Descontrol ^ Kakayama

Kakashi Hatake, el Ninja que Copia

-T-tengo una im-m-mportante misión.- Dijo sonriendo con nerviosismo mientras jugaba con sus dedos.

Kakashi solo veía su libro porno con tranquilidad, era tan sereno y tranquilo que no se parecía a su Kakashi.

Estaba tan confundido, Kakashi era Kakashi, pero no su Kakashi pero ERA Kakashi, había escuchado de casos sobre esquizofrenia, este era diferente, esta literalmente en un papel, normalmente las personas con estos trastornos viven en su propio mundo día a día teniendo desviaciones mentales, pero el no hacía, a veces podía estar lucido por completo o sumergido en ilusiones aterradoras, el punto es que él estaba en extremos.

Otro de sus problemas era el estrés postraumático, eso era algo que lo sentía todos los días incluso al dormir, Tenzou tendría que ver como tratarlo.

De todas formas, el Ninja que Copia no era tan desagradable, si era un poco descortés y medio grosero, pero al parecer en el subconsciente de Kakashi aún quedaban marcadas algunas reglas, no salir de los parámetros y no lastimes a Tenzou.

-No tendré equipo hoy, el último lo reprobre.- Dijo sin tomarle mucha importancia.

El castaño titubeó por unos momentos.

-¿Qué quieres?.- Su tono pesado era presente en la cabeza de Tenzou.- Si es importante ¿Por qué no vas ya?-. Sus ojos se ladearon un poco para ver al chico a punto de preguntar algo.

-Mhh.- El quería un abrazo, algo de buena suerte para su primer día de trabajo.

Era realmente temprano, solo contaba con un pequeño reloj de mano, las 5:30 a.m.  la tienda no estaba muy cerca y tenía que llegar a tiempo.

S-solo nervioso.- Lo estaba, demasiado, nunca hizo nada realmente útil en su vida según Danzou, no tenía esperanzas en el mundo exterior y ahora tenía un empleo y un novio loco.

-Ven aquí.- El shinobi estaba semi-acostado en el colchón con las piernas cruzadas y estiro una mano para decirle que se acercara.

Tenzou estaba a unos metros pero camino muy lento, quien sabe lo que le diría. Al estar ya en el espacio personal del albino, este se levantó con su tiempo y se inclinó para darle un abrazo medio flojo.

-De nada.- Dijo con desinterés apretando el torso del chico castaño, Tenzou sonrió y rodeó con mucha felicidad el cuello del pálido, lo había comprendido. Esto hizo que su delgado pecho se llenara de amor y esperanza, se sentía capaz.

-Si quieres un abrazo pidelo, por eso soy tu novio.- Susurro contra la oreja del menor sintiendo como su propio aliento choco de nuevo con sus labios por la curva del cartílago.

Novio, dijo novio.

Kakashi lo veía como su novio, eran novios, no se pondría a gritar y dar a brincos, no sería una reacción que esperaría el plateado.

-M-me ten-ngo que ir.- Se dio la vuelta dejando al mayor solo para que pudiera volver a sentar en el colchón. Escucho el plástico agregándose detrás de él conforme caminaba hacía la salida del edificio.

Puso un pie afuera y de inmediato lo golpeó una pequeña ráfaga de aura frío haciendo que su cabello se sacudiera a la misma dirección que el aire. Intentaba ir vestido con lo mejor que tenía, Danzou siempre lo obligo a vestir presentable incluso si no salía de su casa, no tenía pertenencias propias así que no llevaba más cosas.

El frío llegó a su cuello húmedo, se bañaban con una fuga que se entraba en una tubería vieja, el agua era extremadamente fría, pero era agua, si trajeron artículos de limpieza personal, no eran tan idiotas.

Pero todo valía la pena, cada maldito sentimiento de incomodidad y coraje valía la pena, valía la pena el estar lejos de Danzou, valía la pena pensar como el quisiera y decirle a Kakashi lo algo no le gustaba, valía la pena por su novio.

¡Novio! ¡Novio!

Nunca tuvo pareja, nunca tuvo a alguien que le gustara o a alguien que gustara de él, ahora tenía a un apuesto y delirante novio por el cual salir adelante. Era su meta y su inspiración, era su todo, él le enseñó un parte de la libertad de la cual podía gozar. No podía evitar sonreír mientras caminaba por la acera pensando en Kakashi, era una persona destrozada, tan arrollada y desquiciada por culpa de personas estúpidas, pero que vio esperanzas en él, confió y se dejó sentir algo.

Su mente volaba en bello rostro esculpido con detalles finos, en su cuerpo tonificado pero delicado sin ser exagerado, luego pensaba en él... realmente no es atractivo, se consideraba raro de hecho, sus ojos siempre grandes y extraños, su cabello le llegaba a los hombros y ni si quiera se veía bien, su cuerpo era muy delgado, nunca se alimentó de manera apropiada con Danzou, a veces le negaba la cena, comía o desayunos solo por que sí.

La ciudad era tranquila y a penas comenzaba a salir el sol dejando el vuelo en un color azul oscuro con pocas nubes. Sus pulmones se llenaban de un aire fresco y medio frío que lo hacían sentir vivo realmente.

Trabajaría en la tienda Aburame, era una familia medio rara tenia que admitir, pero se veían amigables, después de todo no les importo su currículum.

Tenzou pensó mucho antes de dejar solo a Kakashi, lo habían asaltado unos adolecentes urgidos y ahora lo volvía a dejar, era algo tristemente necesario, somos esos sacrificios que cuando las demás personas lo ven se les hace ridículo pero es diferente cuando la viven, realmente no quería que le pasara nada a Kakashi.

Tenía sus puños cerrados pero sus brazos estaban flojos, estaba a menos de una cuadra del lugar, la tienda ya está abierta y en unos minutos iniciaría su turno a las 6:00. Pero conforme avanzaba se ponía más duro y nervioso.

-Tenzou, llegas a tiempo.- Dijo el señor Shibiri al ver al niño entrar al lugar.

Era un tienda de comestibles y chucherías, todo ordenado en categorías, había 6 pasillos principales, para desglosar al final con refrigeradores, hasta el frente  se encontraban las cajas registradoras donde normalmente atendía Shino y Shiniri. La tienda no pertenecía a ninguna marca, era propia.

-Si, señ-ñ-ñor.- Camino a su lado por la tienda saliendo ese aroma limpio que tenía.- Dígame, ¿D-de qué me-me encargaré?.-

-Shino vendrá en unos minutos, yo ya no entenderé las cajas, tu y él se encargaran de la tienda.- Sus anteojos negros no le permitían a Tenzou ver mejor su expresión, pero su voz y su compostura eran muy dominantes.

-Com-mprendo.- Asintió emocionado por su labor.

-Ven, te enseñaré cómo se usan las cajas.- Movió Shimano de afuera a dentro para indicarle que de acerca.

-Si, pero, señor, ¿n-no cree que l-la gent-te se aleje al v-v-ver que n-no hablo b-bien?.- Preguntó poniéndose detrás del mostrador blanco.

-Si la gente defiende aún homosexual, que no respeten a un tartamudo seria hipocresía.- Dijo serio pero Tenzou solto unas risitas por la referencia, Shibiki sonrió por la broma que si funcionó.

-Mira, este se usa cayendo.- Comenzó a explicar con detalle y paciencia, si no entendía algo, se regresaba y lo volvía a decir con más lentitud.

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Espero y les gustara.

En unos capítulos me adentrare más en el comportamiento de Kakashi.

Saben, cuando tengo una idea sobre una historia, la tomo y la veo en distintos escenarios para ver que tal, así que en este ocasion, lo pensé en un psiquiátrico, pero no me agradaba la idea de tener a más enfermos, seria más pesado y difícil de pensar ya que cada uno tendría su diagnóstico y su propio comportamiento, aparte quería meter a otros personajes de manera distinta a la historia, se complicaría más y no estoy lista para eso haha.

Quiero decir algo rápido, cada voz en Kakashi tiene un tono distinto y no siempre dicen algo malo o lo mismo entre sí, es como nuestra conciencia morbosa y doble cara hablando.

Chao.- Sakka.- chan