POV Paula
Las cosas con Martina suelen complicarse de un día para otro, hace una semana estábamos volviendo de Río completamente enamoradas después de haber cumplido con un grupo de chicos y ahora dudo si debería o no ir a su fiesta de cumpleaños. Tuvimos una discusión fuerte porque se enteró de que fui a ver a Felipe a la cárcel, él quería contarme algo antes de que lo mandaran de vuelta a España a cumplir un breve periodo de prisión por haber colaborado. Martina no quiere saber nada al respecto y encima le da bronca que sea tan inconsciente que me la esté jugando por un asesino, pero yo solo busco la verdad, si Felipe tenía todos los papeles donde están los que incriminan al resto de los estafadores, ¿por qué solo han caído dos? Yo me hago preguntas y ya sé que es peligroso pero no lo puedo evitar. Esperaba que Martina fuese más comprensiva y no me echara de su apartamento como si no sintiera ya nada por mi, como si no le importara. En una milésima de segundo, de irracionalidad humana pueden olvidarse muchas cosas y las palabras simplemente herir, mucho, pero de verdad. Y ahora necesito tiempo.
-Que no voy amor- le aclaro a Caro que prácticamente quiere sacarme a rastras de la casa.
-No seas orgullosa, ni siquiera vas a llevarle ese regalo- insiste Caro señalando una bolsa.
-Llévaselo vos si queres, pero no voy a esa fiesta- insisto.
-Martina también está mal, no dejes pasar esta fecha porque te vas a arrepentir- aconseja Caro.
-Pero vos has visto sus historias, está a mil- le enseñó el teléfono.
-Es su manera de no sufrir, vos lo sabes- recuerda Caro.
-Venga Paula, quedamos en que seguiríamos siendo amigas siempre- interviene Inés.
-¿Y eso que tendrá que ver?- pregunto cruzada de brazos.
-Que vos venís, porque vamos todas- decide Inés.
No me queda más remedio que asistir, además para ser sincera, no importa lo que nos dijimos, es su cumpleaños y quiero estar cerca. Además está preciosa, vestida de verde agua, con el pelo recogido, tan ella que me arden los ojos de mírala por todos los fuegos artificiales que le lanzo sin que ella repare aún en mi presencia. Y en ese momento quiero decirle que me perdone por arruinarlo todo, por querer meterme en la boca del lobo cuanto todo estaba tranquilo y siguiendo su curso, pero cuando la tengo en frente me sale lo cagona.
-Feliz cumpleaños- la felicito entregándole el regalo, así fríamente.
-¿Te han obligado a venir?- pregunta Martina murándome de arriba abajo
-Yo no le digo que no a unas birras gratis- contesto haciéndole frente.
-Gracias por venir de todos modos, no me imaginaba este día sin vos- confiesa Martina sin atreverse a abrazarme.
-Bonitas piernas- comento reparando en su vestimenta y por hacerme la copada y la superada.
-Pau, ya estás aquí- se acerca Lena abrazándome y Martina en respuesta hace una mueca con la boca que en cierto punto me hace gracia porque hizo justamente lo que ninguna de las dos quisimos pero adoraríamos estar cada una en los brazos de la otra en este momento.
-Tiene que estar en todas partes esta mina- se queja Caro abrazando a Martina en mi lugar.
-Vamos a bailar- grita Lena emocionada sin reparar en los comentarios.
Es triste tener que estar separadas en un día así, sentir que digas lo que digas vas a volver atrás y habrá un reproche tonto que lo arruine todo, no puedo bailar y fingir que está todo bien, me alejo un poco de la fiesta y me dedico a observarla, ella también me mira a mi, parecemos dos idiotas, pero de pronto sonreímos a lo lejos y entendemos que no pasa nada por discutir, por tener diferentes opiniones, nos queremos y lo hacemos por amor, tiene sentido, equivocarse por amor o enfadarse por amor, es casi lo mismo.
-Vámonos de aquí- propone Martina sentándose a mi lado y tomándome la mano.
-Es tu fiesta- le explico señalando a nuestras amigas que están divirtiéndose.
-Quiero escaparme con vos y que me des mi regalo- insiste Martina mirándome como solo ella puede hacerlo.
-Ya te he dado tu regalo- le recuerdo.
-El otro regalo. Mira yo sé que no debí gritarte y se que en el fondo vos sabes que nada de lo que dije es la verdad, lo único cierto es que eres la persona que me hace ser mejor, y sentir todo lo bonito de esta vida. Así que te pido que olvides por esta noche al menos. Y estemos juntas, separadas nunca por favor- confiesa Martina guardando su rostro en mi cuello.
-Yo te prometo que de aquí nos vamos juntas, después de pedir tu deseo- acepto
-Vos sos mi deseo- asegura Martina sonriendo.
-Bailemos- propongo, se que la fiesta era importante para ella y hasta que nos fuguemos para celebrar por nuestra cuenta, vamos a divertirnos un poco.
Entonces todo el mundo se detiene a mirarnos mientras lo damos todo en la pista, saltando como dos locas, con las manos entrelazadas, el pelo revuelto y se que la felicidad se le parece mucho a este momento y que no me puedo enfadar lo suficiente con ella. Terminamos con la cara llena de torta y besándonos así, sin que nos importe nada, y se que voy a luchar por esto, siempre, se lo demuestro con una sola mirada y ella me dedica una sonrisa, soy incapaz de oír otra cosa, se me detiene el tiempo en ella y nos ponemos a cantar con nuestras amigas, a tentarnos por lo mal que lo hacemos, por no sabernos la letra ni saber afinar. Entonces Martina se sienta en mis piernas y me dice que está lista para que escapemos, para celebrar dos días más pero a mi lado y entonces planeamos irnos una a la vez, como si importara pero el caso es que es la peor decisión que tomamos, porque pienso que es Martina la que ha pedido un Uber y se parquea frente a mi, por lo que entro voluntariamente como una pendeja y resulta que no es ella, y que mis preguntas tendrían más pronto que tarde consecuencia.
No me maten por el suspenso que se viene en los próximos capítulos, producto del encierro supongo. Espero que os siga gustando la historia. Saludos!
ESTÁS LEYENDO
Vos sos el amor
RomanceHistoria paralela de Paula y Martina (Separadas) Denle una oportunidad!