Nota: Justo me doy cuenta que al no ser de Argentina puede que sea más complicado entender la historia por la naturaleza de los personajes, así que he pedido algo de ayuda que pienso usar en los capítulos siguientes. Quiero darle las gracias a mio-yui por su tiempo y por darme una mano con los capítulos.
POV Paula
Fuimos invitadas amablemente a la despedida de soltera de Marta más que nada porque la muy cretina no tiene amigas reales. Lo considero innecesario pero ahora nos llamamos familia gracias a la insistencia de Roma y Martina que le da la razón en todo. Conclusión soy una gobernada. Esperaba una extravagancia total debido a sus aires de diva pero nos ha citado en un boliche de lo más normal. Suspiro un poco sintiéndome superada, al menos serán un par de horas de aguantar su cara de Barbie de quinta intentando robarme a mis amigas siendo como siempre una infantil de cuarta. Lo raro es que está más amable que nunca y hasta el momento no puedo recordar ningún insulto suyo. No sé qué pensar pero prefiero obviar sus razones porque no me fío de ella. Hasta el momento estamos bailando y divirtiéndonos en una mesa vip, con muy buen ambiente. Siento a Martina algo incomoda pero supongo que luego lo hablaremos porque con este ruido no hay manera. Eso si no salimos en pedo que al paso que vamos es lo más probable. Marta solo manda a poner canciones de nuestra banda preferida en el colegio y no entiendo ese ataque de nostalgia que le ha dado.
-No entiendo por qué no me dejan beber- se queja Caro.
-No necesitas el alcohol para divertirte amor- le aconsejo.
-Lo dice la que lleva horas chupando- reclama Caro.
-Por qué no me gusta estar acá- me excuso.
-Es porque vos y Marta ya no son amigas- pregunta Caro.
-Algo así- resumo.
-Pues yo la veo súper buena onda- menciona Caro.
-Eso es lo raro- me temo.
-Lo bueno es que después de la boda van a estar yendo y viniendo de Boston, no tendrás que verlos- recuerda Caro siempre intentando hacerme sentir mejor.
-Brindo por eso- levanto la botella.
-Dame un poco- exige Caro.
-Inés me mata- niego.
Es increíble la energía que tiene Martina puede bailar la noche entera sin cansarse, robarse la mirada de todos, minas y pibes por igual, solía sentirme incómoda y no es que haya dejado de importarme pero lo acepto mejor. Me preocupa Marta que está bebiendo de más y no es una experta, pero si sus compañeras de trabajo no le dicen nada quien soy yo para detenerla. Los bailarines comienzan con su show y la cara de las chicas son un poema. A Inés le preocupa que Caro se excite demasiado y trata de bloquearle la vista, a Clara se le nota la incomodidad como a Romina, Luján desatada, Martina también, los pibes no están nada mal, así que lo disfruto pero cuando vienen por mi para que baile me niego rotundamente y le señalo a la novia, para que no sean tan zarpados.
-Te vieron cara de necesitada colorada- bromea Martina en mi oído.
-Ponete las pilas, que tengo fila detrás- respondo haciéndola reír.
-Ellos te miran, ¿pero quien te toca?- provoca Martina.
-Mmm no lo sé- le sigo el juego.
-No lo sabes, respuesta equivocada- asegura Martina deslizando su mano por mis muslos
-Estás loca- tiemblo como reacción mientras el show sigue adelante y las chicas están ocupadas mirando.
-Sabes lo poco que me costaría hacerte rogar en estos momentos- seduce Martina acariciando por encima de mi ropa interior.
-Se van a dar cuenta- por mi voz casi inaudible ya le estoy rogando, me hace perder la cabeza con tanta facilidad.
-¿De que se van a dar cuenta? De que te hago inmensamente feliz- asegura Martina profundizando sus caricias.
-Para por favor- le ruego hundiéndome en su cuello.
-Te espero en el baño en cinco- ordena Martina levantándose de la silla.
Voy a matarla por dejarme así, como se le ocurre. Cuando le dan estos ataques públicos debo admitir que me siento una adolescente otra vez, y este cúmulo de sensaciones tan locas que me rodean me suben la presión en un instante. Estoy por seguirla porque sinceramente no tengo nada mejor que hacer cuando Marta me lleva a un reservado.
-Tengo que hablar con vos- asegura Marta bastante agitada por el baile con el stripper.
-¿No podes esperar?- pregunto contrariada.
-Creo que me gustas- confiesa Marta así sin más.
-Mierda, no. No puede esperar- me temo.
-Hablé con Martina y me di cuenta que todo este odio hacia vos quizás tiene que ver con el hecho de que siempre me moría por vos y vos no me diste bola, siempre con un chico lindo detrás. Y se que me voy a casar, pero no puedo evitar pensar todo el rato en vos, y me da rabia que ahora te gusten las minas y no tuvimos una oportunidad, vos y yo. Y nada, que tenía que decirlo en voz alta. Lo necesitaba- confiesa Marta casi sin respirar.
Estoy por responderle pero no tengo palabras, demasiada información y mucho tequila en las venas, para variar. La miro y no me puedo creer todo lo que ha salido de su boca. Por un momento me pongo en sus zapatos, porque me pasó con Martina, te enamoras perdidamente de alguien que se supone que es una amiga y te hace mierda no poder explicarlo, te lo guardas y se te hace una bola en la garganta que puede estallar en cualquier momento o puedes comportarte como una idiota, tal como lo hizo Marta por aquellos años y desde nuestro reencuentro. Puedo notar lo nerviosa que está, y quizás mi silencio no le ayuda en nada, pero en un arrebato me besa y me quedo helada. Hasta que escucho una copa romperse como si estuviéramos dentro de una novela mexicana y al girarme están Martina Y Roma perplejas como lo estoy yo, Marta sale corriendo, dejando las explicaciones en mi tejado y dos miradas muy acusadoras listas para condenarme.
-Creo que le cayo mal la bebida- argumento.
-Sabes que, llámame cuando madures diez años- afirma Roma, siendo muy cruel y se marcha sin querer escucharme.
-Juro por dios que no hice nada- le explico a Martina.
-No te esforzaste mucho en separarla- acusa ella de brazos cruzados.
-Porque no me lo esperaba, por lo visto vos si sabías. Hablaste con Marta- le recuerdo.
-Le dije que aceptara sus sentimientos, no que te besara y vos hacerte cargo. De lo contrario serás la culpable de que esa boda se vaya al carajo y de que Roma te odie- asegura Martina.
-Gracias por la honestidad, ¿lo del baño sigue en pie?- necesito dejar de pensar y solo ella lo consigue.
-Lo siento, tengo la imagen de vos y Marta besándose justo acá martillándome la cabeza....
Continuará....
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Vos sos el amor
RomanceHistoria paralela de Paula y Martina (Separadas) Denle una oportunidad!