Perdón por la demora la vuelta a la normalidad me trae bastante liada.
POV Paula
Me saca de eje Emília, es perfecta. Tiene un don especial. Encima la mina es hermosa, es de las que roba miradas y lo disfruta. Confío en Martina, se lo que tenemos, pero a veces me hago la cabeza y me pongo a pensar en que si las cosas fueran diferentes, si tuviéramos otro tipo de relación ella no estaría cohibiéndose de estar con Emília y se me revuelve el estómago. Y quiero dejar de pensar estupideces pero es imposible teniendo a la abogada tan cerca, y escuchando sin querer algún recuerdo, comentario, que aunque no esté mal intencionado me golpea y me recuerda, que antes de mi hubo muchas y hay que saberlo asimilar. Encima me molesta que mi vieja reconozca mis inseguridades y las utilize en mi contra como si fuera mi enemiga.
-Paula no me estás dando bola- reprocha Emília.
-Perdón, es que me embola todo este papeleo- me justifico.
-No te sentís cómoda, puedo entenderlo- reconoce Emília.
-Nah cualquiera, nada más alejado. Seguí- le resto importancia.
-El otro día te fuiste y vi a Martina algo incomoda. Mira, es normal que sientas celos de mi y que no te fíes. Tengo alto levante- bromea Emília.
-Que onda no te llega el agua al tanque?- respondo.
-Fuera chamuyo. En serio no tenes de que preocuparte. Martina está con vos. Y no la recuerdo así de feliz- encara Emília.
-Lo que me jode es que mi vieja te haya buscado como recurso, ¿entendes? Que me quiera joder. Por primera vez me están saliendo las cosas bien, me he enamorado de verdad y todo parece ser un obstáculo- no se por qué me abro con ella.
-Vale la pena luchar por las cosas verdaderas ¿no?- asegura Emília.
-¿Que sos filosofa?- bromeo.
-Lo que soy es una boluda que nunca hizo una mierda por ella y me gustaría que vos te la siguieras bancando hasta el final- responde Emília.
-Gracias, por escucharme y eso- menciono, la verdad es que no es una mala piba
-Y si tú vieja no lo entiende al principio, no es ni la primera ni la última, cuesta entender la felicidad pero cuando vea que nada puede con ese amor, le va a tocar subirse al barco- comenta Emília.
-Sos bastante piola, "ex de Martina"- sonrío haciendo énfasis en la última frase
-Un disparo en el corazón me hubiera dolido menos- asegura Lena que recién llega y se sienta en la mesa con nosotras.
Martina nos encuentra a las tres matandonos de risas y compartiendo anécdotas y se frota los ojos por la incredulidad, sigue de largo después de saludarnos, me voy tras ella, para pedirle perdón por estar un poco fría últimamente.
-¿Te ayudo en algo preciosa?- pregunto acorralándola en la oficina.
-¿Que fue todo eso?- interroga Martina curiosa.
-Solo trato de llevarme bien con tus ex, que son muchas, como tan buena- sonrío besándole el cuello.
-Mientras no pase como con Lena- protesta Martina.
-¿Celosa?- la molesto sin separarme ni un centímetro de ella.
-Precavida- seduce Martina tomando mi cintura y pegándose más a mi.
-Perdóname, soy boluda. Confío en vos y todo eso pero me saca mucho de onda que la gente no lo entienda- acepto.
-Tú vieja va a terminar amándome- promete Martina leyéndome la mente.
-Te creo. Es muy fácil amarte- confieso pegando nuestras frentes.
Martina se muerde el labio de forma provocativa y enseguida la siento desabrochándome el pantalón, con las frentes aún pegadas y sudando de pura tensión suelto un gemido intenso cuando entra en mi de un tirón, entendiendo lo excitada y necesitada que estoy, me clava la mirada mientras tres de sus dedos encajan perfectamente en mi y aferro mis manos en sus hombros por sostenerme. Sus movimientos frenéticos, la oscuridad en su mirada, el amor que no me cabe en el pecho, dos embestidas más y terminó en sus manos mientras ella me tapa la boca con sensualidad. Estoy por devolvérsela, cuando comienzan a tocar la puerta del despacho.
-Siento interrumpir, pero es importante- supone Luján que en algo andábamos. Me arreglo el pelo sin poder disimular.
-Entiendo que se trata del Papa no?- protesta Martina.
-Van a traer a Felipe para el juicio, pero necesitamos más pruebas. Vas a tener que ir a verle Mar, el fue el único en ver esos papeles antes de que desaparecieran algunos, tiene que existir una pista que podamos seguir- informa Luján.
-No pienso hablar con ese asesino- reacciona Martina.
-Ya te explicó que fue un accidente- intervengo.
-Y vos, ya me enteré que tenes abogada propia. Alto lujo- afirma Luján.
-Cuántos más seamos mejor- la molesto.
-Emília piensa lo mismo que yo, la clave está en Felipe- insiste Luján.
Martina no quiere saber nada del caso porque eso implica a su familia, y esa herida aún está abierta. Solo tuvo el valor para ver a su madre una vez y la señora sufre de Alzaimer , no la reconoció y no ha podido volver, eso si siempre le manda dinero a la mina que la cuida para que no le falte de nada. Encima Renata huyo del país para no enfrentar la ley. Felipe es la única vía por ahora aunque me jode que le vea, por cómo le mintió y las cosas horribles que hizo.
-Acordate que apenas esto acabe nos vamos a Paris, a Roma, a Londres- trato de animarla.
-La justicia es demasiado lenta- se queja Martina.
-Me encantaría pasar de todo esto, pero tenemos que luchar por las chicas- le recuerdo.
-¿Y si nos encontramos con algo todavía peor? ¿y si no estamos preparadas para lo que viene?- duda Martina
-Mírame, yo estoy con vos a muerte. No estás sola ni lo vas a estar nunca- aseguro.
-Te amo y siento todo lo que perdiste por el garca de Fausto- menciona Martina.
-Gané muchísimo más- respondo cómplice.
-Okei, voy a hablar con Felipe, otra vez. Pero estaría bien que apareciera Renata- comenta Martina.
-Por ahí Emília puede ayudar con sus contactos- propongo.
-Te veo más relajada con Emília, me gusta- sonríe Martina.
-La confianza no es mi fuerte, pero con vos las manos al fuego- acepto.
-Se me ocurre un lugar mejor para esas manos- provoca Martina entrelazando sus manos con las mías
Continuará...
Gracias mio-yui
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Vos sos el amor
RomanceHistoria paralela de Paula y Martina (Separadas) Denle una oportunidad!