POV Martina
Me aterra seguir descubriendo cosas, por eso quiero detenerme, no pensar en la causa de Fauto, no escuchar a Felipe cuando llama diciendo que sabe cosas de mi familia, que duda si entregarse a la policía porque esta gente es muy peligrosa, yo lo único que quiero es ser feliz y no está siendo posible, con todos estos misterios de por medio, y sé que no es valiente de mi parte cerrar los ojos, pero cuantos palos más piensa darme la vida, mi relación con la mentira no hace más que empeorar, quiero confiar en la gente, vivir mi amor sin esconderme, no logro verme envuelta en tanto caos. Hace un par de meses atrás me compraría un pasaje a cualquier parte del mundo para olvidarme pero ahora es diferente, ahora está Paula, los sentimientos hacia ella, las ganas que poseo de hacerme fuerte a su lado, tengo la sensación de que nos sostenemos y eso no me había pasado antes y tal vez es el momento de arriesgar. Me mira con esa intensidad y las dos nos ponemos nerviosas como la primera vez que estuvimos de frente y temo no poder ocultarle nada, es tan profunda su mirada que desnudar mi alma a su merced no es para nada complicado.
-Cuando todo esto acabe, te prometo que nos vamos a donde vos quieras- asegura Paula.
-Te tomo la palabra, posta- sonrío como una cría enamorada.
-Eso si no te cansas antes- menciona Paula.
-¿Cansarme de vos? Si me traes loca- beso su mejilla en pleno local sin que me importe que nos pillen.
-Igual estaba pensando que este fin de semana podríamos hacer algo- propone Paula.
-¿Decís?- sonrío a la espera de que me invite a cualquier locura.
-Luján se está ocupando del caso, vos y yo podemos irnos a la playa, un amigo tiene una casa- asegura Paula entendiendo que lo que más necesito ahora es desconectar.
-No hay nada que me gustaría más- la abrazo con todas mis fuerzas.
El plan es no decirle a nadie, quiero que estemos a solas, apenas hemos tenido tiempo de escucharnos, estos días han sido demasiado turbulentos, y Clara ni que decir que no me deja respirar, Paula le ha dicho a Roma que se va por trabajo con una instagrammer y Caro se ha brindando a cubrirla en la florería.
-Clara necesito aire- discuto.
-Lo entiendo perfectamente, te acompaño- insiste mi hermana.
-Aire de vos boluda, me asfixias- me quejo haciendo la mochila.
-Sos mala Martina, yo lo único que quiero es cuidarte, no sabemos en lo que anda el español.
-Mi relación con Felipe está muerta, podes superarlo de una vez- exijo.
-No dejes de llamarme, y no conduzcas de noche por favor- ruega Clara.
-Si mamá- la beso y me despido.
Estamos muy grandes para andar escondiéndonos y la verdad es que lo hice muy pocas veces en la vida, pero también es un tanto bonito, caminar con el corazón acelerado, esperando a que llegue en la esquina que acordamos, sabiendo perfectamente que su presencia me cambiará el humor, me dará alas, y todo irá despareciendo.
-¿Me esperabas?- pregunta Paula asustándome.
-Llevo esperándote toda la vida- sonrío feliz.
-Un poco poeta señorita Rivero- bromea Paula.
-Por algún motivo no puedo parar de serlo- afirmo acercándome a ella, me encanta su olor.
-Entonces no pares- ruega Paula besando mi frente, luego la nariz, después la boca y yo simplemente me rindo a su roce como una nena pequeña que solo quiere soñar.
Quien me iba a decir a mi que el amor estaba tan cerca, que viajar a su lado en el coche sería tan embriagador, Paula derrocha seguridad, es graciosa, siempre quieres hablar con ella, comienzo a dudar de mi suerte, es la mujer que ni siquiera sabía que quería, yo que siempre fui de ver los gusanos en todas las flores, me encuentro espantando sus monstruos para que nada llegue a su balcón. Buscando palabras bonitas para enamorarla, sintiéndome tan ridícula pero tan real que le pido al tiempo siempre un segundo más. Me gusta la música que escucha aunque no la he escuchado jamás, lo inmadura que resulta discutiendo con Roma, su ropa, su pelo, quiero ser parte de todas sus luchas, que seamos un equipo.
-Gracias por estos momentos- afirmo mientras estamos tiradas en la arena escuchando música y tomando cerveza.
-Gracias a vos por seguir confiando, al menos en mi- responde Paula.
-Es que vos sos transparente y siempre decís lo que piensas aunque a veces quiera matarte por ser tan ortiva, sos así y ojalá lo seas siempre- confieso haciéndola reír.
-También te he escondido muchas cosas- asegura Paula bebiendo.
-Decíme una y estás perdonada-propongo.
-Como qué ya quería besarte la primera vez que te vi- recuerda Paula.
-Raro, pero bueno eso ya lo sabía porque soy irresistible y he podido hasta con tu heterosexualidad- juego con ella.
-Seguramente no soy la primera- confirma Paula agachando la cabeza.
-No sos la primera pero desde ya te digo que eres la única, que me encanta que nuestra relación se esté basando en la amistad, la complicidad, en querernos, porque es la primera vez que me sucede algo así y se que vos también, entonces serás mi primera vez en muchas cosas y estoy lista porque lo quiero todo con vos- le cuento mirándola intensamente a los ojos para que pueda creerme y no lo dude más.
-¿Vos te estás escuchando?- pregunta Paula sonriendo.
-Re cursi- niego con la cabeza.
-Re hermosa- corrige Paula besándome y arrastrándome hasta el agua.
En la noche la ayudo a cocinar pero no me puedo concentrar, en cualquier roce me pierdo demasiado en pensamientos que para nada tienen que ver con la cocina. De solo oler sus cabellos me mareo del éxtasis, el como se mueve, es mi perdición, igual ella está demasiado entretenida cortando zanahorias, yo sin éxito alguno por andar mirando su culo me hago mierda el dedo pequeño y comienzo a sangrar.
-Que boluda- me quejo igual no ha sido para tanto.
-Déjame ver, se puede saber en que andas pensando- regaña Paula mientras busca con qué curarme.
-Si yo te dijera- respondo sonriendo por lo tonta que soy.
Continuará....
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Vos sos el amor
RomanceHistoria paralela de Paula y Martina (Separadas) Denle una oportunidad!