6. Te acompaño...

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Lean

Parecía como un misterio que quería ser resuelto, que rogaba ser descubierto y yo me sentía capaz de resolver el enigma en su piel. Era la primera impresión que tuve de Isaak Rossitier cuando lo vi en los pastos de la escuela. Íbamos en el mismo año y misma generación, por desgracia, en diferente salón y me sentía terriblemente mal por no poder tener una conversación con él. Me parecía que cada vez se volvía un poco más popular y ligeramente más tierno en su aspecto, era la primera vez que alguien me causaba este tipo de sentimientos.
Una vez me enteré de Isaak estaba en el club de baile que dan en la escuela, por lo que decidí meterme también para poder entablar una conversación sana con él. A pesar de que fue en vano el proceso debido a que estábamos en diferentes clases y sólo nos veíamos en el vestuario. Me dio mucho morbo cuando él fue hacia las duchas. Agradezco a Dios cuando él fue el último en salir de su grupo y yo el último en llegar, me cambié con alevosía y no pude evitar ver el interior de su maleta a un costado de mí. Me asomé y pude ver un suspensorio de baile, debo admitir que me puse tan duro que ni siquiera mi suspensorio iba a poder soportarlo. Lo tomé y vigilé que nadie me viera, lo olí un poco y fue delicioso el sentimiento; pero algo que me impresionó más fue ver unas orejitas de gato dentro. Las tomé en mis manos y me hizo sonreír porque lo imaginé vestido de un adorable gatito, bailando al ritmo de Cats que supongo fue lo que presentó para la semana de evaluación de baile ese día. Las volví a dejar todo en su lugar y me retiré con apuro cuando sentí que se aproximaba a lo lejos.
En todo el día no pude olvidar el olor de Isaak, tan tierno y delicioso, pero al mismo tiempo lo stalkeé en sus redes sociales, pude ver una foto de él maquillado y vestido como un gato de la obra. Me dio tanta ternura que sólo pude dormir viéndole en esa foto.

No puedo creerlo, me estaba gustando mucho. Pero, ¿Quién soy yo para pedirle una oportunidad? Cuando estoy cerca de él comienzo a tartamudear y me pongo muy nervioso. Sé que una vez me miró en los vestuarios, yo tenía poca ropa y no estoy bastante mal...sólo que soy algo cohibido y no sé relacionarme con la gente. Sólo cuento con una amiga y un amigo, no suelo hablar mucho con ellos. Siento que soy un ñoño en la preparatoria, yo espero cambiar en la universidad.
Aunque después empecé a ayudar más en la tienda de ropa de mi mamá, en la de lencería para ser preciso. Ella cree que es sano que un puberto como yo esté rodeado de un montón de ropa interior y ver cómo la gente se los prueba o se burla de ellos. He estado así durante todo el ciclo escolar, y cuando creí que no se podía poner peor, a lo lejos veo a Isaak sentándose y comiendo frente a la tienda. Esa fue la primera vez de muchas que lo vi sentado en esa banca frente a mí.
Me daba un pánico tremendo hablarle.
Después de todo lo que pasó al final del segundo año no quiero acercármele a la gente, mucho menos a él. Aunque de momento sólo tengo esa fantasía, de conocerle y de enamorarme de él, (tal vez de lo último ya tengo un poco). Es importante destacar que quizá somos almas gemelas, veo que igual es un poco ñoño y cohibido, aunque tiene muchos amigos. Demasiados diría yo.
Pero admito que me sorprendió verlo sentado comiendo en la banca nuevamente, pero ahora con Derek Martins, el chico más idiota y grosero de toda la escuela. Quedé perplejo cuando vi cómo Isaak se comportaba tan tímido y defensivo a su lado, ¿Acaso saldrán en secreto? No lo creo, o no lo sé, estoy muy confundido ahora.
Lo veo cómo Derek se quedó un poco conversando y luego de eso Isaak comenzó a sollozar. En ese momento, escucho que llega Matilda (mi compañera y empleada de trabajo) a la bodega de atrás. Ya casi es hora de acabar mi turno. Lo veo ahí llorando, tan apaciguado y nervioso, ¿le habrá pasado algo malo? No tengo idea. ¿Debería...? ¡No! Lean, no lo hagas, Lean, carajo.
Sólo recuerdo que seguí caminando con una bolsa de Prispas en las manos y salí de la tienda, vi cómo Matilda me miró extrañado porque todavía tenía la camisa del uniforme. Saludó pero no respondí, sólo salí de la tienda con las papas.
Me paré frente a él, mientras Isaak se cubría la cara con las manos llorando levemente, estaba entrando en un ataque de pánico, podía presentirlo.

¡PATÁN! [BL] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora