Si yo te contara

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POV Paula

Me levanto y la primera imagen que veo es la de Martina desnuda en la ventana, el desayuno sobre la cama, los rayos del sol colándose en su cuerpo me hacen sentir celosa, lo confieso, es demasiado hermosa y hasta la naturaleza quiere rendirse a su ser, perdida en su pensamiento es aún más maravillosa, yo me quedo callada admirándola un buen rato, recuerdo lo de anoche, como se dedicó a acariciarme y a cuidarme sabiendo que era lo que necesitaba, nos estamos convirtiendo en algo más, no podemos estar la una sin la otra, es más no funcionamos separadas, y en vez de querer salir corriendo como tantas veces quiero quedarme a ver que pasa, como sigue esta historia, a que tendremos que enfrentarnos el capitulo siguiente, porque me da igual, se que lo haremos lo mejor posible y pelearemos juntas.

Un impulso me hace ir a por ella, le doy un beso en el cuello y acaricio sus pechos mientras la escucho  gemir imaginando mis planes. Martina se gira y me besa arrancándome también un suspiro con esa intensidad con la que sabe mandar en mi boca y en mi vida, pero esta vez quiero establecer yo las reglas, como el desayuno sigue estando en la cama y no quiero romperlo todo la subo en la mesa de luz y me entrego a sus besos un buen rato, viajo por sus muslos con mi lengua mientras mis manos van trazando sus lunares, me está encantando este despertar. Paso mi lengua por su sexo y Martina pega un brinco que me hace reír, está súper excitada, y yo comienzo a moverme en círculos para enloquecerla más, es la danza que más placer me da en este mundo, moverme dentro de ella y encima inundarme de su sabor mientras ella pone la música y se revuelve tanto que tengo que poner una mano en su vientre y un dedo en su boca que ella me muerde en venganza por la tortura a la que la someto, la maldigo y al mismo tiempo me arrebato más. A mi lengua se suman dos de mis dedos y ella coloca sus manos en mi cabeza porque no sabe a donde ir, y lo que no se imagina es que yo voy a estar aquí para recibirla generosa, con el ruido que estamos haciendo estoy segura que su amigo no nos invita más pero no puedo pensar en otra cosa. Un par de embestidas más y se corre en mi boca como nunca antes.

-Tengo que llevarte el desayuno a la cama más a menudo- bromea Martina al recuperarse.

-Deberías, la mayoría del tiempo me matas de hambre- le recuerdo.

-No se me da muy bien la cocina ya lo sabes- se excusa Martina.

-Se te dan muy bien otras cosas- la provoco.

-Amaneciste un poco juguetona hoy- afirma Martina quedándose con la boca abierta al verme comer una fresa de forma maliciosa

-Vos que tenes la mente muy sucia- juego con ella.

-La que no juegas limpio sos vos, sabes que no podemos faltar al local y te me pones en plan micro hondas- se queja Martina.

-Vos no podes faltar, yo si- la molesto.

-Y te vas a quedar aquí sola- deduce Martina.

-Puedo llamar por todas las habitaciones a ver si encuentro a una chica disponible- bromeo.

-Te encanta ponerme celosa- menciona Martina vistiéndose.

-Pensé que los celos no eran lo tuyo- bromeo ayudándola con la ropa.

-Vos que me volves loca- confiesa Martina.

De vuelta al local me encuentro con que Matías y Marta quieren nuestras flores para la boda, no podían irse a joder a otro sitio, lo de esta gente es frustrarme, pero vienen con Roma y tengo que mantener el tipo aunque mi cara de orto es evidente, Martina esta llena de papeles que poner en regla y aún así tiene tiempo para reírse de mi mal humor. Marta es insoportable, nada le acomoda y se que me va a romper las bolas hasta el día del casamiento. Salgo a fumarme un cigarro para coger un poco de aire y ni así me deja en paz esta tipa.

-No dejas los malos hábitos- reprocha Marta.

-Yo siempre he sido igual, no como otras- le lanzo así sin más.

-Llevemos la fiesta en paz. Dale- me reta Marta.

-No entiendo por qué tienes que romper, anda a otro lugar turra- la insulto.

-Te vas a tener que aguantar, con un poco de suerte me vuelves a tomar cariño- se burla Marta.

Por suerte Caro me ayuda un poco con el tema de la boda, es la mejor y con lo inteligente que es le dice unas cuantas verdades a los muñequitos que yo disfruto infinitamente, es que al final me la voy a pasar bien y todo, Marta se está comportando rarísima, no para de mirarme y ya no sé ni cómo tomármelo.

-Le gustas a la novia- asegura Lena mientras nos tomamos una cerveza con Martina en el bar de Pedro esperando a que lleguen nuestros amigos.

-Que dices- la regaño. No quiero ni imaginármelo.

-Paula y Marta eran amigas en el cole- explica Martina.

-Tú primer amor, que tierno- insiste Lena.

-Olvidas un pequeño detalle. A mi no me gustaban las chicas entonces- me defiendo, no sé a qué viene esta interrogación.

-Pero a ella si evidentemente, vi como te miraba. A mi no se me escapa nada- advierte Lena.

-Tú te aburres mucho, demasiado. Déjala en paz- responde Martina algo inquieta.

-No es que si vais a montar un trío, me gustaría ser yo, no una mosca muerta que se inventa la excusa de las flores para estar cerca de Paula- afirma Lena molestándome bastante, le están sentando mal los tragos.

-Te equívocas- despejo sus dudas.

-Ya me darás la razón- desiste Lena.

-Cambiemos de tema- finaliza Martina hasta que llegan las demás a salvarnos la noche.

Ahora por culpa de Lena no dejo de comerme la cabeza con lo de Marta y eso que me cuesta bastante imaginar lo que dice, siempre fuimos muy amigas y ahora enemigas, no da para pensar eso, pero ya tengo la mosca en la oreja y estoy bastante inquieta. Lo bueno es que las demás me entretienen bastante con sus conversaciones. Después se suman los chicos y hacemos una competencia de billar que obviamente vamos perdiendo porque mi novia es muy mala, pero ya no me molesta igual.

-Martina no da una porque le mira el culo a Paula- delata Caro y todos los demás sonríen.

-Esto del billar no tiene sentido, ¿para que quiero meter una putas bolas- se queja Martina.

-Eso es lo que dicen los perdedores, venga Lu que ganamos- argumenta Pedro.

-Donde tienes la mente Paula- pregunta Clara, avergonzada con Miguel porque por nuestra culpa puede perder.

-En tu cerebro al horno - la puteo.

-Venga chicos, el que pierda paga- aclama Andrés que es del equipo de Luján y Pedro.

-Ah pues yo no traje la cartera, pagas tu amor- decide Martina derrotada.

-De nada mi vida- respondo irónica.

-Brindo por la pareja más fácil de vencer- se divierte Pedro.

-Lu, cuida a tu novio que parece que quiere volver a cojear- afirma Martina pateando a Pedro indignada.

-¿Como es que la aguantas Paula?- me pregunta el abogado tentado.

-Si yo te contara....

Continuará...

Vos sos el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora