano te llamo ¿verdad?

— S-si — parecía un tema elegido completamente al azar, pero supongo que era mejor que estar en ese absorbente silencio. — estaba totalmente ebrio — reí un poco "¿en serio sonaba así estando borracho?"

— Ya veo — sonrió, parecía estar tomando confianza a mi lado — ¿suele pasar eso? — Dijo aún con esa perfecta sonrisa.

— No, la verdad el suele ser más cuidadoso, odia estar ebrio y odia que la gente a su alrededor lo este.

— Vaya, lo conoces bien al parecer.

— Somos los únicos dos, crecimos el uno al lado del otro solo puedo decir que el me conoce más a mi que yo misma y viceversa. — sonreí. Era cierto y me dolía estar tan apartado de ella, además... El saber que en algún punto estaré más solo todavía y que... Podía ser un tipo como Takano, el que me separé de mi hermana... Eso solo hacia a todo más doloroso.

•••

Llegamos pronto al lugar donde An vivía, baje del auto, agradecí el que me hubiera llevado, me despedí y me dispuse a caminar a mi departamento cuando sostuvo mi mano.

— ¿Takano...? — pregunte confundido. El guardo silencio por unos segundos, luego solo se acercó a mí rostro y plantó un beso sobre mi mejilla.

— Buenas noches — dijo y volvió al interior de su auto. Arrancó rápido y de un segundo a otro desaparecio de aquel solitario estacionamiento.

Me quedé inmóvil, mi rostro estaba ardiendo y mi corazón latía muy fuerte, esto ¿Que era esto? Era el cuerpo de An o... ¿Era yo?


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