16. Novedades

701 39 2
                                    


Reni

Todas las personas pueden ser manipuladas. Es lo que aprendí desde hace mucho tiempo y por lo que me encuentro aquí, atrapado en una nueva escuela y en una nueva vida.
Las metas son importantes, las de corto, mediano y largo plazo siempre deben estar presentes en nuestras vidas. Nuevamente me encuentro en una oficina escolar, con un nuevo director dándome la bienvenida y esperando que todo salga bien...
Todos dicen que es bueno cambiar, pero a veces no tienen una remota idea de lo difícil que es cambiar para bien.

Bueno, tendré que hacer esto por un tiempo.
No tengo otra opción.
Sólo me interesa mi meta, a corto y mediano plazo, por ahora el último sueño que tengo no me desespero en conseguirlo porque sé que llegará...tarde o temprano.

— Reni Noche – dice la secretaria con un par de documentos que me entrega – Bienvenido a la Preparatoria Prufrock.

— Muchas gracias – le sonreí amable. "Que comience el juego, pequeño idiota..."



Isaak

Los lunes en la mañana siempre son complicados, es horrible dejar pasar el descanso soberano del fin de semana, quitarte las lagañas de un sueño más o menos soportable y reparador; sobre todo cuando estás en las manos de un chico como Derek Martins, en su casa y con su familia.
Ahora debía hacer la cosa más complicada de mi vida (y lo dice alguien que perdió su casa, se metió con su profesor, fue chantajeado por uno de sus compañeros, le rompió el corazón a un chico, bueno a varios, que no tiene padres y su familia se ha alejado) debía ser parte del ambiente hogareño de los Martins. Sin previo aviso había entrado en un juego muy peligroso, por desgracia esta me resultaba un tanto familiar.
Había pasado por muchas circunstancias en la corta vida que llevo, cosas que no le deseo a nadie, pero soportar a Derek, sería algo peligroso y estresante, ni siquiera por él mismo.
Mi teléfono sonó y pensé que era la alarma pero no tenía tanta suerte, era una llamada de alguien que creí nunca volver a ver en mi vida. "Sombrero de Copa" decía mi celular, algo que me tensó rápidamente y no reaccioné de buena forma. Colgué de inmediato y sólo pude reaccionar asustado, poniendo mi celular en el pecho sin hacer mucho escándalo. Recordar todo lo que había pasado, era impensable en esos momentos.
De pronto una almohada me interrumpió de golpe, había sido Derek que la arrojó para que me callara y eso hice. No podía hablar, estaba perplejo ante la horrible situación.
"Hoy no será un día fácil", pensé. Y no lo fue.

Estaba renuente a mi nueva verdad, no podía cambiar nada en mi comportamiento. Empecé por ducharme en el baño de invitados, me vestí en la cama del cuarto de visitar y me vi reflejado en el espejo detrás de la puerta de aquel pequeño espacio donde viviré ahora. Mi tío había aceptado aquella propuesta de inmediato, no lo culpo por querer deshacerse de mí tan rápido. Pero sin saberlo, me había condenado a ser la mascota de Derek.
Salí hacia la cocina donde sólo se encontraba la mamá de Derek sentada, mientras una criada preparaba la mesa. Me acerqué al desayunador y al verme ella puso una cara entusiasta, como si fuese un animalito en peligro de extinción.

— ¿Te has adaptado bien a la casa? – preguntó ella y se respondió antes de que yo lo hiciera – Parece que sí.

— Sí, muchas gracias nuevamente por la oportunidad, Sra. Martins.

— Es una ayuda que nos ayuda a todos. Y ya te dije que me llames Gina, decirme señora me hace sentir vieja.

— Sí, Sra. Martins...digo, Gina – le sonrió educado pero con nerviosismo.

¡PATÁN! [BL] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora