Tatuajes

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POV Martina

La historia con Emília fue muy intensa, de esas que piensas que no vas a superar y que te hace comparar todas tus relaciones con aquel amor loco de querer morir por tanto vivir al límite, de explorar por primera vez los sentimientos, la primera decepción, el que te dejen tirada. Recuerdo que comencé a fumar cuando rompimos, que estaba furiosa, que no quería volver al secundario, porque era imposible verla, no podíamos ni ser amigas. Llegué a odiarla tanto, pero luego nos reencontramos un par de veces y era imposible no terminar en la cama. Solo sexo y nada más, nos quedó bastante claro en el pasado que nuestra relación era un poco tóxica y desequilibrada cuando forzábamos un acercamiento que nunca llegaba. Siempre me remueve verla, me provoca cariño, afecto, recuerdo cuando nos escapábamos a cualquier boliche, cuando me escribía notas, y me hacía sentir la más especial de la clase. Claro que también recuerdo los celos enfermizos, la presión, el chantaje emocional, pero Emília es un asunto cerrado. Me ha invitado a tomar algo y he aceptado para poder explicarle que ahora estoy con Paula y es bastante serio, ya no hago de las mías y esas cosas, lo malo es que le he tenido que poner una excusa super tonta a Paula y seguro que se va a molestar.

-Te juro que no te puedo creer Martina, ¿en serio vives con ella?- pregunta Emília riéndose.

-Y no solo eso, estoy muy enamorada- confieso.

-Pensé que te había enseñado bien- insinúa Emília.

-Es que si la filosofía de ir por libre está re bien, pero en un momento llega una pelirroja y te lo re planteas todo- afirmo.

-Normal, es muy canchera Paula- afirma Emília.

-Sabes que su madre te ha contratado para joderme- le informo.

-¿Queres que renuncie?- pregunta Emília.

-No, vos sos la mejor-sonrío

-Pero con todo eso que has dicho sobre Paula, supongo que no vamos a coger y he rentado una habitación para nada- señala Emília siempre tan directa y yo niego con la cabeza.

-¿Y vos? ¿En que andas?- la investigo.

-Tengo un perro- menciona Emília y lo celebramos como una victoria chocando los puños.

-Te estas haciendo mayor- la molesto.

-Que bueno verte feliz Mar, y no te preocupes que no voy a joder tu relación. Me gustas como el primer día, pero lo nuestro siempre fue un error- reconoce Emília

-No siempre, hubo un momento en el que hicimos las cosas bien- le recuerdo.

-Te puedo dar un abrazo?- pregunta Emília.

-Obvio- acepto tratando de no sentirme incómoda con su olor.

Me quedo más tranquila después de hablar con Emília, se que me puedo fiar de ella y que las dos hemos aprendido bastante de nuestra historia. Al final pierdo la noción del tiempo, nos divertimos bastante y puede que haya tomado dos copas de más. Le pido a Paula que venga a buscarme y después de putearme bastante, acepta sin más. Mañana tenemos una maratón solidaria que ha propuesto Inés y tenemos que madrugar y correr, que fiaca.

-Seguro me sentó mal el tequila- comento para romper el hielo porque Paula no me habla.

-¿Te lo pasate bien? Listo ya está- contesta Paula cortante.

-Tenía que aclararles las cosas Pau- afirmo recostándome en su hombro.

-Está todo bien, confío en vos- asegura Paula.

-Pau, gracias- la miro a los ojos.

-¿Por?- pregunta extrañada.

-Por llegar a mi vida, porque después de haberla pasado tan mal, con vos estoy descubriendo el amor de nuevo y esta vez es real, lo siento verdadero y es hermoso- confieso agotando mi dosis de romanticismo.

-Te pone tonta el tequila- sonríe Paula.

-Te encanta que me ponga tonta- aseguro.

Esto de hacer deporte no es lo mío, encima con la resaca, no llevo ni diez minutos y ya me quiero morir, lo que hay que hacer por las amigas, a este paso llego mañana a la meta y Paula se la pasa tan bien viéndome sufrir aunque a ella tampoco se le da muy bien lo de correr, por lo del golpe en la cabeza no la dejamos participar, pero vino con el coche para hacernos fotos y así promocionar la causa. En la recta final se me ocurre colgarme de Lena porque no doy más y Paula se pone chulita.

-¿Saben que hace una hora llegaron las demás?- se burla Paula.

-Lo dice la que ni siquiera participó- se defiende Lena.

-Tengo demasiada resistencia- provoca Paula.

-Bueno últimamente no tanta- la molesto.

-Que decís, cuando quieras te lo demuestro flaca- me reta.

-Déjate de joder y ayúdame a caminar que no llego al bar, necesito una cerveza-me apoyo en ella para seguir.

Llegamos y nos encontramos a Emília muy cariñosa con Pedro y Luján, compartiendo recuerdos de clase. Se que Paula se pone un poco celosa, lo puedo leer por las facciones de su rostro, es fácil para Emília ser el centro de atención y estar con sus historias. La única que no la soporta es Clara porque sabe lo mucho que me hizo sufrir.

-Eso de hacerte un tatuaje con el nombre de tu pareja lo veo demasiado- opina Luján.

-Y te trae alguna que otra queja, desde que llevo a Martina en el cuello las minas me miran menos- confiesa Emília sin pelos en la lengua.

-Ah tenes un tatuaje- intervine Paula.

-Fue una tontería- recuerdo.

-Me lo hice por su cumpleaños, en un intento tonto de que me perdonara una infidelidad- explica Emília.

-Es que vos hiciste terrible cornuda a mi hermana, normal- afirma Clara.

-Éramos pendejas- le quito importancia.

-Me sigue impresionando el éxito de Emília con las minas, tenía miedo de que se me adelantara con Luján- menciona Pedro.

-Que decís tarado si me hubiesen gustado las minas, preferiría mil veces a Martina- comenta Luján.

-Pero preferiste antes a mi marido, recordemos-ataca Clara.

Paula aprovecha el cambio de tema para marcharse algo incomoda, lo del tatuaje ha derramado el vaso, pero yo no tengo culpa de las locuras de Emília.

-No me contaste nada de ese "recuerdo"- reprocha Paula cuando salgo a fumar con ella.

-No surgió el tema, ¿te crees que voy dando importancia a esas cosas?- respondo.

-Parece que Emília si, porque no se lo ha borrado. Eso debe significar algo- asegura Paula tratando de no sonar celosa.

-Si, que es una cagona y le da miedo quitárselo- le informo.

-Es igual Mar, no me hagas caso- advierte Paula

-Por supuesto que te hago caso, sos mi novia- tardo un poco en reaccionar.

-Te espero en casa, diviértete con tus amigos...

Continuará...

Vos sos el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora