La casa estaba sucia, a pesar de que Kakashi siempre intentaba limpiarla y hacer el menos reguero posible, su padre encontraba la manera de poner gris el ambiente.
Regresaba de la escuela y no era diferente a otros días, el hecho de que tuviera 7 años no era excusa para no salir y venir solo de la escuela, si su padre no lo llevaría no tendrá por que faltar.
El olor era horrible, siempre olía a alcohol y medicamentos raros, la nariz de Kakashi era en extremo sensible así que se mareaba con facilidad al llegar a su hogar.. más bien vivienda, nunca lo siento su hogar.
Pero el dia de hoy era algo peor, había un mal augurio que lo acompañó desde que salió de la cama, para comenzar, su padre de nuevo no compro nada de comestibles, así que fue con el estomago vacío a la academia, en gimnasia el estupido de Obito grito "Kakashi tiene manchas moradas en su estomago" en tono de burla, después el entrometido de Minato, uno de los maestros más cercano a él lo comenzó a cuestionar por los moretones, fue horrible pero al final de cuentas paso la prueba.
Siempre tenía marcas, no culpaba a su padre, el las hacía, si, pero.. por alguna razón no lo odiaba, de todas maneras fue Kakashi quien mató a su madre al momento de nacer, le rebato a Sakumo el amor de su vida, se hizo a la idea de que todo lo merecía.
El lugar estaba en completo silencio, veía las botellas a medio tomar y la luz que para el era de un color naranja apocalíptico entrar por entre las cortinas.
-¡Estoy aquí!.- Grito con un poco de fuerza para avisarle a su padre que llegaba a casa.
No hubo respuesta alguna, era raro, normalmente escuchaba un gruñido de recibido o algo por el estilo, pero no hubo nada, así que, tiro su mochila medio gastada al suelo para caminar dudoso a la entrada de la puerta de la habitación de su padre.
Colocó una mano sobre la madera pero de inmediato un grito interno le rogó que no la abriera la puerta, que lo ignorara y corriera lejos del lugar.
Respiro y empujo. Mala decisión.
Sus ojos se abrieron grandes y su estómago se batió, su garganta se cerró brusco y sus extremidades flaquearon débiles, una sensación de asco lo atravesó desde su columna.
Su padre estaba en el piso, había sangre por todas partes y algunas otras cosas que no quería saber que eran.
Cerró con furia la puerta mientras se ahogaba con su propia saliva sintiendo su mundo temblar.
¿Qué haría ahora? ¿A quién le podía pedir ayuda?
Su estúpida consciencia lo hizo estremecerse, no tenía familia o amigos.
Su mente solo pensó en una persona que hacía su vida menos miserable, tomo el teléfono y se dio cuenta de que era probablemente el único que niño que tenía este numero. Sus lágrimas se guardaban en sus parpados y su labio inferior ya temblaba.
Escucho los primeros bits del teléfono, sus dedos temblaban mientras sostenía el teléfono de casa.
-Bueno ¿Quien habla?.- La voz amable y considerada hizo que kakashi se trabara más al hablar.- Disculpe ¿Quien habla?.-
Lo único que escuchaba eran las respiraciones desiguales de Kakashi.
-Mestro.- Respiro mientras el ardor se presentaba cruel en su cuerpo.- Maestro Minato.-
-¿Kakashi?.- El rubio habló un poco preocupado.- ¿Estas bien?.-
-Mi casa, venga a mi casa, por favor.- Ni si quiera pensaba en lo que decía ¿Por qué su maestro aceptaría ir?.
-Dame tu dirección, llegaré en 15 minutos.- Había escuchado bien... su maestro, al que llamaba idiota a media clase, vendría a verlo.
-Es.. es.- Le costaba mucho trabajo respirar y concentrarse.- Son los departamentos espantapájaros.-
Ese lugar era conocido en la ciudad, sabia en donde quedaba, la realidad es que no era una buena zona.
-Llego pronto. - Escucho colgar el teléfono pronto y ahora su cara era inexpresiva, soltó el teléfono directo al suelo y salió a paso lento del departamento, cerró la puerta principal detrás de él y sentándose con la espalda pegada a la pared y sus rodillas en su pecho.
Comenzó a sentir la claustrofobia exagerada y una desesperación abrazando su ser, todo le dolía, todo su cuerpo, sin darse cuenta, su cabeza botaba contra sus rodillas queriendo que sus huesos se plantarán más en cráneo, sus brazos aruñaban sus propias pantorrillas y queria apelarse contra si mismo.
No sabía por que pero esos movimientos no sesaban y no queria que lo hicieran.
-Kakashi.- Escucho una voz tranquila y de inmediato sintió unos brazos fuertes separándose sus extremidades para evitar que siguiera golpeándose.
Kakashi miro desconsolado al mayor, los ojos azul rey que lo miraban con compasión y tranquilidad tenían un lindo efecto en él, logro hacer que calmara.
-¿Qué sucedido?.- Pregunto aún sujetando con fuerza los brazos del niño.
Kakashi no fue capaz de responder, no podía, intentaba sacar las palabras pero eran reemplazadas por gemidos de su garganta.
En vez de esto solo se deshizo de agarre de Minato y apunto un dedo hacia su casa, Minato solo podía esperar lo peor.
-Escuchame.- Llamo la atención del niño.- Voy a entrar y veré que es lo que sucede, pero tu te mantendrás tranquilo.- Ordeno para calmar al niño y evitar que quisiera destriparse a si mismo.
Kakashi solo asintió con unos ojos suplicantes, se podía ver el dolor de entre las fibras grises de su iris.
Minato asintió también seguro para entrar, no escucho gritos o golpes al entrar así que supuso que la probable pelea abría terminado, cerro la puerta detrás de él y con cautela avanzo por el desagradable lugar, definitivamente no imaginaba que Kakashi viviera aquí.
No había nada, absolutamente nada que pudiera ser indicio de golpes o algo por el estilo. Fue directo hacía la primer habitación con poco interés, no creía que algo peor pudiera pasar, estaba mal.
Al momento de abrir la puerta sus ojos se enzancharon y su nariz se arrugó, sintió como una desagradable situación se apoderaba de él. Al momento de voltear con desesperación para dejar de ver la escena tropezó con él mismo e hizo que cayera hacia el piso.
Kakashi entró cuando escucho el golpe del azote por parte de su maestro.
-Minato.- Solo toco su hombro para saber si estaba bien, pero en el momento en que este entro al lugar, su maestro se aventó sobre él para enviara que viera de nuevo el cadáver.
-¿Quien es él?-. Pregunto casi sin aliento con sus propias lágrimas antes de salir.
-Mi papá.- La voz medio infantil contesto en seco y el adulto comenzó a pararse para poder salir del lugar con Kakashi aún en brazos, el niño se sujetaba bien de él, Minato no podía dejar de apretar al muchacho.
-De acuerdo.- Dijo medio desconcertado moviendo un poco para sacar su celular de su bolsillo y llamar a emergencias.
Kakashi estaba perdido en sus pensamientos, ¿Qué se supone que haría ahora? No tiene a nadie más, escuchaba la voz de su maestro en su oído ya que el estaba recargado en su cuello, pero no sabia que era lo que decía, el solo se sentía muy mal como para ponerle atención a algo más.
*^*^*^*^*^*^*
El próximo capítulo también será de lo mismo, kakashi con el suicidio de Sakumo.
¡Lo siento pero para mi Sakumo era un padre cariñoso-distante!
Es decir, nunca forjó un verdadero lazo más allá de la paternidad usual con Kakashi, este normalmente se enfocaba más en ser un buen ejemplo de soldado que padre.
Chao.- Sakka-sama
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Descontrol ^ Kakayama
FanfictionKakashi no se siente herido, pero si desconcertado, no sabe bien en donde está pero si que está en peligro. La historia tomará sentido mientras se desarrolla ¡Kakashi olvida sus pastillas y Tenzou lo ayuda!